El arquitecto Manuel Collado repasa el desastre del casco histórico

Con 25 años de experiencia trabajando en el Ayuntamiento, dio ayer una charla sobre "tantísimas cosas que se han hecho mal"

Un momento de la ponencia de Manuel Collado, ayer en pleno casco histórico de la ciudad.
Un momento de la ponencia de Manuel Collado, ayer en pleno casco histórico de la ciudad.
Pablo Fdez. Quintanilla Jerez

19 de octubre 2016 - 01:00

El arquitecto jerezano Manuel Collado ofreció ayer su visión sobre la situación del casco antiguo de la ciudad en la primera charla del ciclo 'La ruina del mes', organizada por la asociación del Centro Histórico. La reflexión venía avalada por sus 25 años en los pasillos del Ayuntamiento, donde ha desarrollado su actividad profesional como parte de los equipos de Urbanismo y de Patrimonio. Collado ofreció un sincero repaso por la labor de todos los equipos de gobierno, mandato por mandato, que ha tenido Jerez desde la democracia hasta la actualidad.

Y no se mordió la lengua. "Los políticos saben de hacer proyectos y de gastar dinero, pero luego se olvidan y pasan a otra cosa como si ya hubiesen hecho su trabajo. Pecan de dejadez, porque un proyecto requiere mucho trabajo y una visión integral a la que se dote de contenido. Lo más triste de todo ello es que al final se incumple en el trabajo que ni siquiera requiere dinero". En ese sentido, Collado subrayó que en Jerez "se ha invertido mucho dinero, quizás ese no ha sido el problema a lo largo de los años".

Siguiendo el repaso cronológico de Collado, de los años 80 lo que él más resaltaría es "el interés por sacar adelante el primer Plan General, en 1984, que será una herramienta de defensa del patrimonio para el centro. Se fue pavimentando ese Jerez de intramuros que necesitaba una intervención. Luego, llegarían las renovaciones de ciertas zonas, como el edificio Los Arcos, el Ayuntamiento antiguo, el palacio de Carrizosa o el palacio Dávila, además de la construcción de la Casa Rosa en la plaza del Mercado". Por entonces, "había una estrategia municipal, un planteamiento que sirvió".

A comienzos de los 90, cuando Collado llegó a la antigua Gerencia Municipal de Urbanismo, "se introdujo una variable más, la económicos", algo que el arquitecto municipal convalida, porque no tiene atajos al subrayar que "la fractura real se produjo en el 95, con la salida del Ayuntamiento de Manuel Ángel González Fustegueras". Además, cambió el gerente de la GMU, que pasó a ser Luis Fernández Ríos. "Se creó la Oficina Municipal de Rehabilitación del Centro Histórico", que fue dirigida por Collado, pero que "apenas se dotó ni de presupuesto ni de competencias, no tuvimos ayuda de casi nadie salvo de Fernández Ríos y de Antonio Espinar, gerente de Emuvijesa".

En aquellos años 90 "comenzaron los escarceos más bien populistas, como la construcción en el centro de algunas casas de hermandad y peñas flamencas. Esta práctica se consolidaría a partir de 2002, cuando llegó un nuevo gerente a la GMU. Ahí desaparece esa fuerza profesional, ahora todo son casas de hermandad, peñas, monumentos o un jardín escénico que costó 1.000 millones de las pesetas de entonces". Esto, según Collado, es lo que explica la mala situación actual de las cuentas municipales. "El desastre de Jerez no viene de un par de años para acá, sino de quince".

Aquellos tiempos de bonanza fueron también años de pactos municipales. "La GMU dejó de trabajar realmente, era un populismo clarísimo". Y los posteriores gobiernos de mayorías absoluta de Pilar Sánchez, primero, y de García-Pelayo, después "no mejoraron la cosa". Collado se queda con "la frase que dijo una vez Pilar Sánchez, que decía algo así como 'en el centro está hecho todo, ahora vamos a los barrios', cosa que no era cierta". En esos primeros años de crisis se desaprovecharon iniciativas que habrían supuesto una mejora para el centro, "como aquel Plan E de Zapatero, que podría haber supuesto una inversión para la zona pero que se dilapidó en proyectos que hoy en día a menudo están sin ningún uso", o el famoso Plan Urban, "que con todos mis respetos a la zona Sur, habría tenido más sentido que se utilizara para dotar al centro del cambio que necesitaba".

De aquellos años, se queda con algunos proyectos faraónicos que no se llevaron a cabo, "como el famoso tranvía que Pilar Sánchez se inventó y que habría partido en dos la ciudad, una barbaridad". En los años del PP y el actual mandato del PSOE, "se habla mucho en reuniones y mesas que no tienen contenido, se debaten cosas que no existen, porque se presentan proyectos e ideas que, a menudo, lo único que tienen detrás es un cartel muy bonito que es puro humo".

Collado, sin morderse la lengua, dijo que "eso es lo que le encanta a los políticos, el humo, que se hable aunque luego de ahí no salga nada. Y cuando se hace, se hace mal. Algunas cosas no necesitan inversión, sino tener una idea clara y llevarla a cabo". Otras inversiones, como la reurbanización de la plaza Belén, "son condiciones necesarias a la vez que insuficientes. Si ese proyecto implica sólo urbanizar el solar, al día siguiente comenzará a degradarse". Por eso, porque la arquitectura es vida, es gente, el centro necesita "un trabajo diario. Eso es lo que no han entendido nuestros políticos y por eso se han hecho las cosas mal. Porque un proyecto dotado de presupuesto es sólo el comienzo de su labor", remachó.

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