El asesinato de la calle Fate, un enigma sin resolver todavía
Un ex miembro de la banda que desvalijó a Esther Koplowitz murió al ser disparado en su casa · La Policía identifica a un sospechoso que está en búsqueda y captura
El asesinato de la calle Fate, ocurrido el pasado 30 de julio de 2009, es un enigma sin resolver: no se ha detenido al autor. La historia comienza cuando un antiguo miembro de la banda de Cásper -el delincuente común enemigo público número 1- fue asesinado de un disparo en su propia casa. La víctima era el jerezano Miguel Ortega Sánchez, de 44 años, que había cumplido condena por delitos y que ya presagiaba que podía terminar mal, como le ocurrió a otros miembros de la banda. Tras ocurrir el disparo, el presunto criminal huyó diciendo que "se ha pegado un tiro, se ha pegado un tiro..."
Pero las diferentes pruebas que el juzgado practicó con auxilio de la policía judicial, en este caso la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), y otros organismos demostraron que era un crimen.
El cadáver presentaba en una de sus manos signos inequívocos que había intentado aferrar la pistola con la que le dispararon al corazón causándole la muerte fulminante. Fue alcanzado por la bala en una mano, pero el desplazamiento de la corredera de la pistola le causó también heridas. La Policía encontró el arma, una Llama del calibre 45, en la casa. Otro dato que parecía desechar el suicidio es que la víctima no tenía en sus manos restos de haber disparado un arma recientemente.
Diferentes indagaciones de la Policía judicial permitieron precisar quien es el presunto autor del crimen días después de los hechos, pero no su paradero. Aunque se silencia su identidad, podría tratarse, como lo fue la misma víctima, de un miembro de la conocida banda de Cásper. El citado personaje lidera una de los grupos organizados más peligrosas -y refinadas también- de la delincuencia española: llegó a robar en la casa de la mismísima Esther Koplowitz, empresaria que contaba con grandes medidas de seguridad. Pero la banda, además, desvalijó varios bancos durante su trayectoria, destacando que se llevaron 5 millones de euros de un entidad levantina o unos 200 millones de las antiguas pesetas de una entidad malagueña. Golpes que granjeó a la banda de Cásper una gran 'fama' tanto en el resto de la delincuencia como lo convirtió en el objetivo número de las fuerzas de seguridad, ya que no son unos delincuentes normales sino que poseen un alto grado de especialización: introdujeron la técnica de la lanza térmica para abrir las cajas fuertes, cuando era propia de bandas mafiosas italianas, y diseñaban los golpes casi militarmente en plan comando.
En la actualidad el sospechoso está en búsqueda y captura tras ser identificado por la Udev jerezana. Diferentes autoridades judiciales son competentes en acciones relacionadas con Cásper, que debe su nombre al fantasmita de los dibujos animados. Desde luego, y a tenor de esos datos, uno de esos casos difíciles de resolver.
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