Historias curiosas de nuestro vino
El Rebusco
Anecdotario cultural de Jerez. Un legado de siglos
Cada cierto tiempo, en estos cuatro años de permanencia de la sección ‘El Rebusco’, he querido incluir algún que otro artículo que fuera un cajón de sastre para tratar asuntos más anecdóticos, pero no por ello menos relevantes a la hora de rebuscar en la historia cultural de nuestros vinos. En esta ocasión trataremos algunos de ellos, desconocidos por una gran mayoría, en unos casos, y en otros, menospreciados por los historiadores locales.
Revistas corporativas
Las bodegas Domecq lanzaron el primer número de su revista corporativa, ‘Castillo de Macharnudo’, en julio de 1964, y se mantuvo hasta 1971. Su director fue Manuel Liaño, redactor del diario local La Voz del Sur, que en la compañía se encargaba también de las relaciones públicas.
Se imprimía en los talleres de Gráficas del Exportador, y en la actualidad no es fácil de encontrar, incluso la Biblioteca Municipal no la posee en sus fondos.
Otra bodega destacada en el sector, González Byass, ha publicado, al menos que yo tenga noticias, dos revistas de promoción de la propia compañía. La primera fue ‘Solera’, en los inicios de los años 90. Tuvo una vida corta, según los datos que manejamos. Hasta nuestras manos ha llegado el número 6, del verano de 1993, en el que no se dan datos de su lugar de impresión.
Ya entrado el siglo XXI ponen en marcha ‘Vida, Vid y Vino’, dirigida desde Madrid por Leticia Sánchez Lara, junto a un grupo de expertos en la edición y la redacción. Calidad que queda reflejada en los ejemplares que han visto la luz desde octubre de 2011 hasta fechas recientes, finales del 2019, con la entrega 18.
Tanto el Consejo Regulador del Brandy como el del Jerez-Xérès-Sherry tuvieron sus soportes informativos. El primero tenía como cabecera Brandy de Jerez, nacida hacia 1993, ya que tenía una aparición bimensual, al menos así se indica en el correspondiente de finales de diciembre de 1995 (nº 16). Era editada por Simpei, y tuvo de redactora jefa a Pilar Casado, siendo impresa en Tangente-Roal.
‘Vinos de Jerez’ será la tarjeta de presentación del Consejo del jerez y la manzanilla (más tarde del vinagre). En el 2000 vería la luz el su primer número. Hasta el ocho se haría cargo la empresa R+A Strocen Rey, y a partir del 9, hasta el último, hacia 2010, lo hará Cien Consultores, con César García de Quevedo como responsable de la edición.
Tanto una como otra han dejado de publicarse. Tan solo indicar que tuve el placer de colaborar en ocho de sus contraportadas, dedicadas a famosos personajes que hablaron del jerez.
La cooperativa AECOVI, que tenia su sede en Jerez, se creo en 1989, pero la crisis provocó su cierre en 2015. ‘Vara y Pulgar’ era la cabecera de su revista, que tuvo una duración de unos ocho años; el último número vio la luz en 2014.
Al principio fue coordinado por Carmen Romero, y en números posteriores su responsable sería el periodista Carlos Piedras. La empresa gráfica Santa Teresa era la responsable de su impresión.
‘Global’ será la revista oficial de las bodegas Williams&Humbert. Su número uno saldría en junio de 2005, hasta el año 2018, editándose 46 de ellos.
La agencia jerezana de Marketing y Comunicación JV Planet coordinaría su publicación hasta el número 45. En estos años pasó por varios diseños, e incluso un periodo con textos en español e inglés.
Recordamos, pero sin más datos, que Osborne dispuso de su propia revista.
Todas ellas conforman una fuente de información fundamental para una mejor comprensión del sector vitivinícola del Marco desde la segunda mitad del siglo XX hasta la segunda década del XX.
Rescate del patrimonio
En la última entrega de ‘El Rebusco’ mencionamos de pasada el magnífico panel cerámico existente en la abandonada viña La Esperanza, un bello lugar de la campiña que vivió años de esplendor en época no muy lejana.
En la zona porticada de la casa aún permanece, y no sabemos hasta cuándo, una magnífica composición que reproduce una escena de trabajo en un lagar, obra del artista gaditano Francisco Hohenleiter.
El mural,diseñado en 1936, está dedicado a José de Soto Tomás, miembro de una saga familiar dedicada a la vid y el vino. Su factura, un año después, correspondió a la famosa fábrica trianera Navia.
Hacemos una llamada de atención al Consejo para que se tomen las medidas necesarias para su reparación y conservación, ya que consideramos una pieza relevante de nuestro patrimonio.
Sugerido en el arte
En este punto también hemos comentado cómo el jerez está representado en obras de arte de una forma evidente y sin discusión, sin embargo esta vez he traído algunas pinturas para abrir el debate, y creo que hay elementos para ello, sobre si el vino mostrado en las escenas pintadas podría ser jerez. La mayoría han sido pintados en la segunda mitad del XIX y primeras décadas del siglo XX. Hagamos este breve repaso con los títulos y autores que he seleccionado para la ocasión.
