Colegio poeta carlos álvarez

Un centro donde profesores y padres han unido fuerzas

  • El colegio ha logrado la puntuación más alta en toda Andalucía a un proyecto de convivencia vinculado al trabajo que se realiza durante el curso con los progenitores

El colegio público Poeta Carlos Álvarez abrió sus puertas hace 27 años. Comenzó siendo un centro pequeño en el actual edificio de Infantilque se fue ampliando y luego se construyó el edificio grande.

Hasta ahora ha tenido dos directores y una directora. "Al primero de ellos -explica la actual, María del Mar Rodríguez Bel- le gustaba mucho la poesía y tenía un amigo poeta llamado Carlos Álvarez por eso propuso este nombre para el colegio".

El número de alumnos por aula no es muy elevado lo que, según la directora, "es una ventaja que hace posible una mejor atención del alumnado por parte del profesorado".

En cuanto al personal docente, dice que "hay un grupo que se mantiene estable en la plantilla pero cada curso escolar llega un grupo importante de profesores nuevos al centro, entre ellos siempre personas jóvenes en sus primeros traslados. Tanto unos como otros, durante estos años han estado abiertos a poner en marcha todo tipo de proyectos como TIC, Escuela Espacio de Paz, Compensatoria, Plan de Calidad y Plan de igualdad".

En este sentido considera que "tenemos suerte con el profesorado y todo el personal del centro, porque trabaja mucho, aunque los resultados no siempre sean los deseados".

Algunos de los aspectos de los que se muestra orgullosa son "la utilización de pizarras digitales, el 'apadrinamiento' de alumnos mayores a niños que se están iniciando en lectoescritura, una revista mensual de educación trabajada en tutorías y en familias y práctica de deportes muy variados que normalmente el alumnado de nuestro centro nunca ha practicado con anterioridad".

En el apartado de las dotaciones tampoco se queja y en este sentido señala que "es grande el esfuerzo por parte de todos para cuidar el colegio, decorar el edificio y mantenerlo bonito. Tenemos buenos recursos como biblioteca y material deportivo que se ha ido consiguiendo y manteniendo curso a curso y quienes nos visitan por primera vez suelen sorprenderse y decir ¡cuánta luz, cuánto color! ¡qué colegio más alegre, qué bonito!" Además, el patio tiene grandes zonas ajardinadas que utilizan para muchas actividades.

En el apartado de las necesidades, dice que "nuestro principal problema es tener el comedor en otro edificio, aunque tenemos el compromiso por parte de la delegación provincial de Educación de construir uno nuevo dentro del colegio".

Otra gran reivindicación por parte del centro es la de un salón de usos múltiplesya que, según la directora, "son numerosas las actuaciones que se preparan con los niños y no pueden compartir todas las familias del centro por falta de espacio".

De su relación con el Ayuntamiento y la delegación provincial de Educación dice que "es buena" y señala que "con los años hemos ganado en conocimiento mutuo las personas que trabajamos en todas las instituciones y eso ayuda a que la relación sea fluida". En general, dice que "sentimos su apoyo pero aún necesitamos más cosas que no podemos conseguir como un comedor, un salón de actos, la mejora del vallado y la solería de la entrada... Son muchas las peticiones que no siempre son escuchadas pero, de todas formas, de vez en cando recibimos noticias positivas como el reconocimiento de nuestro proyecto en convivencia vinculado al trabajo con las madres y padres delegados, que ha recibido la puntuación más alta dada a un proyecto unicentro en la convocatoria a la que se presentaron centros de toda Andalucía".

María del Mar llegó al colegio Poeta Carlos Álvarez en 1999 después de haber trabajado en la Residencia Escolar del Colegio de Sordos, en el colegio de Torrecera, Arquitecto Leoz de La Barca, San Vicente de Paúl y La Merced.

Fundamentalmente le gusta la docencia. "Me encanta -dice- estar y trabajar con los niños, especialmente enseñar a leer y escribir y lo sigo haciendo compatibilizándolo con la dirección porque son estas clases y los niños los que me hacen sentir a menudo que los esfuerzos merecen la pena".

Ahora después de nueve años como directora del centro y dos más como jefa de estudios, cree que "participar en un equipo directivo te da la posibilidad de encauzar el centro donde trabajas en la línea de la escuela en la que crees, conoces más y mejor al profesorado, al alumnado y a las familias. También tienes la oportunidad de conocer otros colegios y las actividades que hacen".

No obstante, reconoce que "tiene momentos duros cuando te ves obligada a tomar medidas que no gustan a todos o cuando tienes que decir que las cosas se hacen bien pero que aún se pueden hacer mejor".

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