El centro con mayor número de alumnos de toda la ciudad

Su número de matrículas ha ido oscilando de forma paralela a la población de la zona de La Granja, donde se encuentra y sigue cubriendo toda su oferta de plazas

Los alumnos trabajando con los ordenadores.
Los alumnos trabajando con los ordenadores.
Pilar Nieto / Jerez

30 de noviembre 2010 - 01:00

El colegio Antonio de Nebrija puede presumir de ser el que tiene mayor número de alumnos de Jerez y dispone también de grandes espacios, "aunque las amplias aulas que teníamos al principio hemos tenido que ir tabicándolas para sacar más clases. Ya no sabemos que más tabicar", comenta entre risas el director del centro José Crespo. Tras su apertura en el curso 72-73 el colegio fue creciendo "porque era el primero de la barriada de La Granja. Sólo estaba construida la fase antigua pero esta zona se superpobló y la afluencia de alumnos hizo que en el curso 78-79 hubiera hasta ocho aulas prefabricadas, así que se comenzó a edificar la segunda fase. Como tenía comedor, venían alumnos incluso de la barriada de San José Obrero. Los niños del colegio de Las Granjas venían a comer y los traían los propios profesores, sin autorización por escrito como pedirían ahora. Entonces la confianza en el profesorado era plena".

Por las tardes se ponía cine "y venían niños de 14 y 15 años hasta de Guadalcacín. Eran unos doscientos o trescientos, algo que hoy sería impensable, pero en aquella época servía para recaudar dinero para el viaje de fin de curso".

Mientras se construía el colegio de Las Granjas hubo que habilitar unas aulas . La tercera fase data de los años 80, en que el colegio vuelve a estar superpoblado pero se produce un segundo desdoble cuando se construye el colegio Alcazaba. "Entonces -explica el director- desaparecieron las prefabricadas pero se empezaron a tabicar las aulas, que eran grandes, para hacer dos".

En cuanto al profesorado, cuenta que "los primeros años era personal de tránsito, pero desde el curso 78-79 tenemos una plantilla muy estable, cuarenta de 56. Eso se nota mucho y redunda en la calidad de la enseñanza. Fuimos muchos los profesores que nos quedamos, aunque algunos se marcharon al Alcazaba cuando se abrió". En este centro han dado clases personas bastante conocidas en la ciudad como el que fue director del área de Cultura, Pedro Muñoz, el delegado municipal de Educación, Juan Salguero o el fotógrafo Mariano Cano, aunque también hay antiguos alumnos 'ilustres' como el músico Agustín Castilla Ávila, que se encuentra ahora en Salzburgo, Pablo Porras, bioquímico en Berlín, el ex futbolista Kiko Narváez y los conocidos periodistas Jaime Cantizano y Enrique Gallego. En el 80 se abrió el parvulario Rafael Alberti, que a finales de los 90 se fusionó con el colegio Antonio de Nebrija no sin protestas de algunos padres que querían que siguiera siendo parvulario.

"Los años 97 y 98 -reconoce el director- fueron muy malos para los colegios de La Granja, porque era una zona muy aislada, sin construirse nada alrededor. La población de la barriada fue envejeciendo y nos quedamos prácticamente sin alumnado, pero cuando c construyeron la parte de Chapín, Lola Flores, avenida de Europa y La Marquesa, esto se ha superpoblado otra vez". De hecho, este año han cubierto las cien plazas que ofertaban en Infantil de 3 años en primera opción "y seguimos cubriendo las plazas a pesar de la apertura de colegios nuevos como La Marquesa y El Membrillar".

Tanto es así que ahora les hacen falta más aulas. "Nos han prometido -explica el director- una ampliación de cuatro aulas y también nos hace falta el arreglo de los patios y pistas deportivas porque este es un colegio muy antiguo y sus infraestructuras están obsoletas. Hasta las ventanas son las primitivas, muy grandes de hierro y también necesitamos un elevador para minusválidos.

El claustro de profesores guarda muy buen recuerdo de Manuela Menayo, "una maestra que trabajó mucho el tema del teatro. El colegio Antonio de Nebrija era una institución en este nivel y se trabajaban cosas de envergadura. Todavía conservamos algo del atrezzo. El teatro lo hicieron los propios padres y veníamos los fines de semana a pintar los decorados. Algunos padres hasta nos traían una tortilla de patatas para que comiéramos".

El colegio incluso tuvo un equipo de voley-ball que jugó en la liga regional "y los llevábamos los profesores en nuestros propios coches a jugar a lugares como Huelva. Lo pasábamos muy bien". Ahora los alumnos son de un nivel socio-económico medio. "Esta es una zona buena a todos los niveles -dicen los profesores-. No hay grandes problemas pero también es verdad que llevamos muy a rajatabla la disciplina. Nuestros antiguos alumnos están muy orgullosos de haber estudiado aquí y guardan un recuerdo muy grato".

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