"Quien diga que no le gustaría dirigir su ciudad miente"
Consejero de Empleo desde 2004, el veterano político vuelve a Jerez vestido de parlamentario dispuesto a trabajar a fondo por su tierra · Cree que "no se han hecho todos los deberes" en un municipio que "no está muchísimo peor que otros"
Hace cinco días del cese y el móvil suena como nunca. "Sé quien me llama de corazón y el que me llama por cumplir". Antonio Fernández para a saludar a diestro y siniestro. "Parezco el Prendi de recogía...", bromea. "Hacía tiempo que no me paseaba así por Jerez, he desayunado y he visto la ciudad de otra manera", añade en el paseo por Cristina. Es viernes. Llega puntual y dispuesto a hablar de todo. Trae preparado un completo balance de sus seis años como máximo responsable de la ingrata y exigente Consejería de Empleo, y también se presenta con una mirada ilusionada ante nuevos retos por delante que cumplir.
-Usted parece haber sido de los que mejor ha encajado el cese, ¿la procesión va por dentro?
-(Risas) Las procesiones siempre van por fuera. En general, todos hemos asumido el cese basándonos en el hecho de que cuando te dan la responsabilidad la disfrutas -la verdad que esto de la política no tiene buena lógica (risas), porque es una jartá de trabajo y no hay calidad de vida-, y ahora mis compañeros y yo lo hemos asumido como una circunstancia más. A nadie le gusta que le quiten del sitio donde está trabajando. No estoy tocando las palmas, sería absurdo decir lo contrario pero hay que aceptarlo sin más vueltas. Igual que el presidente me nombró ahora quiere otros perfiles.
-Como firme defensor de la paz social, ¿qué análisis traza de la crispada situación actual entre Ayuntamiento y concesionarias, y cómo cree que hay que actuar?
-Una de las mayores aportaciones que pude hacer como miembro del partido en Jerez fue el eslogan de que esta ciudad tenía que ser normal. La clave era la normalidad porque la situación con gobiernos anteriores había hecho a la ciudad anormal, en las relaciones internas y con terceros. Creo que tuvimos unos años iniciales de normalidad; se firmó una especie de concertación que existe con una aportación de mediador que yo hice entonces con sindicatos y empresarios, y creo que se han roto los elementos de normalidad. Algo habremos hecho mal entre todos para que se produzca esta sensación o esta realidad cuando estamos en una ciudad que comparada con el resto no está ni muchísimo peor ni muchísimo mejor.
-¿Y por qué tanta crispación?
-Primero, hay cierta sustancia en la ciudad muy proclive a lo radical, posiblemente porque la ciudad pueda tener esa tendencia adquirida en los últimos treinta años; y segundo, creo que no hemos hecho bien todos los deberes. Hay que bajar, por tanto, el balón al suelo. Sin pasión y sin extremismo hay que empezar a hablar de los distintos problemas de las concesionarias y del problema de la empresa principal Ayuntamiento. A este Ayuntamiento no se le puede tratar con menos indulgencia que a otras corporaciones, cuya deuda era a 90 días vista y hasta la vista, y ahora se paga casi al contado; y también hay que asumir que una empresa concesionaria no es más que una manera de explotar un servicio público por trabajadores de una empresa privada que tiene que hacer frente a sus obligaciones.
-¿Se refiere sólo a la Administración local cuando dice que no se han hecho los deberes?
-Aquí cada uno tiene su parte de responsabilidad. La financiación municipal es un debate no resuelto a nivel nacional; la propia situación de acercar las finanzas; el 'no control' de los tratamientos salariales de los ayuntamientos... Hay alcaldes que cobran más que el presidente del Gobierno, de todos los signos políticos. El partido que tenga una receta alternativa en Jerez tendrá que decirnos si es la de Gallardón de subir de forma brutal los impuestos...
-...Por no hablar del 'no control' en la contratación...
