El sector hostelero y el comercio saludaron ayer un cambio de nivel de alerta en Jerez que se ha hecho de rogar y que, según recordaron responsables de Horeca y Acoje, llega con una semana de retraso por el cambio de criterios para la relajación de las medidas del covid.

El presidente de la patronal hostelera, Antonio de María, y la presidenta de Acoje, Nela García, coinciden en que el paso a nivel 2 supone “cierto alivio”, pero no soluciona la difícil situación de ambos sectores, entre los más perjudicados por la pandemia.

Ante el nuevo escenario, García hace un doble llamamiento, ya que de un lado apela a la responsabilidad de la ciudadanía para que no baje la guardia y cumpla las normas porque “esto no ha terminado y puede volver a subir”; y de otro pide a la Junta que desvincule los horarios comerciales de los índices porque “no podemos volver a cerrar”.

“Estamos en la cuerda floja y si se recortara otra vez el horario sería un desastre absoluto para muchos que con la ampliación va a reabrir sus puertas”.

Por su parte, De María considera que la ampliación horaria no es suficiente para la hostelería y la restauración, que seguirán sin poder dar cenas.

El presidente de Horeca valora la reapertura de las barras, pues “hay muchos bares que no tienen terraza”, si bien puntualiza que “la situación mejora, pero no salva las cuentas de resultados”, para lo que “la hostelería necesita cerrar a las 23.30 horas y que el toque de queda sea a las 00.00 horas”.