El flaustista de Galapagar

Tierra de nadie

El flaustista de Galapagar
El flaustista de Galapagar / Víctor Lerena/ Efe
Alberto Núñez Seoane

21 de mayo 2018 - 08:30

No hay por dónde cogerlo. Por muchas ganas que le echen sus seguidores, por mucho empeño que pongan sus defensores, no hay por dónde cogerlo.

Si la incoherencia es un defecto demoledor que descalifica a cualquier persona, en el caso de un "servidor" público, de un político, se convierte en una lacra que lo inhabilita para seguir, un solo minuto más, ostentando cualquier tipo de responsabilidad. Así, al menos debería ser, aunque, obviamente no lo es.

Es un vendedor de humo, un malabarista ideológico, un espantapájaros de la política. "Pablito Capillas" es como aquel músico de la fábula de los Hermanos Grimm que, al son de su flauta y para cobrar una deuda pendiente, arrastró, entre ensimismados y alelados, a los niños de Hamelín hacia la cueva en la que desaparecerían. La flauta de "Pablito" es su poca vergüenza, la melodía embaucadora: su populismo barato, la deuda que cree le debe el mundo: un liderazgo intocable y no discutible para alguien que, como él en su patético delirio, está por encima del vulgo -al que desprecia- y "la casta" -a la que aspira-; los arrastrados son todos los que de buena voluntad creen sus infumables patrañas.

"Pablito", el "prenda de Galapagar", se ha agenciado una casita de 600.000 euros de vellón para, dice, criar a sus hijos "en la intimidad". El "mushasho" va a tener que pagar 850 euros al mes durante 30 años, sumados a otros 850 que va a poner su novia, Irene Montero -"la portavoza" que puso a caer de un burro al ex ministro "capitalista" Luis de Guindos por haberse comprado un ático que le costó, ¡curioso!, 600.000 euros-. Para la feliz pareja aquello de que los políticos deberían cobrar el salario mínimo, 735,90 euros/mes, -decían-, y aquello otro de donar al partido el excedente mensual que cobrasen -insistían ante "los indignados del 15M-, se quedó, no entre Pinto y Valdemoro, sino entre el Congreso y Galapagar.

No es que me sorprenda, ni a mí ni a otros muchos que conocemos la "pasta" de la que está hecho, pero los que confiaron en su programa, los que creyeron en sus palabras, los que esperaron soluciones de sus promesas, deberían pensar en todo lo que ha pasado -¡hechos, no palabras!- desde que este señor entró, por la puerta grande, en la política activa, y plantearse con responsabilidad si lo que hace es lo que decía, si es aun merecedor de su confianza, y si es digno de seguir ostentando su representación.

No hablamos de una metedura de pata o de una excepción, no; hablamos de pautas de conducta sostenidas y de actitudes reiteradas, que tanto "Pablito" como muchos de sus colegas, encantados de conocerse, han aceptado y asumido.

A Cifuentes la echaron por el asunto del "máster" famoso, me parece muy bien, los tramposos sobran. Pero… ¿y Espinar, el que consiguió, por enchufe, comprar un piso de protección oficial y lo revendió dando un pelotazo de 30.000 euros? ¿No es eso peor que lo de Cristina? ¿No tenían que haberlo echado también? ¿Y Tania Sánchez, la que era concejal en la comisión municipal que adjudicó contratos millonarios a la constructora de su hermano? ¿Y Monedero, que ocultó a Hacienda ingresos por 425.000 euros? ¿Y Errejón, cobrando becas sin asistir a clase en la Universidad de Málaga, por lo que el organismo lo ha inhabilitado y sancionado? ¿Y la juez de Podemos, Victoria Rosell, investigada por prevaricación y cohecho al favorecer, supuestamente, al socio de su novio? ¿Y el "listillo" de Echenique, pagando "en negro" a su asistente a la que, además, no tenía dada de alta en la Seguridad Social? ¿Y Diego Cañamero, el "sindicalista defensor de los trabajadores", diputado podemita, que favoreció a tres de sus hermanos concediéndoles el acceso a casa de promoción pública de manera irregular? ¿Ellos no dimiten, se "sacrifican por el bien del pueblo", o se agarran como lapas al sillón para seguir chupando de la teta?

Cobró 97.000 euros de Irán, no lo olviden -y sigue cobrando de 360 Global Media, productora de capital iraní-, un país que condena a muerte a los homosexuales -esos por los que "Pablito" dice que "daría su vida" por defender sus derechos… ¡será en Chueca, claro!-, y lapida a las mujeres que cometen adulterio -muy acorde también con la política de "igualdad" defendida por "el flautista"-. Todo muy coherente…

La hoy "banda de Galapagar", cobró entonces unos 7 millones de euros de la Venezuela del dictador Chávez, no lo olviden tampoco, para crear el partido "bolivariano" que es "Podemos", con objeto de desestabilizar España. Muy coherente, también, con la defensa de la libertad y la pluralidad.

Lo mejor que pueden hacer las "Mareas", "Ahoras" y "Comunes" honestos, es elegir otro instrumento, que no sea la flauta, para hacer política, ¡escindirse de "Podemos"!

Y en medio de tan ingente cantidad de "congruencia", escuché ayer a "la portavoza" Montero -acompañada de su amor flautista-, defender, mientras ponían sus cargos "a disposición de las bases", que en el asunto de la mansión de Galapagar "ellos actuaron con coherencia…" -la que caracteriza a un partido proletario, popular e igualitario como, ¿quién lo duda?, es Podemos, ¿verdad?-. Digo yo que lo de "la coherencia" será porque pensarán llenar el enorme jardín de tiendas de campaña para okupas, dejarles la espectacular piscina para que laven su ropa, compartir cocina con Colau, baño con Carmena, y adecuar el majestuoso salón como conservatorio para flauta -travesera y de pico-, oboe, clarinete y flautín, para que todo quede en familia y "su casta" no se pierda... ¡¡Manda huevos!!

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