La Feria del Caballo 2022 está en peligro. La Asociación Andaluza de Empresarios de Hostelería de Feria ha anunciado que renunciará a acudir a la Feria del Caballo así como a la Feria de Abril de Sevilla dada la indignación que tienen por “el trato que están recibiendo por parte de la Junta respecto a las ayudas que se ofrecen por la crisis generada por la pandemia”.

La mayoría de estos empresarios, “que llevamos dos años en el paro”, no ha podido desplegar su potencial de servicio desde hace dos años lo que les está sumiendo “en la ruina”. Pepe Otero es uno de esos caseteros, natural de Sevilla, y conocedor a la perfección de las ferias de Abril y del Caballo. Según apunta, “las ayudas a algunos empresarios del servicio en las ferias pero no la la mayoría”. Al parecer el problema radica en los epígrafes contemplados por la Junta para otorgar unos 3.000 euros en ayudas. “El escollo se encuentra en que las ayudas para feriantes (por ejemplo, las aprobadas el pasado mes de junio), van destinadas, única y exclusivamente, a aquellos autónomos feriantes que cursan alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos durante el periodo de ferias”, se informa desde Diario de Sevilla.

La potencia de la Asociación Andaluza de Empresarios de Hostelería de Feria es indudable. Vayan dos datos por delante. En la Feria de Abril de Sevilla se estima que prestan servicios de cátering en 820 de las 1040 casetas que la conforman el Real de Los Remedios sevillano, mientras en Jerez, según apunta el hostelero Pepe Otero, “es especialmente destacable que gran parte de los empresarios hosteleros que ‘cogen’ una caseta en Jerez proceden de la provincia de Sevilla. “Puede haber entre 50 ó 60”, dice Otero, a los que se suman otros que vienen de Badajoz y hasta de Albacete. Estos datos vendrían a suponer que casi el 60% de las casetas del González Hontoria tienen a empresarios de la provincia de Sevilla al frente.

Pepe Otero, un veterano delos caseteros de la Feria del Caballo, destaca que “hemos decidido pasar a la acción porque llevamos más de una decena de reuniones con la Junta y no se nos ha ayudado en nada pese a que llevamos dos años sin fiestas y el sector está en la más absoluta de las ruinas. Los camiones está parados, el material empaquetado... No tenemos nada de nada. Algunos tenemos la suerte de tener un pequeño negocio que, tal y como están las cosas, apenas abrimos los fines de semana. Hay compañeros que se han ido incluso a hacer la campaña de recogida de naranjas para poder sobrevivir. Y mientras tanto las deudas se van acumulando impagadas”.