'De copa en copa', la iniciativa tal vez más novedosa de las renacidas Fiestas de la Vendimia, se va consolidando 'de día en día', sin ánimo de hacer un chiste fácil con el nombre -apropiado- que se le ha dado a la muestra de vinos -o miniferia, como en su momento afirmó la delegada de Cultura y Fiestas, Dolores Barroso- que va a estar hasta mañana en la plaza del Arenal.

'De copa en copa' cobra todo su sentido en la sesión de tarde-noche -tal vez a mediodía hace demasiado calor, aunque algunos expositores han habilitado sombrillas y hasta césped artificial para luchar contra el calor- y son cientos las personas que se acercan a tomar una copa de vino y participar de esta experiencia en la que están presentes quince de los principales nombres del sector bodeguero. Ayer mismo hubo un momento en que se agotaron los tickets y hubo que ir a por más, algo que parecía difícil de pensar cuando el lunes por la mañana abrió sus puertas de una manera un tanto desangelada.

De hecho, son varias las bodegas que hablan, a falta de una valoración final, de que se trata de una experiencia "muy interesante" y con "posibilidades de afinarse de cara al futuro".

La mecánica es muy simple en cuanto a la compra de tickets para la degustación de vinos (de uno y dos euros para la adquisición de vinos de Jerez y vinos viejos de Jerez, que obviamente son los más caros), pero no tanto en lo que se refiere a la disposición de un catavino, ya que los stand de las bodegas no disponen de ellos. La mecánica más fácil para hacerse con uno es comprar tres tickets de una tacada, con lo que el comprador recibe un catavino del que luego podrá disponer en propiedad, o directamente, llevarse un catavino desde casa. No obstante, la mayoría de los 'stands' disponen de vasitos de plástico para una emergencia (pero para una emergencia, eh, que el vino no sabe igual).

Por último, hay que mencionar la posibilidad de adquirir en el mismo recinto montaditos también a un euro para hacer más llevadero el copeo.