Nuevos negocios

La hostelería repunta en Porvera en plena pandemia

  • Chely del Ojo y Darío Zaccheo abren un gastrobar y una heladería en esta calle "para ofrecer aquello que es lo mejor que sabemos hacer"

Imagen de la entrada de 'Roneo' y su terraza.

Imagen de la entrada de 'Roneo' y su terraza. / Vanesa Lobo

Tras el cierre de emblemáticos negocios como 'La Cepa de Oro', que siguen clausurados, dos nuevos negocios se han abierto en esta emblemática calle de acceso al centro urbano de Jerez. Dos empresarios, una cocinera de Jerez y un maestro heladero italiano, han apostado por esta vía para abrir sus negocios. Lo hacen en plena pandemia porque consideran que ya es momento de empezar a apostar por lo que ellos saben hacer, y además muy bien. Valga recordar que hace diez años los hosteleros pidieron que se  promocionara la calle,

Chely del Ojo posa en el interior de 'Roneo'. Chely del Ojo posa en el interior de 'Roneo'.

Chely del Ojo posa en el interior de 'Roneo'. / Vanesa Lobo

Un gastrobar de la tierra

Chely del Ojo, esposa del conocido artista Miguel Ángel Segura, ha abierto Roneo en la calle Porvera. Esta cocinera profesional estudió Geografía e Historia en la Universidad de Sevilla. “Así fue que empecé a trabajar en cocina para ayudarme en los estudios. Lo que sucedió es que empecé y después ya no he parado, además es un trabajo que me apasiona”.

Entre los negocios en los que ha trabajado se encuentra el 'Chinini', 'Las Cuadras', “y después ya fui a Chipiona como jefe de cocina de 'Faro Blanco'. Fue allí donde me llamaron para 'Albores'. Ahora es justamente cuando me he decidido a montar 'Roneo', pues ha sido algo que siempre he tenido en la cabeza”.

Según recuerda pasaba por el local del que ahora dispone “cuatro veces al día cuando iba a trabajar. Y siempre me decía que se podía hacer algo. Llevaba año y medio cerrado y ahora lo he pillado yo. Al entrar visualicé cómo iba a quedar unas vez decorado y nos gustó”.

'Roneo' lo define como “un gastro bar de la tierra, con varios espacios diferentes, mesas altas para algo más 'cassual' y luego una zona baja con sofás y mesitas para almorzar más relajados”. La carta de 'Roneo' es variada y dispone de una carta variada con mucha base en los vinos del Marco. “Tiramos mucho de vinos de la tierra, González Byass nos ha apoyado mucho. Además, entre nuestros suministradores tenemos a Cárnicas Alcázar, una empresa de Vejer que nos reporta excelente carne de retinta, también trabajamos con Gadira, que nos provee de excelente atún, mientras que en Alberto, de 'Delamar', que sirve a grandes chefs, nos trae pescados excelentes. No somos pretenciosos, sólo queremos que 'Roneo' sea un sitio acogedor en el que la gente se divierta y coma bien”. Ni que decir tiene que la decoración ha recaído sobre su esposo, Miguel Ángel Segura.

Darío Zaccheo, ante sus helados italianos y andaluces. Darío Zaccheo, ante sus helados italianos y andaluces.

Darío Zaccheo, ante sus helados italianos y andaluces. / Vanesa Lobo

Una heladería italiana muy especial

Por su parte, Darío Zaccheo abrió a primeros de marzo su primera heladería en España y lo ha hecho también en la calle Porvera con 'Gelatería Da Darío'. Con su particular acento italiano explica que “conozco bien España pues tanto por cuestiones profesionales como por vacaciones la he recorrido. Ha habido dos lugares que me han encantado que son la zona comprendida entre Pamplona y San Sebastián y la zona comprendida entre Sanlúcar y Jerez. Al final me decanté por Jerez porque el verano aquí es más propicio para los helados”. La calle Porvera, destaca Darío Zaccheo, “me encantó por su arboleda, sus anchas aceras y por esa atmósfera tan especial que tiene especialmente por las noches”.

Los helados de Zaccheo son artesanales al cien por cien. Tanto es así que señala que “la leche que utilizamos nos viene de Nueva Jarilla, las frutas, de la frutería de aquí al lado...”.

Entrada y terraza de la heladería 'Da Darío'. Entrada y terraza de la heladería 'Da Darío'.

Entrada y terraza de la heladería 'Da Darío'. / Vanesa Lobo

La heladería no es un simple dispensador de estos deliciosos productos, ni mucho menos. En su interior y la venta de los clientes hay un obrador así cómo toda la maquinaria necesaria para poder ofrecer una amplia y deliciosa gama de helados. Entre todos ellos, Darío destaca “el italiano de pistachos y el jerezano elaborado con oloroso”. Otros dos profesionales acompañan a este heladero en el negocio. Tras comenzar con 23 años en Italia, donde su empresa también elabora pastelería, decidió dar el salto a España y a Jerez con 38 años. Los precios de las tarrinas son de 2, 2,50 y 3 euros.

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