Pepe de Joaquina | Cantaor

“Hace mucho tiempo que no veo a un artista sobre un escenario”

  • El jerezano acaba de lanzar un vídeo musical a las redes sociales, ‘La Mora’, con el que rinde homenaje a Antonio Gallardo y a Los Faraones

Pepe de Joaquina posa para Diario de Jerez.

Pepe de Joaquina posa para Diario de Jerez. / Vanesa Lobo

José Vargas Fernández ‘Pepe de Joaquina’ (Jerez, 1954) no es, seguramente, el mejor cantaor de Jerez, ni tan siquiera el mejor bailaor, pero nadie le quita que encima de un escenario irradia una personalidad al alcance de pocos. Aquel jovenzuelo que se destapó de la mano de Antonio Gallardo con ‘Los Faraones’ es, a sus 66 años, un artista en plena reconversión, y sus inquietudes le hacen estar hoy por hoy al pie del cañón.

–Acaba usted de estrenar single en las redes sociales, ‘La Mora’.

–Sí, ‘La Mora’ forma parte de un proyecto que tenía preparado este año y que me hacía mucha ilusión, pero claro, llegó en marzo la pandemia y todo se fue al traste. Así que ahora, una vez que la cosa ha ido mejor, decidí grabar este vídeoclip.

–¿Y esperaba esta buena acogida porque el vídeo tiene muchas visualizaciones?

–Sinceramente no. Hemos estado casi dos meses trabajando con el vídeoclip, que es muy puntilloso para algunas cosas, sobre todo para cuadrar sonidos e imágenes. Creo que se ha hecho un bonito trabajo pero realmente no esperaba esa acogida que ha tenido. Me ha llamado gente hasta de Méjico, de San Francisco y San Diego y de Londres, con decirte que cada vez que cojo el teléfono siempre está la campanita encendida (risas). Estoy muy contento dentro de lo que estamos pasando.

–La pandemia ha dejado muy tocada a la cultura...

–Sí, sobre todo a los artistas, que hemos sido de los más malparados de esta situación. La cuestión es que todo está parado, y lo que es peor, como no sabemos cuándo se va a terminar esto el futuro que tenemos aparece con mucha incertidumbre.

–Habla usted de un proyecto, pero ¿puede adelantar algo más de él?

–Sí, es un proyecto espectáculo que iba a tener también un disco, donde ‘La Mora’ era la pieza principal, porque de hecho el proyecto se llama así. Mi idea era presentarlo en mi tierra, iba a intentar que fuese en Villamarta, y ya tenía cerrada algunas cosas fuera, lo que pasa es que con esto se ha ido todo al traste. Ahora sólo toca tener paciencia y esperar que este bicho nos deje tranquilos, porque yo además salgo poco de casa.

–Me llama la atención que en el vídeo aparezca Pepe de Joaquina ‘El Faraón’....

–(Risas) Sí, porque ‘La Mora’ era un tema que hacíamos Los Faraones de Antonio Gallardo, y de alguna forma yo, pese a que ha pasado mucho tiempo, me sigo sintiendo un faraón, por eso lo he hecho así. A lo mejor a mucha gente le puede sorprender, pero lo he hecho porque quería que ese nombre no quedara en el olvido. Además, a estas alturas no voy a cambiar mi manera de ser, siempre he sido así, nunca me he cambiado la camisa por modas o lo que digan. Por eso quizás he hecho de todo en el escenario. Con decirte que se ponía malo un bailaor de repente y ahí que iba Pepe de Joaquina con el chaleco y las botas a bailar (risas).

El cantaor, en el salón de su domicilio. El cantaor, en el salón de su domicilio.

El cantaor, en el salón de su domicilio. / Vanesa Lobo

–También una especie de homenaje a Antonio Gallardo...

