Un espectáculo 'a campo abierto'
En una dehesa de Jerez, la ganadería de Torrestrella plantea una oferta turística diferente · El evento, que se representa en la finca 'Los Alburejos', introduce al visitante en la relación entre ganadero y toro
A la ribera de la autovía Jerez-Los Barrios se encuentran las principales ganaderías de la provincia dedicadas a la cría del toro bravo, y justamente por esto, se conoce dicho itinerario como la 'ruta del toro'. A unos kilómetros de Medina Sidonia, en la finca 'Los Alburejos', llevan más de cincuenta años dedicados al trabajo ganadero, generación tras generación, y en la actualidad el hierro de 'Torrestrella' representa a una de las vacadas bravas más notables de España.
Don Álvaro Domecq Díez, conocido por todos gracias a su cargo de alcalde de Jerez entre 1952 y 1957, compró en éste último año el hierro de Salvador Suárez Ternero además de unas puntas de ganado de Curro Chica y Carlos Núñez, cruzando más tarde con algo de 'Jandilla'. Este entramado genealógico se convertiría en lo que hoy es Torrestrella, una ganadería de reses de lidia con encaste propio a la que los predecesores de don Álvaro Domecq Díez han entregado su esfuerzo. Por cierto, que esta ganadería toma su nombre del castillo que también se encuentra dentro de la finca, datado en el siglo XIII, y que perteneció a la Orden de Santa María de España.
Después de trabajar la idea de un espectáculo taurino diferente y ejecutarlo en Sevilla en 2005, a los gerentes de 'Los Alburejos' se les ocurrió que sería interesante mostrar al público las escenas más representativas del trabajo de los ganaderos, pero hacerlo en el enclave original, en la finca.
Así nace 'a campo abierto', un evento de tres funciones semanales -miércoles, viernes y sábados-, que incluso en estas jornadas tan calurosas funciona bien.
Grupos de alemanes, franceses y mayoría de españoles, llenan las gradas habilitadas en la finca, asomadas a un pequeño ruedo donde se desarrolla el espectáculo. Nada se da por hecho: El locutor introduce al espectador en el contexto ganadero, mostrando las distintas señas de identidad de algunas de las más célebres ganaderías, como la variedad de hierros y divisas; por lo que resulta interesante a aquellas personas que nunca han tenido contacto con la vida en el campo, o que no se sintieron jamás atraídos por ésta.
Vamos a asistir a la representación de la vida del toro y el caballo, y la relación del hombre con ambos. Un grupo de jinetes se encargará de hacer la presentación y a partir de ahí acorralarán a las distintas manadas de vacas, caballos y toros para el disfrute del público, que responde con animadas ovaciones. Cabe destacar la imagen del arranque de los astados bravos conducidos a garrocha desde la dehesa, y sobre todo, la representación del traslado del ganado tal y como se hacía en tiempos pretéritos, cuando los camiones eran algo inconcebible. Percibirá sin tener que esforzarse el espectador, la esencia de la vida en el campo, el respeto hacia el animal; y los más sentidos, se sabrán observadores de un arte y un conocimiento originarios de un tiempo inmemorial que se extingue poco a poco. Está muy bien conseguida esta estampa ganadera de otra época, escena en la que han incluido desde los bueyes guía, hasta un borrico con todos sus aperos.
Otro de los momentos más interesantes es el simulacro del destete que llevan a cabo, y es realmente impresionante ver cómo los perros alanos trabajan junto con los jinetes para separar a las madres de los terneros. También encontramos en 'A campo abierto' dos breves interludios en los que se hace una pequeña demostración de doma vaquera y doma clásica.
En conclusión; es una actividad diferente que puede ayudarnos a tener más en cuenta la oferta rural, y así descansar un poco del bullicio urbano.
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