campaña de regularización

La cruzada contra la picaresca en la hostelería se cobra otro bar del centro

  • l Urbanismo ordena el cierre de ‘La Carmela’ de calle Algarve por la falta de licencia para tener música en directo y veladores l Abre expediente al antiguo bar Alegría por el cerramiento exterior

Fachada del café-bar ‘La Escalera de Carmela’ o ‘La Carmela’ de calle Algarve, cerrado por orden de Urbanismo desde principios de esta semana.

Fachada del café-bar ‘La Escalera de Carmela’ o ‘La Carmela’ de calle Algarve, cerrado por orden de Urbanismo desde principios de esta semana. / Pascual

Por las oficinas de empleo de la ciudad desfilan cada semana los camareros que se han quedado en paro por los cierres de establecimientos hosteleros ordenados por Urbanismo en lo que va de año en el marco de su cruzada para la regularización del sector. “Que se queden en paro no es excusa para incumplir la normativa; la ley es igual para todos y con esta campaña damos respuesta a la demanda de los colectivos que representan al sector de acabar con la competencia desleal”, sentencia el teniente de alcaldesa José Antonio Díaz.

La delegación de Urbanismo ha notificado entre enero y febrero tres órdenes de cierre y otras tantas de retirada de veladores por distintos incumplimientos de las licencias que se requieren para el desarrollo de esta actividad económica. Pero la lista de actas incoadas en el mismo periodo a establecimientos hosteleros por infracciones de la norma es mucho más extensa.

Los locales afectados por el cierre, hasta la fecha, se localizan en el centro, caso del restaurante ‘El Bichero’ de plaza Vargas y ‘La Vega Chica’ de calle Sevilla –éste último, pendiente de la resolución de las alegaciones presentadas–, a los que en los últimos días se suma ‘La Escalera de Carmela’ en calle Algarve’.

Los técnicos de Urbanismo han notificado en lo que va de año tres órdenes de cierre y otras tantas de retirada de veladores

El café-bar regentado por los hermanos ‘Melli’ que ocupa el antiguo local de General Óptica anuncia a su clientela a través de un cartel colgado en la puerta el cierre por descanso del personal, nada más lejos de la realidad, pues según confirma el delegado de Urbanismo, su clausura se debe a la programación de música en directo sin la preceptiva licencia para ofrecer este servicio, asunto denunciado en reiteradas ocasiones por vecinos de la zona desde que ‘La Carmela’, como también es conocido, abrió sus puertas no hace ni medio año.

No es el único incumplimiento detectado en este establecimiento, que carecía igualmente de licencia de veladores, motivo por el que días antes de su cierre se retiró la terraza sustituyéndola por botas altas de vino.

‘El Bichero’, cuyo cierre se decretó, entre otras anomalías, por funcionar como restaurante cuando tiene licencia de cafetería, sigue precintado desde hace ya tres semanas a la espera de poder regularizar su situación. El problema, en este caso, es que el procedimiento para tener cocina tiene su miga. En palabras del teniente de alcaldesa de Urbanismo, “en las licencias de establecimientos de comida, los tiempos se alargan”, ya que además de presentar el proyecto con el correspondiente visado profesional, también se requiere informe de impacto ambiental, que depende de la Junta de Andalucía.

El cierre de 'La Vega Chica' está en suspenso mientras se resuelven las alegaciones presentadas por el propietario

Mención aparte merece ‘La Vega Chica’, cuya orden de cierre, notificada también hace tres semanas, responde a la falta de licencia de apertura, de veladores, de cocina y hasta de las obras ejecutadas en el local. Pese al cúmulo de irregularidades, José Antonio Díaz explica que el cierre está en suspenso en tanto se resuelve la alegación presentada por el propietario, que solicitó el cambio de titularidad de la licencia de apertura como cafetería.

Si prospera, el teniente de alcaldesa aclara que, en todo caso, el establecimiento tendrá que clausurar la cocina, al tiempo que anuncia que será sancionado por los veladores. “Estamos siendo muy escrupulosos”, asegura Díaz, quien apostilla que también se están inspeccionando los cerramientos exteriores de establecimientos hosteleros, como el del antiguo Bar Alegría en la calle Corredera esquina con San Pablo, que ha sido expedientado por el armazón de grandes dimensiones anclado en la vía pública sobre el que los técnicos decidirán si procede ordenar su retirada y sancionar a los propietarios.

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