-Eso ha pasado en todos los ayuntamientos, hasta los más pequeños han gozado de ese descontrol en la contratación.
-Hablando de plantillas sobredimensionadas, una de las últimas firmas que ha estampado como consejero ha sido la del 'archivazo' del ERTE para el Ayuntamiento de Jerez.
-El expediente del Ayuntamiento de Jerez ha tenido una tramitación administrativa sin ningún tipo de privilegio y sin ningún tipo de castigo. Esperaba una avalancha y por eso quité las competencias a las delegaciones y la centralicé, porque esperaba muchos más y afortunadamente no ha habido más. No he pegado un archivazo. El expediente lo ha archivado el propio solicitante y esa fue la resolución. Si no traes los papeles que te pido en una fecha te cierro el expediente. ¿Por qué se ha abierto más en el tiempo? No hemos esperado a que acabase el congreso para archivar el ERTE, como han dicho algunos, lo que ha pasado es que curiosamente el sindicato que más ganas tenía del cierre del expediente ha sido el que le ha dado vida al mandar un escrito de impugnación. Así, administrativamente, se amplían los plazos. La CGT, en defensa de la legalidad, hizo que coincidencias temporales justificadas encontrasen el morbo político. Creo que el expediente en mi concepción general tenía un procedimiento distinto al que ha llevado. Estas cosas son más discretas, flexibles, vendiéndolas más como una aportación de la sociedad que como un beneficio para unos pocos.
-Al final, emergió el concepto de 'vacaciones pagadas'...
-Eso son elementos distorsionadores y todo el mundo lo pudo hacer mejor porque el expediente empezó como pocos, con la firma de todos los sindicatos dando su conformidad a iniciar el proceso.
-¿Es partidario de la medida?
-La medida es la que yo predico en la empresa privada. La mayoría de expedientes de la crisis han sido suspensivos pero es una medida poco usada en la Administración. Era cuestión de ver si era aplicable o no, pero es un instrumento defensivo del empleo. Es una medida positiva y es la que le he pedido a las empresas que hagan. Algunos ayuntamientos pequeños la están aplicando y aquí podía haberse aplicado.
-Que no haya llegado a buen puerto, ¿ha sido fruto exclusivo de la mala 'venta' política?
-No es bueno para la sociedad vender como un pelotazo para unos pocos una situación de crisis. Estamos en crisis, como muchos otros ayuntamientos, y vamos a defender el empleo de todos, porque no queremos incrementar los impuestos para hacer frente a las nóminas. Ese discurso hubiese tenido un tratamiento distinto al que ha tenido de la propia respuesta social si lo vendes como una medida defensora del bolsillo de los ciudadanos. El ERTE es una medida que tiene elementos positivos de haberse presentado así y, entre todos, no hemos querido que se presente así, y el resultado es que si se manda para que la Junta decida, hay que ir con todo.
-Esta semana el pleno aprobó pedir un Estatuto Económico Especial para la ciudad por su singularidad histórica, ¿es una medida viable?
-Dudo de que esas peculiaridades no existan en otra parte de España. Respeto los votos de la ciudadanía, no sé de quién parte la iniciativa, pero en una situación de crisis la solución no es que me pague otro algo. Está bien, pero los agravios comparativos no son buenos... Puede llegar un momento en el que dejen de ser estatutos económicos singulares para convertirse en singularidad por universalidad y eso parece poco serio. Supongo que lo tendrán hablado con quien corresponde y deseo suerte a la iniciativa.
-El secretario general de los socialistas andaluces, José Antonio Griñán, hablaba esta semana de "riesgo electoral" para el partido en Andalucía. ¿Y en Jerez?