–Sí, en cierta forma sí porque él fue quien nos sacó cuando éramos unos chiquillos, quien nos puso calentito y con él aprendimos muchísimo. Es más puedo decir que nos hicimos artistas con el grupo. Antonio hizo una selección en Santiago y en el grupo estábamos Diego Carrasco, El Gómez de Jerez, Luis Paulera, Lorenzo Gálvez ‘Ripoll’, Moraíto Chico, Moraíto de Ramona y un servidor. Yo era el más pequeño, y tendría unos 17 años, date cuenta que estamos hablando de principio de los setenta. Luego, con el tema de la mili, que antes duraba 18 meses, se incorporó Manuel Lozano ‘El Carbonero’. La verdad es que trabajamos mucho, sobre todo por toda España.

–Dicen que Antonio Gallardo era muy exigente, ¿qué opina usted?

–Bueno, Antonio era muy profesional y te exigía en función de las condiciones que él veía en cada uno de nosotros. Eso sí, tenía muchísima paciencia. Igual que él era exigente consigo mismo, lo era con nosotros. Recuerdo que a veces no le cuadraba un verso y se llevaba allí dándole vuelta hasta que le salía. Hasta para eso era genial y responsable en su quehacer. Fíjate si era exigente que a nosotros nos pulía hasta con un piano, llamaba a su amigo Nicolás Sánchez, que en paz descanse, y nos ponía a cantar con él hasta que aprendíamos. Todo eso se lo tenemos que agradecer.

–O sea que para usted ha sido un pilar clave en su carrera...

–Por supuesto, con decirte que con las cosas de Antonio Gallardo es con las que más me identifico como artista, porque aparte de que lo tengo a él en mi sentío, sus creaciones me llegan. Mis autores preferidos son Gallardo, Quintero, León y Quiroga y Manuel Alejandro. Con esas letras me identifico y me encanta llevarlas a mi terreno.

–¿Es cierto aquello que cuentan que fue Caracol el que llamó personalmente a Gallardo para que Los Faraones se fueran para Madrid?

–Sí, porque eso ocurrió en un ensayo, con nosotros delante. Caracol llamó a Antonio y le dijo ‘Antoñito, tráete a los niños este viernes y si tienen contrato, los cancelas’. Recuerdo que Juanito Villar y La Tati acababan de terminar y Caracol quería cubrir esa atracción con nosotros. Así fue y allí nos plantamos el viernes en Los Canasteros. Nos quedamos a dormir en un apartamento en la calle Chinchilla, y lo que iba a ser un contrato de 15 días fue de 6 meses.

–¿Y qué pasó después?

–Bueno, en mi caso, porque como he dicho había muchos compañeros que se tenían que ir a la mili, Caracol me ofreció quedarme en Madrid. A mí y a Moraíto, y allí nos quedamos un año más.

–Era el Madrid en el que los artistas se escuchaban unos a otros...

–Sí, porque allí había muchos artistas y muy buenos. Con decirte que la sala de fiestas de Caracol siempre estaba llena de artistas, gente de la talla de Lola Flores, Rocío Jurado, Faíco.... Recuerdo que Vicente Soto y José Mercé estaba en Café de Chinitas y se venían a vernos. Imagínate la que se formaba allí después. Allí nos hicimos artistas. Puedo decir que me bautizó como artista Antonio Gallardo y me consagró Manolo Caracol.

"Nunca me he cambiado de camisa, he hecho lo que me gustaba hacer, y de eso estoy orgulloso”

–Cuando hablamos de Pepe de Joaquina es hablar del cante por cuplé. Es curioso porque hubo un tiempo que el cuplé estaba hasta mal visto y ahora en cambio, casi no se hace...

