"Si el euro dobló todo, en el flamenco el caché se redujo a la mitad"
miguel a. soto 'el londro'. cantaor
El jerezano habla de su presente artístico que viene marcado por la gira que iniciará con Miguel Poveda en junio y su presencia en la LI Fiesta de la Bulería
Sin levantar la polvareda que levantan otros, Miguel Ángel Soto Peña 'El Londro' es uno de los artistas jerezanos más solicitados. En el baile es uno de los cantaores top y eso, unido a la confianza que Miguel Poveda tiene depositada en él, hacen que su calendario de actuaciones sea de los más intensos. Hablamos con él en la terraza del Club Nazaret donde nos cuenta su día a día.
-Le vimos el otro día en el cartel de la próxima Fiesta de la Bulería. Usted ha ido poco a este evento...
-En la Fiesta de la Bulería he estado con Mercedes Ruiz, pero ya hace tiempo. Solo nunca he estado. Y esta vez porque se ha acordado mi compadre David (Lagos) si no... (risas).
-En un espectáculo que reivindica las relaciones entre los flamencos de Jerez y Japón usted es de los que tiene cosas que decir...
-Hombre, a mí Japón me ha dado la vida, y para mi casa, todo, pero gracias a Kojima que ha sido con el que siempre he ido trabajando. Empecé con él en 1995 y desde entonces he ido todos los años, y hasta dos y tres veces al año. Con eso me daba para poder tirar y darme tranquilidad en mi trabajo.
-Dicen que el maestro Kojima se cortará la coleta en esta fiesta...
-Yo hace 25 años que lo conozco y creo que lleva cortándose la coleta como diez (risas). Es un amante de esto, yo creo que le gustaría morirse en el escenario, eso lo tiene claro.
-Tiene mérito que un octogenario esté ahí todavía...
-Sí, a eso no le gana nadie, porque es un enamorado del flamenco. Yo he estado con él en Japón y no se podía ni mover. Me decía 'Miguel yo no puedo' y yo le comentaba que hablara y lo suspendiera, pero que va, no sé cómo lo hacía, qué fuerza sacaba de dentro pero al final bailaba. Ahora en La Bulería pasará lo mismo y bailará, él ama el baile.
-Ha sido una vida entera dedicada al baile...
-Imagínate. Él ha tenido muchas vivencias. Sólo lo que tardó en llegar a España, dos semanas, es para tenerlo en cuenta. Luego lo que ha vivido en los tablaos, con la gente que ha coincidido.
-Cuando un artista escucha que el presupuesto de la Fiesta de la Bulería es de 240.000 euros, ¿qué hace?
-Te ríes, porque no lo ves. Yo no sé quién se lo llevará pero los artistas no. Ojalá (risas). Ahora, de lo que haya, ni la mitad. Hecha cuentas. Yo me entero de lo que yo cobro, que es lo que me interesa. Si alguien cobra más, me alegro igualmente, para eso están los cachés, pero un presupuesto así no lo suben los artistas.
-Afortunadamente, usted sigue siendo un artista solicitado para el baile. Es como Mourinho en los banquillos...
-(Risas) Yo no soy Mourinho, sería en todo caso Valverde, más callaíto (risas). De eso no tengo quejas. Los bailaores cuentan conmigo y aparte de Liñán e Isabel Bayón tengo cosas con Patricia Guerrero, Pastora Galván, Isabel Bayón, David Coria, Adela Campallo, gracias a Dios para el baile sigo ahí.
-Veo que trabaja también con las nuevas generaciones. ¿Le piden cosas distintas?
-Bueno, ahora todo es un montaje, y requiere mucho trabajo. Los bailaores trabajan a todas horas y quieren que estés con ellos todo el día. Cada uno va exigiendo cosas, pero bueno, para nosotros la dinámica es la misma.
-¿Y los cantes cambian porque cada año parece que se pone de moda uno?
-Sí, muchas veces te presentas en un festival y tienes que cantar tres farrucas y otras veces piden peteneras. No sé si se puede llamar modas, pero sí está claro que la gente quiere recuperar cosas antiguas que escuchan y van montando.
-Se preocupan entonces, ¿no?
-Ahora los bailaores son muy aficionados al cante, y sobre todo al cante más antiguo.
-¿Cuánto lleva ya cantando?
