Hotel Casa Palacio María Luisa/Tribuna

La jacaranda más hermosa

Jacaranda del Hotel Casa Palacio María Luisa.

Jacaranda del Hotel Casa Palacio María Luisa. / Pascual (Jerez)

Confluyen la calle de la Tornería con Eguilaz. En la angosta judería lugar del viejo Jerez de la Frontera. Camino con paso lento y disfruto avistando las bellas fachadas de sus edificios emblemáticos y sus soberbios balcones asomados a las calles. Vengo de la calle Letrados que circunda el Cabildo renacentista. No lejos donde se halla la plaza de la Asunción, que en el siglo XVI se llamó de los Escribanos. Es un barrio recoleto que ha sido crisol de enigmas y culturas y donde ahora se ubica la magnífica Casa Palacio María Luisa. Se trata de un edificio completamente restaurado y que actualmente constituye el referente de la hostelería jerezana. El mismo que un día fue casino y también cámara de comercio en el siglo pasado.El señero edificio del siglo XIX hoy transformado por la cadena de hoteles Kaizen, alberga ahora uno de los mejores establecimientos gaditanos. Todo ello, gracias a la mano firme y creativa de su propietaria, la empresaria María Luisa C. Azcárate.

Pero es algo más que un armonioso edificio de egregia fachada neoclásica. Cobija el recuerdo quizás de un cuento de niños que correteaban jugando en sus pasillos de nobles estancias cuando era casa solariega. Encierra la historia de elegantes caballeros ingleses de flemática estampa que transigían y negociaban en sus nobles despachos cuando el ‘sherry’ y los afanes de exportación del áureo liquido gaditano, constituían la mayor parte de los ingresos económicos de la zona de la Bahía de Cádiz. Ese triángulo mágico formado entre El Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda y el mismo Jerez.

Antaño era nostalgia. Hoy es un sueño hecho realidad gracias al esfuerzo de una empresa hostelera de alto standing, donde la excelencia y la calidad lo presiden todo. Desde los más nimios detalles de sus habitaciones hasta las frutas en los desayunos continentales (aunque yo recomiendo el María Luisa que toma el nombre de la propietaria del Hotel).

Paisaje onírico es el que pinta su jacaranda en el amplio jardín palaciego. Árbol traído de la Indias y que erguido vigila la fachada neoclásica maravillosamente concebida por Gómez Millán. En la esquina una bella imagen mariana reina entre las sombras que alivian el calor del Sur y nos permite rogar por su futuro y el de todos los que efímeramente transiten sus estancias. Tengo la suerte de escribir estas líneas. Y la de haber asistido a la inauguración del hotel la semana pasada. Y a modo de breve crónica diré que allí se congregaban lo más granado de la Sociedad andaluza. No puedo citar a todos, sería imposible, aunque pude comprobar la simpatía de Simoneta Gómez-Acebo y la cercanía de los amigos de María Luisa, la elegante Inés y su esposo Carlos Frubeck y el empresario Manuel del Río y su maravillosa esposa, Ana Miño.Alberto Escribano también amigo y productor del evento desarrolló todo su ingenio y creatividad con una magnífica puesta en escena. Así tras una pantalla de luces y sombras, ideó contar la historia de María Luisa Azcárate como alta ejecutiva que visitó los cinco continentes y negoció cientos de contratos con clientes y proveedores.

Dejándolo todo para emprender esta nueva aventura empresarial. María Luisa movida por el arte y la cultura de esta tierra gaditana, quiso pintar un sueño de violetas y jacaranda que nos traen suaves matices del ‘Tío Mateo’ fruto de la bodega que lo produce: Marqués del Real Tesoro. Todo ello, tributo inexcusable de un quehacer del magnífico empresario jerezano Pepe Estévez, cuya hospitalidad y amor por el arte continúan sus herederos Jose Ramón y María Luisa, embajadores de esta bellísima ciudad andaluza.  

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