Los indultados Trillo y Naranjo vuelven al banquillo de los acusados

Nueve sindicalistas jerezanos se sientan en el banquillo de los acusados por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores acaecido hace ya cinco años, concretamente el 20 de septiembre de 2003, en el transcurso de una huelga en el seno de la concesionaria municipal del servicio de la grúa. Entre los acusados se encuentran José Manuel Trillo y Juan Manuel Naranjo, los sindicalistas jerezanos que fueron indultados por el Consejo de Ministros tras ser condenados a prisión por un altercado en una tienda del tipo '24 horas' en el transcurso de una huelga general a nivel estatal.

La situación de ambos se ha tornado extremadamente delicada con la celebración de este juicio, ya que en caso de que Manuel Buitrago, magistrado que les juzga en la sala de lo Penal número 1 de Jerez, les considere culpables el indulto quedaría sin valor e ingresarían de forma inmediata en prisión para cumplir ambas condenas.

El juicio quedó ayer visto para sentencia después de que el abogado de los sindicalistas solicitara la libre absolución de sus defendidos y la fiscal rebajara de tres años y seis meses a tres años su solicitud de pena de prisión. Se trata, una vez más, de una petición en el grado mínimo con el que se castiga este delito el artículo correspondiente del Código Penal, el mismo que en los últimos meses fue objeto de recogida de firmas por provenir de la legislación franquista y ser extremadamente duro.

Uno de los aspectos más llamativos de este juicio radica en que Nonier, concesionaria del servicio de grúa, no presentó la denuncia, sino un grupo de trabajadores entre los que se encuentran familiares del propietario, que se consideraron afectados por la acción de un piquete que se instaló en las inmediaciones del depósito de vehículos gestionado por Nonier y el Ayuntamiento.

Presuntos encadenamientos y apedreamientos de vehículos centraron en buena parte la segunda y definitiva sesión celebrada ayer. Entre los acusados se encuentra otro conocido sindicalista, cual es el caso del que fuera líder del Sindicato de la Vid, José María Gaitero. Tanto él como sus compañeros sostienen en todo momento que el veterano comisionista no había hecho más que llegar a las inmediaciones del depósito de la grúa cuando fue instado a subir a un coche patrulla por agentes del Cuerpo Nacional de Policía en calidad de detenido.