–Es cierto, recuerdo que hubo una época con Juan de la Plata que siempre criticaba a los que cantaban por cuplé, prefería que se preservara la bulería corta de Jerez. Yo también sé hacer los cantes de Jerez, pero el cuplé me encanta y es lo que he hecho siempre. ¿Y por qué ahora se hace menos? No lo sé, pero posiblemente sea porque el cuplé son canciones por bulería y consiste en transportar la melodía y la letra de una canción al flamenco, y eso no es fácil, más que nada porque hay que hacerlo con sentimiento. Es lo que tiene la canción por bulería o el cuplé (canta a capella ‘El año entrante...’), y cualquiera no lo hace. Yo personalmente me identifico con él, y me lo canto y me lo bailo. Eso no quita que si tengo que ir a una peña y hacer ocho palos de cante, también lo hago.

–(....)

–Mira, ahora me viene a la mente una Fiesta de la Bulería que se celebró en el año 68 en el Terraza Tempul donde estaba en juego la Copa Jerez y hubo polémica por si lo debían dar a El Sernita o a Fernando Terremoto. ¿Sabes quién fue el triunfador de aquella edición? Uno de los más geniales artistas que hemos tenido en Jerez, José Vargas ‘El Mono’, que levantó al público aquella noche. José era mi ídolo, me identificaba con él, y su forma de decir la canción por bulería me fascinaba. Además, luego se pegaba una pataíta de arte increíble. Muchas veces coincidí con él en San Juan de Dios, porque él era muy amigo de mi hermano Curro y sus novias, mi cuñá Salvaora y la Moni eran hermanas. Mientras que esperaba a mi hermano, nos poníamos los dos a cantar y hacer pataítas en la barandilla de San Juan de Dios.

–Ya que habla de esa anécdota ¿antes había más unión entre los artistas?

–Yo creo que sí, que antes era distinto. Eran otros tiempos. Mira, yo veo ahora las redes sociales y no hay tanta unión como había antes, pero bueno, será cosa de la sociedad. Yo por lo menos cuando veo a un compañero, le pongo de bueno pa arriba.

–Como artista, ¿de qué está más orgulloso?

–De mi arte. Para mí, lo primero es mi arte, cantar y bailar, eso es lo que amo más y lo que más me tira. Eso no quiere decir que cuando he tenido que hacer otra cosa, la he hecho, en mi casa nunca ha faltado el pan, aunque es cierto que no era lo mío. Recuerdo que me fui una vez con mi hermano Curro a trabajar soldando tela asfáltica. Me dieron un soplete y el soplete lo usaba pa asar un besugo. Me iba a la plaza de Puerto Real con mi primo Pepillo, que en paz descanse, y asábamos los besugos (risas). Cuando me vio el encargado, me largó pa mi casa. Por eso digo que yo sin el arte me moriría. Hasta en el colegio, cuando estaba en Carmen Benítez, metía las puntas y los tacones pa bailar mientras estaba sentado en el pupitre. Luego venía don Marceliano y no veas la que me daba. Ahora estoy pasándolo mal porque no puedo cantar y expresar todo lo que tengo dentro. Por eso mi familia está ya harta de mí con esto de la pandemia porque me hago vídeos cantando y bailando solo (risas).

–¿El artista nace o se hace?

–El artista nace, eso se lleva dentro, es algo que siempre he defendido. Te digo un ejemplo. Tú escuchas un fandango o una bulería por soleá como lo hacía Manuel Soto ‘El Sordera’, una seguiriya de Terremoto, una soleá de Tío Borrico, o una bulería de La Paquera y son cosas innatas, que no se aprenden, son naturales.

–Echa de menos a toda aquella generación por lo que veo...

–Hombre es que hoy día no veo eso. He tenido la suerte de vivir y convivir con varias generaciones de artistas extraordinarios, por eso ahora todo me parece poco. Con decirte que no veo un artista sobre el escenario desde hace mucho tiempo. Es como cuando veías a Paula haciendo el paseíllo, a veces sólo era necesario eso, no hacía falta verle torear. Yo he visto a artistas que sólo con subirse al escenario ya transmitía. Y me viene a la mente Bambino, el Príncipe Gitano...Esa estampa o carisma de artista no lo veo o será tan nacido que ya no hay.

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