La campaña remolachera de la zona sur ha arrancado este jueves con una sensible reducción de las siembras, en concreto del 13%, motivada por la falta de agua y el incremento de los costes. En la presente campaña se han sembrado en Andalucía un total de 7.715 hectáreas frente a las 8.876 hectáreas de la campaña anterior.

El recorte de las siembras se concentra en el secano, al que corresponden 3.520 hectáreas y casi un millar menos que las alcanzadas en la última campaña, mientras que el regadío roza las 4.200 hectáreas, unas 240 menos.

Según los resultados de las últimas muestras realizadas, Azucarera espera una campaña con medias de 74 toneladas tipo por hectárea en regadío y de 39 secano, muy por debajo de las 88 y 47 previstas al inicio de la campaña anterior. De acuerdo con estos resultados, la producción final rondaría las 446.500 hectáreas, del orden del 17% menos que el aforo de 540.000 toneladas de remolacha líquida estimado al inicio de la última campaña.  

La reducción de las siembras y de la producción responde a lo que el responsable agrícola de la compañía, Miguel Sanromán, califica de "un año difícil, sobre todo en lo referente a la falta de lluvias en momentos críticos y a la falta de dotación de agua para regar de forma adecuada, en particular en la provincia de Sevilla", la segunda en importancia del cultivo tras Cádiz.

Pese a las adversidades meteorológicas, Sanromán señala que los modelos de contratación ofrecidos por Azucarera "le han dado al cultivador la seguridad, comodidad y rentabilidad suficiente para afrontar este complicado escenario".

Azucarera prevé que la campaña se prolongue hasta los primeros días del mes de agosto y para garantizar la sanidad del cultivo, la Asociación de Investigación para la Mejora del Cultivo de la Remolacha Azucarera (AIMCRA), ha colaborado de manera coordinada en Andalucía con un grupo de trabajo en la búsqueda de soluciones específicas para atajar posibles plagas que pueden afectar a la remolacha. “Este año hemos podido tener un mejor control de la cassida que en la campaña pasada, a través de una estrategia de tratamientos, entre los cuales se encuentra el Acetamiprid, producto autorizado de manera excepcional, basado en el control de la primera generación de adultos”, explica la directora de la AIMCRA, Elba Rosique.

Además, se han realizado labores de divulgación y reuniones periódicas de seguimiento, imprescindibles no solo para trasladar la importancia de realizar tareas de control, sino también para monitorizar las posibles plagas.

AIMCRA continúa con la línea de ensayos en insecticidas e investigando nuevas herramientas, así como realizando un seguimiento exhaustivo del ciclo biológico de la plaga y que aplicará la próxima campaña con el objetivo de conseguir el mayor control.

La Curva de Sacarosa, el momento óptimo para la recolección

Entre las principales novedades de la campaña, Azucarera informa en un comunicado del estreno este año de la Curva de Sacarosa, herramienta que desarrolla desde hace cinco años la compañía en colaboración con Hemay, que permite identificar el estado óptimo de madurez de la remolacha.

De esta forma, el cultivador puede fijar el mejor momento para la recolección, consiguiendo la mayor cantidad de sacarosa.