La Guardia Civil honra a su patrona con la emoción a flor de piel

Jerez/La Guardia Civil celebró su jornada patronal -Virgen del Pilar- con la emoción a flor de piel. En la mente de todos los asistentes estuvo la figura del guardia Agustín Cárdenas, fallecido en acto de servicio el pasado mes de mayo cuando fue atropellado por unos delincuentes. A su alrededor giró buena parte de una ceremonia que fue oficiada, en su primer parte, por el obispo diocesano, monseñor José Rico Pavés, quien tuvo a su cargo la celebración de la eucaristía en los jardines del acuartelamiento del Paseo de las Delicias.

El acto concluyó con la tradicional ofrenda de una corona de laurel a los agentes caídos en acto de servicio a los sones del canto de 'La muerte no es el final' así como con el descubrimiento de una placa en memoria del guardia Cárdenas, quien tras entrar en el cuerpo en 1987 estaba destinado en Jerez desde 1996, el cual fue llevado a cabo por la viuda del agente.

El día patronal de la Benemérita contó con numerosas representaciones civiles, militares y religiosas. Así, al obispo,se unió el fiscal jefe, Francisco García Cantero y su esposa, la magistrada Ana María Orellana, en representación del poder judicial y fiscal; el decano del Colegios de Abogados, Federico Fernández, la representación militar recayó sobre el teniente coronel del Servicio de Cría Caballar, Daniel Vázquez Cortejoso. Otras fuerzas de seguridad y emergencia, tales como la Policía Nacional, Local, Protección Civil y Bomberos estuvieron presentes en el acto, con la presencia del comisario Francisco García Carrasco y el intendente Manuel Benítez. La representación política recayó en el delegado municipal de Seguridad, Rubén Pérez, que representó al Ayuntamiento, acudiendo igualmente las diputada nacionales del PP, María José García Pelayo así como varios concejales de dicho partido con Antonio Saldaña al frente. La diputada nacional Carmen Martínez y Manuel Méndez, por su parte, representaron a Ciudadanos.

Tal y como marca la tradición se hizo acto de entrega de las diferentes condecoraciones concedidas por orden ministerial. Se entregaron varias modalidades de medallas. Las del Mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco recayeron sobre el teniente Juan Carlos Moreno, los subtenientes Antonio Parejo y Andrés Gómez, el sargento primero Francisco Martín y los guardias Francisco Javier Barroso. También se entregó la Medalla al Mérito Militar a Cristóbal Delgado, así como la Cruz de Oro a la Constancia a Juan Manuel Bribiesca.

La Benemérita, a través del jefe de la compañía de Jerez, el comandante José Luis Moyá, entregó sendas metopas de agradecimiento tanto al Ayuntamiento de Jerez como al Servicio de Cría Caballar del Ejército de Tierra.

En su discurso final, Moyá recordó que el último día patronal sirvió igualmente para celebrar el 175 aniversario de la benemérita institución. "desconociendo la que se nos venía encima". El comandante destacó el trabajo de sus hombres "en calles y carreteras anormalmente desiertas" y reconoció que "por primera vez vi en sus ojos el miedo, algo que nunca vi ni siquiera cuando se enfrentaron a los más peligrosos delincuentes". "El miedo -dijo- no era al servicio sino a llevar el virus a sus hogares".

Como conclusión destacó que el reto que supuso la pandemia para la Guardia Civil vino a determinar que "la capacidad de adaptación de la Benemérita a la sociedad" es uno de esos valores que hacen de esta institución "una de las más valoradas por los españoles".

Previamente, el obispo de Jerez, monseñor Rico Pavés, destacó en su homilía los 108 años que se cumplen desde que el Rey Alfonso XIII declarara a la Virgen del Pilar patrona de la Guardia Civil, una declaración que en buena parte se basa en la importancia de esta advocación en el Colegio de Huérfanos de Valdemoro (Madrid).

"Hoy es un día para estrechar los lazos del compañerismo y para recordar a los caídos", manifestó el prelado recordando también la figura del guardia Cárdenas.