El examen para la 'matrícula de honor' en los carruajes

La voz de Jerez

Turismo 'inaugura' la ordenanza reguladora del servicio de coches de caballos · Se duplican las licencias para este año

El examen para la 'matrícula de honor' en los carruajes
El examen para la 'matrícula de honor' en los carruajes
María Valero / Jerez

04 de mayo 2011 - 01:00

Entre el ruido de los coches se escucha el singular sonido de las herraduras de unos caballos por el adoquinado de la alameda Cristina. No está de más reivindicar y poner de relieve las señas más profundas de la ciudad, y aunque suene a tópico, el caballo es uno de los pilares de Jerez. Es por ello por lo que hace aproximadamente un año se puso en marcha un trabajo exhaustivo desde la delegación de Turismo para crear una ordenanza reguladora del servicio turístico de coches de caballos. Ahora comienzan a verse los resultados y no son pocos. Gracias a este proyecto se ha podido duplicar el número de licencias de estos vehículos, llegando a diez, manteniendo una calidad que hacía falta en la ciudad.

Inspecciones, tasas, exámenes... Un escrupuloso análisis del carruaje, cochero y caballo permite poner en las calles de Jerez unos coches dignos de convertirse en las mejores estampas. "Hemos conseguido una gran calidad para un servicio público. El Ayuntamiento tenía un interés muy grande en regular esta materia y consideramos que es mejor tener menos coches en la calle pero que éstos sean los mejores", destaca el delegado de Turismo, Juan Manuel García Bermúdez. A mediados de 2010 esta área del Ayuntamiento asumió el servicio para dar las licencias a los demandantes, ya que éstas estaban sin actualizar desde 2009. "Hemos puesto en marcha todo el procedimiento, se sacó una convocatoria, se ampliaron las plazas de cinco a diez y se ha trabajado con Movilidad para que aumenten también las paradas. Después de un proceso bastante laborioso ya se han seleccionado los coches que tienen licencia para 2011", señala el responsable municipal. Gracias a esta normativa, todo coche de caballos que no tenga la placa de la licencia será multado por la Policía, al igual que será sancionado aquél que teniendo el permiso no cumpla con las normas básicas impuestas por la delegación.

"Entre todos vamos a conseguir fomentar el coche de caballos en Jerez. Además, evitaremos la piratería que cada vez inunda más este servicio", apunta el portavoz del colectivo, Juan Sambruno. El jerezano que lleva "toda la vida" en la profesión reconoce que ciertos vehículos en mal estado "han estado circulando sin permiso y perjudicando a la ciudad y a los mismos cocheros. Esto además de un trabajo lo hacemos por afición. Todos luchamos por mejorar lo máximo posible".

Técnicos de Turismo, entendidos en enganches, un veterinario e inspector de Medio Ambiente e incluso agentes de la Policía Local examinan cada milímetro del vehículo, el animal y al propio demandante. Todo se mira con lupa en la inspección que se ha realizado por primera vez el pasado mes de febrero en la pradera de Chapín. La calidad de las ruedas y la amortiguación, la tapicería del interior de la caja y la estética de las guarniciones utilizadas para el enjaezado de los animales son algunos de los aspectos que se analizan en este peculiar examen al aire libre. Después se comprueban los criterios morfológicos, higiénicos, sanitarios y de movilidad de las caballerías. Tanto es así, que hasta se estudia la manejabilidad en relación al paso, trote, galope y paso atrás.

En la última fase se analizan los conocimientos y aptitudes del conductor como la asistencia a cursos de idiomas, de turismo y la peripecia en la conducción.

La comisión califica de 0 a 10 cada una de las solicitudes admitidas a trámite y la nota final es el resultado de la media aritmética de las calificaciones otorgadas al carruaje, a las caballerías y al conductor.

"Debemos tener una calidad especial en los coches y en eso trabajamos desde la delegación. Estamos muy satisfechos y recalco que todos tenemos que seguir trabajando en la imagen, tanto del propio cochero, como del caballo y el vehículo. No podemos defraudar porque sería muy negativo desde el punto de vista turístico para la ciudad", remarca el delegado.

Benito Fernández conoce muy bien esta profesión. Con más de veinte años a sus espaldas subido a un coche de caballo, este jerezano tomó estas 'riendas' para continuar con la tradición familiar. Todo comenzó con su bisabuelo y después de muchas décadas la afición la ha pasado a sus hijos. "Esta licencia está muy bien porque así por lo menos tenemos una organización. Desde luego la señorita Silvia -técnico de Turismo- lo ha preparado todo estupendamente", señala Benito. Él es el más veterano en el colectivo y enseña orgulloso su 'matrícula' que le permite circular por la ciudad. "La crisis afecta mucho a esta profesión, la cosa está muy mala y se pasan muchas fatiguitas. Pero creo que todo este trabajo nos va a ayudar", declara Fernández.

Sin duda se ha avanzado con un buen ritmo, casi frenético, en mejorar la calidad de estos vehículos. Las bases de un servicio público en mayúsculas han escrito sus primeras líneas.

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