La esperanza cuesta 9.000 euros y vive en Alemania
Una familia de San Telmo con sus miembros en paro busca fondos para operar al pequeño Abraham de una malformación en el cerebro que compromete su desarrollo
El protagonista de esta historia es Abraham y apenas tiene dos años de vida. Contaba tan sólo cinco meses de edad cuando su madre, Gema Fontán, una joven de 21 años, se llevó el susto de su vida: uno de sus mellizos comenzó a sufrir convulsiones. A la carrera se llevaron al pequeño al servicio de urgencias pediátricas del hospital de Jerez "donde sufrió cinco nuevos episodios de convulsiones", recuerda la joven. Numerosas pruebas y un largo peregrinar por centros sanitarios concluyeron en la vecina ciudad de Cádiz, donde las pruebas diagnósticas, especialmente las resonancias magnéticas, llegaron a la conclusión de que el pequeño sufría una hipogenesia de cuerpo calloso. Dicho de una forma más sencilla pero igualmente dura, el pequeño, a sus cinco meses, padecía un desarrollo anormal del cerebro. "Es algo así como que una parte de su cerebro no se había desarrollado del todo".
Fue entonces cuando sus padres, abuelos y tíos comenzaron a interesarse por esa enfermedad y por sus efectos. No les gustó lo que los especialistas les dijeron que habría de padecer el pequeño Abraham y que en los meses siguientes vieron cumplirse en el cuerpo del niño: retraso en el sistema locomotor (problemas para desplazarse por sus propios medios), convulsiones, afección en un oído (algo que ya padece) y un ductus arterioso en el corazón (deficiencia que también le ha sido detectada).
La historia de Abraham acontece en el seno de una humilde familia jerezana, cuyos nueve miembros viven en una bonita pero pequeña vivienda de 49 metros cuadrados en el barrio de San Telmo. Los abuelos del pequeño son Pepi y Blas, quien ya acumula un año y dos meses en el desempleo después de que el sector de la construcción haya caído en picado y se encuentre en la actualidad en un insoportable estado de letargo. La paga de 426 euros del cabeza de familia se erige en el único dinero fijo que entra en la casa. El padre del pequeño, también de nombre Abraham, está igualmente en el desempleo.
La situación económica que padece la familia impide que el único tratamiento que puede mejorar el estado físico del pequeño Abraham les quede al alcance de sus posibilidades.
Según explica la madre, Gema, la esperanza de la familia radica en Alemania y en una nueva técnica médica llamada tratamiento intratecal. ¿En qué consiste? Pues según explica la madre con envidiable 'desparpajo' científico "en sacarle una parte de la médula al niño y acto seguido separar las células madres. Una vez conseguido esto se le vuelven a inyectar estas células para que la parte del cerebro que no se desarrolló pueda hacerlo". Para la familia dicho tratamiento es su principal esperanza. Así lo creen los padres, quienes han consultado a la neuróloga que trata a Abraham, quien les ha dicho que está recopilando información al respecto de esta novedosa técnica.
El tratamiento es idéntico al que recibió, gracias a la generosidad del futbolista jerezano Dani Güiza, el pequeño Fran Brenes. Los avances que experimenta el pequeño Fran provocan tanta alegría a sus padres como a los de Abraham, que tienen en esa nueva técnica su gran esperanza. "Fran ha experimentado muchas mejoras en el sistema locomotor. Así, por ejemplo, ya es capaz de botar pelotas e incluso ha progresado a la hora de comunicarse con los demás".
Como es fácil imaginar, el gran problema es el dinero, una dificultad prácticamente insalvable para una familia que no tiene nada y que tan sólo derrocha ganas de trabajar y de salir adelante como sea. Para quienes deseen ayudar, los veinte dígitos del código de la referida cuenta bancaria de Cajasol es 2106.1205.36.2189731051.
"La operación -apunta la madre del niño- no es especialmente cara, ya que apenas viene a costar unos 9.000 euros, a los que hay que sumar los gastos del desplazamiento en avión y los del alojamiento, y que vienen a suponer unos 1.500 ó 2.000 euros más". Es por todo ello por lo que esta familia pide un gesto solidario de los jerezanos a favor del pequeño Abraham y de su futuro y abren la referida cuenta en Cajasol para, de esta forma, poder viajar a Alemania y operar al niño antes de que su enfermedad le coarte aún más su desarrollo como persona.
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