Un fondo de capital de riesgo se hace con el control de Carbures

Revolución en el accionariado de Carbures, la empresa tecnológica que tiene su principal centro de operaciones en las inmediaciones del aeropuerto jerezano. Ayer la compañía confirmó que el fondo de capital de riesgo Black Toro Capital (BTC) se hará con el control de la compañía con casi el 50% de sus acciones. Eso sí, BTC, que se autodefine como una firma dedicada al "rescate, la estabilización y el crecimiento de medianas empresas en España", no es una recién llegada a Carbures. Se vinculó a la mercantil tecnológica a principios de 2015 con la concesión de varios préstamos por un importe total de unos 50 millones de euros en un momento que la compañía atravesaba una grave situación tras las irregularidades detectadas en sus cuentas, que propició que su cotización en Bolsa se llevara suspendida varios meses.

El acuerdo de entonces contemplaba la posibilidad de que el fondo de capital se hiciera accionista de referencia mediante la capitalización de deuda, es decir, con la conversión de los préstamos en acciones. A principios de mes, el consejo de administración de la tecnológica decidió hacer una ampliación de capital para poder acometer esta operación -el acuerdo está pendiente de ser ratificado por una junta general de accionistas el próximo 15 de febrero- pero no fue confirmada públicamente hasta ayer.

La operación había sido adelantada por El Confindencial, lo que propició que a primera hora de la mañana la cotización de Carbures se disparara. Cuando la acción ya rondaba una subida del 6%, el Mercado Alternativo Bursátil -mercado en el que cotiza la tecnológica -decidió suspenderla al entender que estaban concurriendo "circunstancias que pudieran perturbar el normal desarrollo de las operaciones" sobre estos valores.

En cambio, no fue hasta las cuatro y media de la tarde cuando la compañía confirmó los cambios en su accionariado. Una hora después, se levantó la suspensión, que volverá al mercado el próximo lunes. De este modo, Black Toro Capital, que hasta el momento tenía un 10,09% de las acciones pasará a controlar el 49,06% una vez se formalice la operación. No es el único cambio pues la firma Neuer Gedanke, que controla el presidente de la compañía, Rafael Contreras, pasará a tener el 8,64% del capital (antes tenía el 8,34%). Otros tres acreedores también contarán con acciones mediante acuerdos similares.

Tras conocerse la operación, Carbures emitió un comunicado donde aseguró que esto permitirá acabar "un proceso interno de reestructuración financiera para sentar la base desde la que afrontar una nueva etapa de crecimiento y consolidación". La estimación de la sociedad poder cerrar el año con un pasivo de unos 56 millones de euros tras reducir la deuda en 55 millones con las capitalizaciones acordadas.

El presidente de la firma señaló en el escrito: "Agradecemos nuevamente el apoyo, la confianza y la ilusión de nuestros socios en este proyecto en la senda del crecimiento". Por su parte, Ramón Betolaza, director de BTC indicó: "Tenemos plena confianza en Carbures y en su capacidad de crecimiento, por eso hemos querido reforzar nuestro apoyo a la compañía".

Estos cambios en la compañía se producen en un momento convulso a efectos accionariales dado el enfrentamiento con un grupo de accionistas minoritarios liderado por el ex consejero delegado, José María Tarragó, sobre quien se ha acordado emprender una acción social de responsabilidad.

A finales del primer semestre, según las cuentas presentadas en Bolsa, Carbures volvió a cerrar en números rojos con un negativo de más siete millones de euros.