Empecemos por el titulado ‘Waiting for the Times’ (1831), de Benjamin Robert Haydon, donde nos muestra a dos caballeros en un local público sentados alrededor de unas mesas, en la que hay dos decanters de vino. Uno de ellos espera impaciente que el otro termine de leer el Times.
Un asunto más cercano a la denuncia social es ‘Poor Relations’ (1875), de George Goodwin Kilburne. Un familiar pobre recibe una ayuda económica de otro en mejor posición, pero en grupo destacan dos jovencitas, en la que una de ellas ofrece cortésmente a la otra, de tez pálida y mirada tímida, una copa de vino .
Ya en el siglo XX destacan estos ejemplos: ‘The Blue Girl’ ( 1925), de Stanley Thompson, ‘The Mourner’ (1935), de George Belcher. En ambos casos los retratados posan con una copa de vino.
Del otro lado del Atlántico, los americanos nos ofrecen algunos casos a considerar. Por orden cronológico está ‘The New Bonnet’ (1858), de Francis Wiliam Edmond, en la que una joven recibe un nuevo sombrero ante la mirada sorprendida de los padres al ver la factura. Sobre el poyete de la chimenea hay una botella negra y una copa con algo de vino.
El retrato de bufón pintado por William Merrit Chase en de ‘Keying up-The Court Jester’ (1875), que sostiene entre sus manos una pequeña botella con la que llena una copa. Inevitable recordar al personaje de Poe de su cuento ‘El barril de Amontillado’ (1846).
De la Europa continental nos llega Kathinka H. Agerskov. El título de su cuadro lo dice todo: ‘Two friends having a cosy chat while enjoying a glass of sherry, fruit and cakes’.
Etiquetas para el extranjero
Un aspecto poco estudiado del etiquetado de las bodegas del Marco son aquellas impresas expresamente para los mercados extranjeros (sin considerar el de Latinoamérica), sobre todo para el británico y el de Estados Unidos, éste último concentrado en distribuidores de la costa Este. En menor medida, para Alemania, Holanda, Bélgica, Irlanda y Países nórdicos. El imaginario recreado en muchas de ellas incide en temas folklóricos andaluces, como la etiqueta Carmen, de José de Soto; o bien representación de edificios reconocidos por el consumidor del país, como el dibujo de 1789 del Old Temple Bar, de Londres, y el Mercado de Dorchester sobre un grabado de 1835, ambas de Lustau.
Williams & Humbert tiene dos vinos etiquetados con dos obras de Shakespeare, Winter´s Tale y As you Like it.
El bodeguero Jaime F. Diestro embotellaba para Duthie su cream, Spanish Master, adornándola con el rostro que Velázquez hizo del filósofo Menipo. Los ejemplos son abundantes, pero valga el caso de la ya desaparecida bodegas O´Neale, que tenía un vino para Irlanda con el apelativo de Spanish Arch, referencia a una parte de la muralla de la ciudad de Galway.
Botas de cine
Hacer una relación de personajes de la farándula del cine que han visitado las bodegas del Marco, plasmando su firma sobre el frontal de una bota, nos llevaría más espacio del que disponemos, así que haremos una relación somera.
La celebración del IV Congreso de la Fundación Caballero Bonald, dedicado a la relaciones de la literatura con el cine, reunió en 2002 a un importante elenco de personalidades del mundo del cine español: Carlos Saura, Juan Antonio Bardem, Mario Camus, Rafael Azcona y José Luis Cuerda, entre otros. Todos dejaron su recuerdo en las botas de González Byass.
Estrellas del celuloide, como Roger Moore, que llegaría a Jerez el 17 de noviembre de 1967, contratado por Bobadilla para realizar una campaña publicitaria de su brandy 103. Su estancia fue sonada, ya que por aquellas fechas la serie de televisión ‘El Santo’ era muy popular.
Y también, aprovechando sus estancias para rodar, Orson Welles dejó su firma en la bota en 1961, al igual que lo hiciera Steven Spielberg en abril de 1987.
Por su parte, el actor Peter O´Toole, en un descanso de ‘Lawrence de Arabia’, en marzo de 1962, vino desde Sevilla para dejar su recuerdo en Williams&Humbert.
Jean Cocteau dejaría escrito aquello de “aquí bebí sangre de reyes”. Corría el mes de julio de 1953.
De nuevo en Westworld
En el capítulo dos de la primera temporada de Westworld, el titulado Chesnut, nos sorprendió cómo el personaje de Maeve, al que da vida la actriz Thandle Newton, pedía una copa de jerez al camarero de la barra, indicándole que sea el de buena calidad. Entrega de la popular serie norteamericana producida por HBO que fue emitida el 7 de octubre de 2016.
No menos sorprendente ha sido volverlo oír de nuevo en el emitido estos días, el que lleva por título The Mother Exiles, correspondiente al capítulo cuatro de la tercera temporada. Cuando de nuevo, Maeve solicita un jerez, y esta vez en “la copa más grande que tenga”, le especifica al camarero.
Si en el primero lamentábamos el doblaje poco ajustado al traducir copa (a glass of sherry), por vaso, cuando la evidencia mostraba servido en una elegante copa y no en un vaso, esta vez han sido los responsables de atrezzo los que han patinado a la hora de servirlo en un estilizado vaso de cristal con un color poco ajustado.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por Turismo de Ceuta
Contenido ofrecido por CEU en Andalucía