El cierre de las calles del centro a motoristas divide a los hosteleros

Los hosteleros de la ciudad que el pasado año criticaron duramente el plan de la 'motorada' se encuentran divididos en esta nueva edición. En concreto, las principales quejas de 2007 se centraron en que el cierre de las calles del centro impidió que muchos 'moteros' se desplazasen a los bares de esta zona de la ciudad. Una demanda que hicieron llegar al gobierno municipal que ha aumentado el número de aparcamientos para satisfacción de un buen número de afectados, aunque no de todos.

Adrián Bravo, que el año pasado integraba junto a más empresarios de la ciudad una plataforma en contra del plan de la 'motorada', reconocía ayer que las actuales modificaciones en el área de movilidad recogen ya las demandas que realizaron. "Hay que tener en cuenta que en 2007 fue una experiencia piloto y poco a poco se irá mejorando", destacó. Al mismo tiempo que reconoció que la creación de nuevas plazas de aparcamiento beneficiará tanto a los hosteleros de la zona centro como a los de la avenida Álvaro Domecq. "Este año hay parkings para motos en plaza Monti y avenida de la Cruz Roja, lo que permitirá que los moteros puedan desplazarse a pie hasta los restaurantes y locales de estas zonas", subrayó.

Casi en el mismo tono, desde Asunico, el portavoz de hostelería Paco Braza reconocía ayer que "el plan está mucho mejor este año porque el Ayuntamiento se está esforzando para solventar los fallos que se detectaron". No obstante, reconoció que aunque se ha aumentado el número de áreas para estacionar, ciertas zonas del centro continuarán teniendo problemas. "El entorno de la Alameda Cristina, por ejemplo, no tiene una bolsa de aparcamiento pero también tenemos que tener en cuenta que aunque todos queremos comodidad, tampoco es cuestión de aparcar las motos casi dentro de los bares", incidió. Aún así, Braza reconoció que lo más importante "es que ha habido mejoras y en los próximos años debe haberlas también. Por eso creemos que es necesario que se continúen celebrando coloquios para escuchar las opiniones de todos los afectados y actuar en consecuencia". Más aún cuando "se trata de un evento que beneficia mucho a Jerez y no podemos dejar que ese dinero se vayas sólo al resto de localidades de la provincia".

La opinión expresada ayer por estos representantes del sector, poco tenía que ver con las quejas de Acoje. En concreto, el portavoz de hostelería, Jesús Herrero, criticó duramente que un año más se cierre la ciudad ante la celebración del Mundial. "Ya el año pasado nos pareció fatal", subrayó. Al mismo tiempo que aseguró que acotar ciertas áreas de Jerez "no sólo perjudica a los motoristas, sino también al resto de personas que intentan acceder en coches". Para Herrero la pregunta es "¿por qué no pueden circular las personas libremente sin restricciones como siempre ha sido?". Por estos motivos, señaló que ante un acontecimiento de este tipo lo necesario es "atajar las gamberradas y hacer cumplir las leyes, no impedir el paso y libre circulación de personas que es un derecho".

Caso aparte, eso sí, es el de lo hosteleros y empresarios ubicados en los accesos a la ciudad. De hecho, hay que recordar que los establecidos en la avenida de Arcos fueron algunos de los que más partido pudieron sacar a la presencia de turistas, pese al gran despliegue policial para restringir la circulación. Sin embargo, muchos empresarios de otros puntos de la ciudad criticaron duramente la prohibición de colocar barras en los exteriores de sus establecimientos. Por lo que habrá que esperar a mañana para comprobar si los locales de moda las instalan este año, como hicieron muchos el pasado pese a la normativa municipal que lo prohibía para no molestar a los vecinos más cercanos.