Verano 2021

La hostelería del centro no se rinde

  • La apertura de nuevos negocios, las ampliaciones de terrazas y los mensajes positivos caracterizan a un sector que vive uno de los veranos más importantes de su historia

Terraza de madera instalada en un bar de la Alameda Cristina.

Terraza de madera instalada en un bar de la Alameda Cristina. / Pascual (jerez)

Los veranos ahora sí son negocio para la hostelería de Jerez”. Así lo asegura el representante de Horeca en la ciudad, Francisco Díaz, quien pese a todo lamenta que la actividad estival este año y con motivo de la pandemia se está centrando sobre todo en los fines de semana cuando la actividad es alta. Pese a ello, hay que reconocer que la apuesta de los emprendedores por el centro urbano no cesa y se están viendo numerosos movimientos en estos comienzos de julio. Los cierto es que hace 20 años el verano era nefasto para el sector.

En el centro, ciertamente, los locales que se han quedado vacíos con motivo de la pandemia del Covid no duran mucho tiempo vacíos. “A intentos de negocios que han ido mal le suceden nuevas apuestas”, destaca Díaz quien pone como ejemplo el reciente cierre en la plaza del Arenal de la taberna ‘La Soberbia’ que ha dado paso a ‘La Torre de Belem’, un negocio de marcado acento portugués que destaca por sus ricos bacalaos así como por los pastelitos de Belem tan codiciados por los turistas en Lisboa.

El impacto del tráfico se ha visto reducido en zonas claves como San Dionisio

En la calle Consistorio se va a abrir ‘SushiPanda’, al lado del reconocido restaurante ‘Albores’. Se trata de un establecimiento de una cadena oriental de bastante éxito. Si hay algo por lo que está destacando la hostelería del centro es por su firme apuesta por las terrazas una vez que las últimas actuaciones urbanísticas han primado el uso peatonal sobre la circulación del tráfico. Así, la plaza Vargas luce especialmente despejada como la plaza de la Asunción, donde una serie de macetones han embellecido el entorno del conocido Bar ‘Rody’.

A todo ello se unen detalles, grandes y pequeños, que demuestran la firme apuesta de los hosteleros por esta zona de la ciudad. Los carteles en varios idiomas son aún más habituales como el ‘Para, come, bebe...’ de ‘La Parra Vieja’ así como otros en los que se incita a los clientes a pasar un buen rato, algo que todos los ciudadanos, sea cual sea su origen, necesitan tras los terribles efectos de la pandemia. Mientras tanto, en ‘El Gallo Azul’ ya se comprueba la puesta en marcha de las ansiadas obras mientras en la Alameda Cristina llama poderosamente la atención la terraza de madera que se ha instalado en lo que antes eran plazas de aparcamiento para, de esta forma, facilitar el paso de los peatones guardando la distancia que marcan las reglas higiénico sanitarias.

Francisco Díaz, el hostelero con más años de presencia ininterrumpida en la Plaza del Arenal, no duda el alertar tanto del poder que la ciudad y especialmente su centro urbano están ganando como destino turístico en verano como de la fragilidad de un sector que depende de múltiples factores. “Una simple ola de calor provoca que te quedes sin buena parte del negocio diario. Con las temperaturas que hemos tenido no hay quien aguante bajo una sombrilla. Igualmente apunta que los repuntes de casos “echan para atrás a muchísimas personas que prefieren quedarse en casa por miedo”. Se da la circunstancia que las personas que están en riesgo en la actualidad son aquellas que tienen una sola dosis de AstraZeneca puesta, clientes de potencial económico en la mayoría de los casos.

Desde el sector se destaca que este verano es esencial. “No se puede olvidar que la mayor parte de los empresarios ya han gastado todos los ahorros que tenían. Por tanto esta temporada servirá para hacerse con unos ahorros de cara al siempre duro invierno. Quienes puedan aguantarán y quienes no pues no tendrán más remedio que cerrar”.

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