- Voy a hacer ya 27 años, empecé con 15 años. La verdad es que se me ha pasado el tiempo sin darme cuenta, nunca pensé en dedicarme a esto, pero mira. Afortunadamente sigo ahí, porque en esto si no trabajas, no cantas, o cantas en tu casa (risas).
-Lo que cuesta es verle delante. Eso es una cruz para muchos de ustedes...
-Cantar solo cuesta mucho, y aparte, al fin y al cabo tampoco te pagan como para cubrir a la gente a la que llevas. Hay veces que vas, porque dices 'bueno, pues yo no cobro', pero al final te das cuenta que así no se puede seguir. En el baile por lo menos tengo mi caché, mayor o menor, pero me respetan.
-¿Desde cuándo no canta en una peña en Jerez?
-Bueno, ya hace tiempo. La última vez fue en un homenaje a Álvaro Aguilar en Los Cernícalos pero fue una colaboración porque fuimos varios artistas. Hay veces que te comentan 'te tengo en cuenta', pero al final ni te llaman. Supongo que será eso que se dice de 'si no te veo no me acuerdo', porque por dinero no será, es que ni te llaman para darte la opción a negociar.
-Han pasado ya ocho años de aquel primer disco 'Luna de enero', que supongo pensaba que podría abrirle esa puerta...
-Sí, como todos, pero bueno, yo personalmente estoy muy satisfecho de aquel disco. A mí me sigue gustando y hay personas a las que también. Fue un disco muy bien trabajado por Santiago Lara, la prueba está en la crítica que tuvo.
-Ya que habla de disco, ahora su amigo Miguel Poveda estrena 'Enlorquecido'. ¿Eso es sinónimo de trabajo?
-Sí, claro. El disco sale ahora en mayo, pero la gira la empezamos el día 8 de junio en Cadaqués y bueno, ya tenemos confirmadas cerca de treinta cosas aunque me han dicho que llegarán a cincuenta y tantas.
-Qué tranquilidad, ¿no?
-Por supuesto, yo soy un privilegiado en ese sentido, y luego Miguel me trata fenomenal. Yo he tenido con él muchas vivencias en Japón, allí nos pegamos dos y tres meses y esa convivencia nos ha unido mucho. Para mí es una persona muy cercana, y luego como artista...Siendo quien es a mí me trata de lujo. Además, sólo tenemos que mirarnos para entendernos, nos conocemos desde hace 20 años.
-¿Cuántos kilómetros hace al cabo del año?
-Uff, yo no sé, sólo te digo que todos los años me dan la Iberia esa de plata, eso quiere decir que hago viajes (risas). Ahora con Miguel trabajamos mucho en España y eso es más cómodo, porque es salir de casa, trabajar, duermes y vuelves.
-Porque supongo que la cosa, fuera de ese universo Poveda, está chunga...
-La cosa está regular en lo que es caché, está por los suelos. También es culpa nuestra porque hay mucha gente que va por un caché a un sitio y por otro a otro y así no es. Si a la hora de hacer un cartel llaman a primeras figuras y se bajan el caché según el sitio, cuando bajas la escala y llegas a ti te ofrecen muy poco. Si tienes un caché de diez mil, el que va detrás cobra siete o cinco, pero si tú cobras dos mil o tres mil, el que va detrás coge migajas. Además, siempre he defendido que un artista tiene que pelear el caché. Yo soy autónomo y eso también se nota. No puedo ganar 50 euros, ¿cómo pago mi autónomo? Dicen que en el hambre de uno no manda nadie, pero bueno, habría que pensarlo.
-¿Siempre ha sido así?
-Claro que no. Antes te pagaban mejor. En ese sentido hemos retrocedido. Si como dicen como el euro todo se ha doblado, nosotros hemos ido al contrario, hemos ido a la mitad.
-De un tiempo a esta parte nos estamos quedando sin estandartes del cante en Jerez. ¿Hay relevo?
-Es verdad, se nos ha ido gente muy importante. Pero bueno, esto nunca se perderá, aquí hay cantera. María Terremoto, David Carpio, Manuel de la Nina...Jerez no perderá nunca el sitio porque en cada casa se huele.
-Para ir terminando, ¿qué le gustaría hacer próximamente?
-Yo a diario me siento realizado con lo que hago, que es lo que me gusta. Quizás, me gustaría hacer mi propio espectáculo y poderlo girar como cualquier otro compañero.
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