¿Todos iguales ante la Ley?
Tierradenadie
Es lo que le gusta decir a los políticos, de lo que suelen presumir; es lo que exige cualquier Estado de Derecho que se precie de serlo, sin embargo, me temo que no. Me temo que para lo que somos todos iguales es para "la ley del embudo": lo que a casi todos se nos requiere cumplir, sin pasarnos un ápice de la norma, para otros tiene la flexibilidad que su poder, o su dinero, por lo visto le concede.
Los casos, muchos y sangrantes, en los que los ciudadanos de a pie vemos como la Ley es tan proporcionalmente moldeable como ceros tienen las cuentas corrientes de aquellos a los que se le aplica, siguen estando a la orden del día, despreciando el rasero equitativo que la igualdad demanda e insultando el principio básico de solidaridad, imprescindible para que los cimientos de nuestra sociedad sean firmes y duraderos.
Echamos mano de la prensa y comprobamos como poderosos empresarios condenados por indebidas apropiaciones millonarias se van de rositas; mientras, vulgares ladronzuelos de poca monta pasan años encerrados por robar muy humildes cantidades. Vemos como repugnantes tramas de corrupción capitaneadas por "servidores" públicos se derriten en los tribunales, diluidas en causas interminables que dejan fuera de lugar la posible condena y parecen reírse de todos los que hemos sido robados; sin embargo, la celeridad de la Justicia es muy otra cuando es un ciudadano anónimo el que, por ejemplo, defrauda una cantidad ridícula a las arcas públicas. La realidad también nos acredita la pestilente inmunidad de la que gozan los ladrones "de guante blanco", cuando éstos pertenecen a cualquiera de las élites bien aferradas y asentadas en el poder: desfalcan, engañan, hurtan, fingen, roban, mienten, "no se acuerdan", "no saben no contestan…" ¡… y no les pasa nada, o casi nada!, al menos, no les ocurre nada de lo que les debería suceder: entre otras cosas, y ante todo, que se pudriesen en la cárcel hasta que devolviesen todo el dinero que fue de todos. Traidores a la Patria, desvergonzados "asalta Parlamentos", desobedientes con sentencias de la más alta institución judicial: el tribunal Constitucional; alentadores y provocadores de desórdenes públicos, golpistas, manipuladores de medios públicos de información, constatados racistas e incitadores al odio, malversadores de dinero público… ahí andan: unos fugados, riéndose de media España, otros planeando cómo volver a las andadas, éstos diciendo lo que creen que queremos oír, para seguir luego a lo suyo; aquellos aprovechando la estúpida ambición del resto de partidos para retomar el asalto al Estado… y lo hacen a vista de todos, sin esconderse ¡Pero no se les ocurra a ninguno de ustedes no detenerse, completamente, en un "stop" delante de un guardia civil, o pasar un semáforo con luz naranja, o retrasarse un día en pagar el seguro de autónomos, o no pagar la plusvalía -aunque hayan vendido su propiedad por menos dinero del que les costó-; serán sancionados, multados y requeridos; si no pagan, serán perseguidos y su cuenta embargada; si no tienen dinero, les expropiarán su bienes. Más o menos igual que a los otros…
El penúltimo ejemplo, muy próximo a nosotros, es el del complejo comercial 'Luz Shopping'. Resulta que la construcción del centro ha sido declarada, en sentencia firme, ilegal; resulta que la "terrible" consecuencia de semejante desaguisado no va a ser, como algún descerebrado podría llegar a pensar, la demolición del mismo, no. Lo que va a ocurrir es que "se prohibirá cualquier obra de ampliación o mejora en las instalaciones…" Verán, yo no tengo ningún interés en que echen abajo 'Luz Shopping', Dios me libre. Me parece muy bien que esté ahí, que cree empleo y riqueza, que sea un lugar de ocio y esparcimiento, ¿a quién beneficiaría su destrucción?, absolutamente a nadie. Lo que pasa es que es ilegal, y ese pequeño detalle sin apenas importancia, implica que alguien, con poder, hizo lo que no se podía hacer, se pasó por el arco del triunfo la ley, le dio todo igual, y… no pasó nada. No pasó, ni pasará, nada, porque se construyó lo que no se podía y ahora no se va a destruir lo construido, es decir, el flagrante incumplimiento de la ley, el hacer "de su capa un sayo" y actuar como el dueño de un cortijo que, encima, no era suyo, va a quedar, simple y llanamente, en nada.
Ahora, vayan ustedes y construyan una humilde casita en un terreno no calificado para hacerlo: allí tendrán, sin falta, al buldócer municipal para echarla abajo, y los gastos por su cuenta, claro. Vayan, vaya ustedes y añadan una planta a la casita que tienen en una parcela en el campo: allí, sin falta, tendrán al buldócer municipal para echarla abajo, con multa de regalo y los gastos por su cuenta. Que sí, que no se puede hacer, ¡ya lo sé!, pero es que 'Luz Shopping' tampoco se podía hacer, y se hizo, y allí -afortunadamente- se va a quedar, pero… ¿y el buldócer municipal?, ¿y la multa?, ¿y los gastos?, ¿y los responsables?, ¿y la ley?, ¿y lo de que "todos somos iguales ante ella…?".
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