ESTOY plenamente convencido de que la reflexión artística es la base de todas las acciones educativas, por lo que vamos a seguir recomendando la visita a las muestras que propician este método.

Dice Ramón González de la Peña que una de las principales obsesiones de los arquitectos a lo largo de la historia ha sido cómo introducir la luz en el espacio construido. Opina que “el objetivo de la arquitectura es crear lugares donde desarrollar las necesidades de las personas: la vivienda, la escuela, el teatro, el circo, la iglesia, la fortaleza, y más recientemente el hospital, la fábrica, la oficina”.

Pero añade que “esos espacios se han caracterizado, aparte de por sus circunstancias constructivas (materiales, técnicas, etc.) principalmente por su propuesta para recibir la luz natural: ventanas, lunetos, lucernarios, óculos, linternas, rendijas, patios…”

Estamos de acuerdo en que “es la luz la que aporta la belleza al espacio” y este tema nos sirve de  introducción para enlazar con la exposición Miradores de David Saborido en  SalaCal, exposición compuesta por dos decenas de obras cuyo tema principal se puede afirmar que es la iluminación del espacio.

Sostiene David que “los cuadros de esta exposición son como ventanas a través de las que asomarse a un mundo de sensaciones recreados en ellos”. (Ventanas, el principal de los elementos arquitectónicos utilizados para la obtención de la luz).

Cada espectador podrá elegir sus asociaciones dependiendo de cada sensibilidad.

Una nueva oportunidad que nos ofrece la SalaCal (Doctor Mercado, 1) hasta el 31 de octubre.