El balsámico poder de la conversación de Álvaro Llamas
Literatura
El autor jerezano, tras su exitoso paso por Madrid, presentará este viernes en Bodegas Tradición su primera novela, 'Esos días a finales de aquel año' (Niños gratis*)
'Esos días a finales de aquel año' (Niños gratis*) llega como una demostración del balsámico poder de la conversación.
Lo hace en un tiempo que invita. Una joyita entre las manos, obra del escritor jerezano Álvaro Llamas.
La novela, que ya se presentó en Madrid a mediados de noviembre con gran éxito de convocatoria, sigue de gira y este viernes, 16 de diciembre, a las 19 horas, llegará a Bodegas Tradición en un acto en el que el autor estará acompañado por la periodista Arantxa Cala, la arquitecta y gran amiga del escritor Aida García, y el editor Weldon Penderton. Una cita que cuenta con el respaldo cultural de la firma vinatera jerezana, que ofrecerá un jerez.
El origen de este libro significa remontarse muy atrás. Álvaro comenzó a escribir muy joven, en Jerez, con los que son sus amigos todavía, Iván Mariscal y David Eloy Rodríguez. Juntos crearon el club poético llamado 'El inquilino de Caivan', por eso de que quedaban en casa de Iván. Así que, desde los 16 años, este señor tiene la costumbre de escribir.
Siempre ha tenido un proyecto de novela en su ordenador. Por alguna razón, seguramente por ser un autoexigente empedernido, los manuscritos acababan en la papelera de reciclaje. Hasta que en 2019 surgió 'Esos días a finales de aquel año'. "Le cogí el tono. La voz estaba y yo me encontraba medianamente satisfecho con lo que estaba haciendo, porque uno no llega nunca a estar del todo satisfecho con sus libros. En 2020 llegó el confinamiento y eso me llevó a terminarlo", cuenta el autor.
Una novela que tiene su germen en una semi-depresión del escritor, que se hallaba en una crisis de la mediana edad. "Notaba, antes de la pandemia, que a mi alrededor, mucha gente de mi generación estaba teniendo los mismos síntomas que yo de una u otra manera. Me apetecía que el narrador de la novela, que puede ser un trasunto mío, pues se comunique, dialogue, hable con amigos y personas de su entorno sobre esta especie de malestar en el que estábamos, que luego la pandemia exacerbó".
La historia gira en torno a un encierro. Algunos días antes de Navidad, un protagonista sin nombre, asediado por la falta de dinero, la precariedad laboral y por un desencuentro con su hermano, decide pasar las fiestas solo, encerrado en casa, faltando a la tradición de viajar al hogar familiar y renunciando a su vez a toda actividad social. Planea convertir su encierro en un acto personal revolucionario, en busca de una catarsis o un punto de apoyo que le sirva para superar su ya larga relación con la melancolía y acometer un viraje en su vida o, al menos, una reflexión fructífera sobre la misma. Decide comunicar su decisión a algunos de sus amigos.
Los conversantes, todos adultos sin hijos en una edad ya lejana a la juventud, personajes envueltos en el tránsito habitual de las fechas navideñas, van entrando en un estado alterado de conciencia que parece arrastrarlos a contemplar los lugares más significativos de su mapa familiar y su posición en el mundo, componiendo coralmente y sin premeditación, una suerte de estudio sobre la epidemia de tristeza que parece barrer el siglo XXI. Unos a otros se cuentan historias propias o ajenas, dando lugar a una suerte de ensalmo coral. "Sí. Mi primer manuscrito tenía como título provisional 'Encierro', que me gustaba mucho, que cambié cuando llegó la pandemia. Y ya me planteé el título actual, el definitivo, porque se desarrolla en esos días a finales de 2019".
El tiempo es otro de los vectores del libro. "En la novela reflexiono mucho sobre la falta de tiempo que un escritor no profesional, que es mi caso porque no me dedico a ello, tiene. Hay toda una parte intermedia, que se llama 'Interludio' justamente, que son como las notas, libros, que digamos él como lector ha estado subrayando y que son el esqueleto teórico de lo que luego se desarrolla en la obra. Y esa escasez de tiempo es la que obliga al escritor moderno a que el tema más a mano, sin tener que hacer demasiada investigación, seas tú mismo. Pero la auto-ficción es más antigua que el mundo. Ahí está la literatura confesional de San Agustín, en Rousseau, Montaigne, etc. Pensarse a sí mismo. Me gusta este género, del que además soy un gran lector".
'Esos días a finales de aquel año' contiene un mundo muy auto-referencial, de las artes, la música, la ficción, la pintura, los sueños, la embriaguez, "tecnologías, por así decirlo, que amplían los márgenes de la vida cotidiana, que puede ser muy insípida". Un título que es además un descubridor de palabras, autores, conceptos, canciones... "Me gusta la literatura muy abigarrada, con muchas referencias", añade.
Un libro que el autor describe como "una pequeña joyita de bolsillo, con un gran diseño", editado con mucho cariño por Niños gratis*. "Estoy teniendo muy buen feedback de la gente, cosa que agradezco. Y espero que siga gustando".
La obra se presentará de nuevo en Madrid, este jueves, 15 de diciembre, de la mano de la escritora Sabina Urraca, en la librería Mary Read; y el sábado 17 en Sevilla, en la sala El Cachorro, organizada por la librería La Fuga. En enero se presentará en Barcelona, junto a Mar García.
Sobre el autor
Álvaro Llamas (Jerez, 1976) es traductor y escritor. Ha vivido en Jerez, Granada, Barcelona, Aix-en-Provence, Sevilla, París y Madrid. Ha sido colaborador habitual de la revista en papel 'Clone' y ha escrito algunos artículos y entrevistas para las versiones digitales de las publicaciones 'Vanity Fair', 'Icon', 'SModa' y 'Librotea' (El País), 'El Estado Mental' y 'Uppers'. 'Esos días a finales de aquel año' es su primera novela completada y publicada.
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