Grave incendio en Jerez

Manuel Olmedo: "Ha sido todo demasiado rápido y cruel; nunca pensamos que podía ocurrir algo así"

  • La familia Olmedo relata las duras horas vividas por el grave incendio declarado el jueves y que ha arrasado por completo con su vivero de la zona de Cartuja

  • Ana María Olmedo y sus dos hijos, que viven en el vivero, lograron reaccionar a tiempo para ponerse a salvo del rápido avance del fuego

  • Última hora del incendio en Jerez: está controlado pero sigue activo

Las llamas devoran Viveros Olmedo, en La Cartuja / Miguel Ángel González

La familia Olmedo, propietaria de Viveros Olmedo, aún no se ha repuesto del susto por el grave incendio registrado a primeras horas de la tarde del miércoles en Jerez y que ha calcinado por completo las instalaciones de su centro de producción en la zona de la Cartuja, unos 3.000 metros cuadrados de flores, plantas, árboles, tiestos... que han sido pasto del fuego.

Pero al margen de los daños materiales, la familia vivió momentos de pánico hasta que tuvo conocimiento de que Ana María Olmedo y sus dos hijos de corta edad, que residen en el vivero, habían logrado escapar del rápido avance de las llamas para ponerse a salvo.

Traumatizados por lo ocurrido, aunque satisfechos por la rápida reacción de su hija Ana María, Manuel Olmedo y su esposa, relataban este jueves sin poder reprimir las lágrimas las duras horas que han pasado sin poder pegar ojo hasta que hoy por la mañana les han permitido acceder a las instalaciones del vivero, completamente arrasado.

"Nunca pensamos que podía ocurrir algo así; ha sido todo demasiado rápido y muy cruel", explicaba entre sollozos Manuel Olmedo mientras su mujer se abrazaba desconsolada a la alcaldesa, Mamen Sánchez, que se ha acercado al vivero junto al delegado de Seguridad, Rubén Pérez, para interesarse por la familia. 

La residencia de su hija no se ha visto afectada a diferencia del resto de instalaciones del vivero, que según este miembro de la familia Olmedo ha sufrido pérdidas millonarias que los peritos del seguro se encargarán de cifrar.

Según Manuel Olmedo, es difícil precisar los daños materiales, pero "somos una familia luchadora y lo vamos a recuperar", en alusión a este negocio familiar con medio siglo de historia.

Imagen del estado de Viveros Olmedo en la Cartuja tras el incendio. Imagen del estado de Viveros Olmedo en la Cartuja tras el incendio.

Imagen del estado de Viveros Olmedo en la Cartuja tras el incendio. / Miguel Ángel González

"Es increíble como ha quedado todo, parece la guerra de Ucrania"

También consternado, aunque algo más tranquilo, Javier Olmedo, hermano de Manuel y copropietario del negocio familiar, relataba a este medio tras su visita al vivero que "lo más importante de todo es que mi sobrina Ana María y sus hijos están a salvo", aunque no ocultaba su desazón por las pérdidas materiales sufridas en el negocio: "Está todo quemado, no se ha salvado nada, los techos de plástico, las estanterías de la zona de exposición, los carros para llevar las plantas... y fotos antiguas de la familia que estaban en la oficina con los ordenadores. Es increíble cómo ha quedado todo, parece la guerra de Ucrania".

"Mi sobrina y sus hijos, que viven en el vivero, están a traumatizados; vio el fuego a lo lejos y en un minuto lo tenía encima por culpa del viento"

"Mi sobrina y sus hijos están traumatizados, son los que peor lo han pasado aunque están bien; cuenta que vio el fuego a lo lejos y en un minuto lo tenía encima del vivero. Dice que fue rapidísimo y no tuvo tiempo ni para pararse a pensar, pero enseguida llegaron los bomberos y la policía y le dijeron que saliera de allí corriendo, así que cogió a los niños y el coche para venirse a Jerez", 

Javier Olmedo insistía en la rápida propagación del fuego a causa del fuerte viento de levante. "Es lo que más ha afectado, el viento, y hasta esta mañana no hemos podido entrar en las instalaciones, en las que permanece un retén que ha estado toda la noche y esta mañana pendiente de que no se reactive ningún foco"

Su primera impresión al entrar en el vivero, textualmente, es que "se ha ido todo a tomar por saco". "Hay que volver a empezar de cero porque no hay nada que se pueda rescatar, ni siquiera la estructura del vivero, pero ya tenemos experiencia porque hace unos 25 años ya salió ardiendo y tampoco quedó nada".

En el camino de acceso a Viveros Olmedo, en el exterior, hay un coche calcinado que Javier Olmedo pensó en un principio que era de su sobrina. Sin embargo, el vehículo en cuestión, estacionado allí desde hace tres días pertenece a otra persona que trabaja por la zona de Algeciras y que utiliza este emplazamiento como lugar de encuentro para compartir transporte y gastos. 

De momento, la familia Olmedo ha hablado con sus asesores para que ponga en marcha sin pérdida de tiempo un ERTE para los cuatro trabajadores con alta en el vivero de Cartuja. "Lo siguiente será sentarnos con el seguro a ver qué se puede hacer y, a partir de ahí, empezar a recuperar".

 

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