-Tenemos la menor parte de responsabilidad en una crisis provocada por otros y somos un gobierno que ha dado respuesta como nunca a las personas que más sufren sin merma del sistema de protección social. A pesar de eso, la coincidencia de alta subida de paro y circunstancias económicas adversas provocan riesgo al partido gobernante cuando el partido opositor toma una actitud de cuanto peor para la economía, mejor para los intereses partidarios. Ese conjunto de elementos en Jerez puede que tengan mayor incidencia. Se acumulan esos elementos generales con otros específicos que sólo ven como responsable al equipo de gobierno. No tenía por qué ser así pero se da aquí.
-El propio seno del partido en la ciudad, en parte, ve así la situación. Dicen muchos socialistas que no se ha podido dilapidar una mayoría absoluta en menos tiempo...
-Sí, pero yo no he escuchado ese debate en público. No sé si se producirá. En los foros del partido en los que he estado todavía no se ha asumido si estamos abajo o arriba. Que haya voces que coincidan pueden existir, pero al pronunciarme he de decir que no se ha escuchado eso.
-¿Se supone que usted ahora va a volcarse con Jerez? La secretaria general del PSOE local, Pilar Sánchez le recordó el día del cese que usted era un activo importante del partido en la ciudad, ¿no es así?
-El secretario general, mi secretario provincial y mi secretaria local tendrán que decirme, salvo contraorden, que mis actividades parlamentarias tengan alta presencia en Jerez. Informé a mi secretaria general con absoluto respeto al comunicarme el presidente mi cambio de actividad. Tuve una respuesta muy cariñosa por su parte y así lo valoró en la ejecutiva. La decisión que hay tomada es que yo trabaje en Jerez aunque sea parlamentario por Cádiz.
-En todo caso, no se ve de candidato en 2011...
-Lo que pasa es que cada pregunta tiene su respuesta en el tiempo. Ahora la única candidata es la actual alcaldesa. Esa pregunta no tiene cabida hoy porque hasta que los órganos del partido no digan lo contrario el sitio está ocupado.
-Pero usted estaría disponible...
-La gente que pertenecemos al partido y llevamos treinta años tenemos un principio de absoluta disponibilidad. Uno no puede estar sólo disponible para lo que le guste sino para lo que el partido entienda que es bueno para la sociedad. Hay que combinar todo eso con elementos personales, familiares... A mí lo que se me ha dicho es que trabaje más en mi actividad como parlamentario y que trabaje por Jerez, pero salvo que se diga otra cosa la Alcaldía está ocupada. Griñán dio su opinión y dijo que ahora estamos trabajando con lo lógico y no está abierto el debate. No podemos contribuir a un debate interno que mediáticamente se interpreta como una crisis.
-No me diga que no le gustaría ser alcalde de su ciudad.
-Empecé en la política municipal, es la mejor escuela y habría que recuperar la carrera política de lo global a lo local, y la gente sabe que yo soy un jerezano de pro, que comprende Cádiz y está enamorado de Andalucía. Claro que sí. ¿A quién no le gusta dirigir su ciudad? Quien diga que no, miente. Pero eso significa que voy a respetar a la alcaldesa.
-Pedro Pacheco dijo en una entrevista hace semanas que Mamen Sánchez sería una buena concejala. Teniendo en cuenta que es su amigo, seguro que a usted lo ve como un gran alcalde.
-No sé qué efecto tienen las palabras aduladoras de Pedro, si beneficiosos o perniciosos (risas)... Creo que hemos cometido un fallo y es el no darle un homenaje público y hacerle una calle. Es algo que le falta al regidor de la ciudad en 24 años.
-¿Considera que el ex alcalde pasó a la historia?
-Pedro tendría que asumir que forma parte de la historia de la ciudad. Sirvió a la ciudad con bastante entrega en un periodo bueno y luego en un periodo de exceso de poder nos hizo daño a todos. A él el primero. Aquí, en todo caso, ha pasado algo que hay que evitar: hemos convertido al político en delincuente. El pleno de Jerez no puede terminar en Tomás García Figueras, intercambiando denuncias. Es una locura. ¿Aquí cuándo se habla de política?
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