Bodegas Yuste se ha enganchado a la ola de los nuevos blancos del Marco con el lanzamiento de un vino seco envejecido bajo velo de flor en Sanlúcar de Barrameda, sólo que tiene la particularidad de emplear para su elaboración uva Pedro Ximénez de Montilla-Moriles.

Dos de las principales regiones vinícolas andaluzas, Jerez y Montilla, se dan la mano en Conde de Aldama Blanco Pedro Ximénez monovarietal de origen cordobés, en concreto en Moriles Alto, una de las dos zonas de calidad superior de la zona de producción montillana, en la que la Pedro Ximénez alcanza su máxima expresión y donde tiene lugar la vendimia y la fermentación.

El vino llega a Sanlúcar con 15 grados de alcohol naturales y un alto contenido en nutrientes beneficiosos para el desarrollo de las levaduras del velo de flor, bajo el que se cría al natural en bocoyes envinados de Manzanilla. 

“En pocos días, desde que recibimos el vino procedente de Moriles en la bodega, observamos un asombroso desarrollo del velo de flor” indica Miguel Villa, enólogo de Yuste, quien detalla que "la crianza biológica durante ocho meses en Sanlúcar de Barrameda, localidad que goza de una ubicación perfecta para este tipo de crianza, junto a la desembocadura del Guadalquivir, el Parque Nacional de Doñana y la influencia del viento de Poniente, ha dotado al vino de unas características organolépticas preculiares que lo hacen muy especial".

Bodegas Yuste empezará a comercializar este vino en botellas de 0,75 cl. de capacidad y en formato magnum bajo la gama Conde de Aldama con la mención Blanco Pedro Ximénez. En su lacrado artesanal y etiquetado, destacan los colores verde y blanco que aluden a sus connotaciones andaluzas.

Nota de cata 

De color amarillo intenso con reflejos verdosos, en nariz asoman las notas afrutadas, herbáceas y florales que se entrelazan con los recuerdos a bollería y almendra que aporta la crianza biológica. En boca tiene una gran personalidad, entrada seca con un paso sedoso, aterciopelado y mucho volumen. Mineral, tiza, acidez equilibrada y un elegante amargor característico de la uva Pedro Ximénez. Persistente, invita a beber.

La firma bodeguera recomienda su consumo acompañado de entrantes, embutidos, ahumados, ensaladas, marisco, pescado y arroces.