Más autonomía urbanística

Desde hoy, el Ayuntamiento cuenta con algo más de autonomía para autorizar obras en el centro histórico. De este modo, ya podrá dar su beneplácito a las actuaciones que se pretendan acometer en los entornos de los inmuebles que gozan de mayor protección, concretamente los que cuentan con la catalogación de Bien de Interés Cultural (BIC), una facultad que hasta ayer estaba en manos de la Junta de Andalucía.

Tal y como establece la Ley del Patrimonio Histórico de Andalucía, la Consejería de Cultura es el órgano competente para permitir actuaciones en los centros declarados como conjunto histórico, como es el caso de Jerez. Ahora bien, la normativa permite delegar esta responsabilidad en los ayuntamientos si cuentan con un planeamiento urbanístico de protección. A día de hoy, la ciudad no tiene un instrumento urbanístico específico para el casco histórico pero la Junta consideró en 2014 que las determinaciones establecidas en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), aprobado en 2010, solventaba en parte esta carencia por lo que un año más tarde permitió delegar las competencias para conceder licencias en el conjunto histórico sin la autorización previa de la Junta -solo necesita una comunicación posterior-. Ahora bien, esta delegación contaba con restricciones ya que el Ayuntamiento seguía sin poder conceder licencias en monumentos, jardines históricos, zonas arqueológicas y en sus correspondientes entornos -se considera como tal a aquellos inmuebles y espacios que comparten los valores del BIC y se encuentran colindantes o en sus inmediaciones-. Ahora, la Junta de Andalucía ha decidido conceder al Ayuntamiento la potestad de tener más autonomía sobre los entornos declarados tras la petición realizada por el Ayuntamiento el pasado mes de mayo.

El centro histórico jerezano cuenta con una quincena de inmuebles y espacios declarados como Bien de Interés Cultural. Pero la normativa protege no solo estos inmuebles sino que también el entorno de algunos de ellos. En el caso del centro histórico, se encuentran bajo esta catalogación las inmediaciones del Palacio de Bertemati (plaza del Arroyo), la plaza de San Lucas, el entorno de San Mateo y los aledaños del Palacio Domecq. Ahora bien, el Ayuntamiento propuso ampliar esta catalogación a otros enclaves como la Catedral, San Miguel, Villapanés o las plazas de la Asunción y San Juan, aunque aún no se han iniciado los correspondientes expedientes.

Para la concesión de estas licencias, el Ayuntamiento conformó en 2015 la comisión local de patrimonio histórico, un órgano conformado por miembros del gobierno, técnicos de la Delegación de Urbanismo y especialistas en arquitectura y patrimonio que se encargan de analizar los expedientes y emitir los correspondientes informes. De este modo, a partir de hoy este tendrá potestad para analizar también las actuaciones en los entornos de los BIC y, por ende, no requerir del pronunciamiento previo de la Consejería de cultura.

Ahora bien, el organismo autonómico mantendrá la potestad en las intervenciones que se realice en los espacios que cuentan con más protección arquitectónica o etnográfica.