El sector agrario está dando sobradas muestras de su grado de compromiso pese a los escollos legales que dificultan su labor esencial en estos días, la de garantizar el abastecimiento a la población. Primero fue el decreto que impedía circular a más de una persona por vehículo, ya rectificado por las autoridades a instancias de las organizaciones agrarias por la dificultad de muchos jornaleros para trasladarse hasta las explotaciones –antes sólo podía circular el conductor y ahora se permite otro ocupante o dos más en los vehículos con tres filas de asientos–, y ahora es el decreto que impide a los temporeros moverse más allá de municipios limítrofes por la crisis sanitaria, durante la que, no obstante, se permite hasta el 30 de junio cobrar el subsidio de desempleo y trabajar al mismo tiempo.

La campiña jerezana y el campo de la provincia, en general, tienen mano de obra suficiente para sacar adelante la actividad, centrada ahora en la recolección de cítricos, aguacate, patata, zanahoria tardía, remolacha de mesa y el remate del girasol; la siembra de boniato; y los tratamientos funguicidas de cereales –el trigo está ya espigándose–, pero muchos parados jerezanos, entre ellos los que se han quedado sin trabajo por el coronavirus, chocan de bruces con la restricciones a la movilidad geográfica impuestas por el gobierno a la hora de poder incorporarse a las campañas en comarcas agrícolas de provincias vecinas.

Asaja dispone de una aplicación para canalizar la oferta y la demanda de empleo en el campo, herramientra a través de la que la organización agraria ha puesto en contacto a más de 1.500 temporeros de la provincia con empresarios del sector que necesitan mano de obra.

Un agricultor labra las tierras con el tractor.

Asaja-Cádiz pone a más de 1.500 temporeros en paro y agricultores en contacto a través de una aplicación

El presidente de Asaja-Cádiz, Pedro Gallardo, lamenta, en este sentido, que muchos parados de la provincia interesados en atender la demanda de mano de obra de las campañas de frutos rojos y fresas en Huelva, la patata en Sevilla o los invernaderos en Almería, se vean privados de poder trabajar por esta restricción de movimientos. “Hay mucha gente de aquí que está queriendo ir a otras provincias pero se encuentran con esta limitación, por lo que hemos pedido al Ministerio de Empleo que modifique el real decreto y permita trabajar en otras provincias”.

El presidente provincial de Asaja detalla, a modo de ejemplo, que de acuerdo con el decreto, alguien que esté en Rota puede trabajar en Jerez porque son términos municipales colindantes, pero no podría hacerlo en Puerto Real y mucho menos en Sevilla, una situación similar a la que había en Italia, donde por las conversaciones mantenidas por Gallardo con responsables agrarios del país alpino esta semana, “se ha corregido esta limitación, y los trabajadores de faenas agrícolas pueden moverse por todo el país con un salvoconducto”.

“Antes era difícil encontrar a gente dispuesta para hacer estas campañas porque estaban obligados a interrumpir el cobro del subsidio de desempleo para trabajar veinte días y era un follón, pero ahora que se permite compatibizarlo, no se les permite trasladarse a los sitios en los que pueden trabajar”, señala el presidente de Asaja-Cádiz.