Más de 300.000 euros en ayudas en alimentos en apenas seis meses

Las cifras en Cáritas hablan por sí solas y se han disparado en los últimos años. En el último semestre de 2010, la institución realizó unas 16.500 intervenciones de acogida o asistencia en toda la diócesis con un gasto en ayudas económicas directas para las necesidades más básicas próximo a los 500.000 euros, concretamente 482.523 euros, de los que la mayor parte están destinados a alimentos: 328.000 euros. Pero además, Cáritas realiza aportaciones para vivienda, casi 60.000 euros en los últimos seis meses del pasado año, ropa y calzado, educación y formación, transporte, gastos sanitarios y otros pagos como recibos de luz y agua. Casi 4.000 familias han sido atendidas por las Cáritas en ese último periodo, una cifra que no para de crecer. La parroquia de Santa Ana ha pasado de atender hace un año a 70 familias a asistir al doble. En San Pablo, cada lunes se acercan a la parroquia entre 70 y 80 familias, en Madre de Dios también se ha doblado el número de demandantes de ayudas, con 126 familias y en Santiago son ya 85, a las que se sólo se les puede dar en este último caso, alimentos, porque no cuentan con ingresos para otro tipo de atenciones. En general, la mayoría de las parroquias atiende una media de dos familias nuevas por semana. Desahucios, retrasos en facturas, cortes de luz por impagos son sólo algunos de los problemas que llegan a los voluntarios de Cáritas. La institución pone el acento en la poca oferta de viviendas en alquiler, sobre todo en el centro, a precios elevados y en muy malas condiciones de habitabilidad, con lo que muchas familias tienen que compartir vivienda con otras. Destaca también el peso que están soportando las personas mayores, que son ahora el sostén de sus hijos, y el importante número de mujeres que no habían trabajado anteriormente y que buscan ahora empleo en el sector doméstico por encontrarse sus parejas en el paro.

El nuevo director de Cáritas, Francisco Domouso, insiste en la labor de la institución, mientras afirma que “nosotros no damos limosna, que es degradante para el que la recibe” y agrega que “a veces pensamos que Cáritas es sólo la organización que da una bolsita de comida y es mucho más”. En este sentido, Domouso recuerda todos los frentes en que Cáritas trabaja gracias al esfuerzo de los voluntarios, desde el centro de día para transeúntes, los talleres de promoción o su granito de arena en el tema del empleo con su servicio de orientación laboral, entre otras iniciativas.

Esta semana, Cáritas celebró la IV Semana de la Pobreza bajo el título ‘¿Qué mundo estamos construyendo?´’, en la que han intervenido el teólogo y profesor de la Universidad Complutense PedroJosé Gómez Serrano y el técnico de Cáritas Guillermo Fernández Maillo, además de la mesa de experiencias , en la que participaron la religiosa Carmen Torres, Rosalía Bejarano (Siloé), Antonio Rivera (Mundo Joven) y Ana María García, del mundo rural.