Jerez marca el ritmo flamenco
La Cátedra de Flamencología entrega los Premios Nacionales de 2025 en una gala marcada por la emoción y el recuerdo
Las imágenes de los Premios Nacionales de Flamenco de la Cátedra de Flamencología
Fue la inconfundible voz de Pepe Marín, no podía ser de otra manera, la que levantó el telón de esta nueva edición de los Premios Nacionales de Flamenco de la Cátedra, que como él mismo se encargó de recordar “son de los más antiguos de España”. Con los Museos de la Atalaya a rebosar, la veterana institución jerezana puso en pie un acto en el que la emoción y el recuerdo estuvieron presentes de principio a fin.
Su inicio fue arrollador, pues los sones de los 36 músicos de la Orquesta Álvarez Beigbeder, liderados por la guitarra solista de Santiago Lara y dirigidos musicalmente por José Colomé, hicieron presagiar, como así fue, una mañana para recordar. El guitarrista jerezano interpretó, acompañado por la percusión de Carlos Merino, el garrotín compuesto en su primera obra sinfónica, estrenada en 2023, una pieza que aúna técnica y musicalidad y que sirvió para provocar la primera gran ovación de la mañana.
Antes de la entrega, Fran Pereira, presidente de la Cátedra, dio las gracias “a los patrocinadores de esta edición, la Fundación Unicaja, Grupo Solera, Beiman y Williams & Humbert”, a la vez que felicitó “al Ayuntamiento de Jerez porque este año, tal y como prometió la alcaldesa en la última edición, nos ha arropado de lo lindo para que Jerez vuelva a situarse en el lugar que merece con estos premios, que nacieron en 1964 y son el orgullo de muchos flamencos”.
El acto, conducido por los periodistas Blanca Vega y Salvador Gutiérrez, prosiguió primeramente con un recuerdo al bailaor Fernando Belmonte. Tres de los ‘niños de su ‘Ballet Albarizuela’, Fernando Galán, Eva Ruiz-Berdejo y Miguel Téllez, rescataron del olvido una de aquellas coreografías con las que conquistaron España en la década de los 80, ‘Benamor’.
Fue el momento de la entrega de las Copas Jerez, que este año han correspondido a Leonor Leal (Baile), que recibió el premio de la maestra Angelita Gómez, con quien dio sus primeros pasos en el flamenco, José Quevedo ‘Bolita’ (Guitarra), al que le entregó su catavino plateado la alcaldesa de la ciudad, y Enrique Soto (cante), que obtuvo el galardón de manos de Luis 'El Zambo'. En la entrega del reconocimiento, Bolita le dedicó el premio a su compañero guitarrista Miguel Salado que es "un guerrillero que está luchando como nadie".
En un guiño al sexto centenario de la llegada del pueblo gitano a España, Miguel Lavi ejecutó con maestría los corridos y romances que dedicó a sus antepasados, para completar su aparición por seguiriyas, derrochando enjundia y demostrando, con la magnífica guitarra de Nono Jero, que tiene madera de cantaor grande.
Llegó entonces el turno para los ‘Nacionales’. El primero lo recibió Pepe Castaño, Premio Nacional a la Divulgación, y todo un emblema del flamenco en Jerez. Su defensa del arte jondo durante décadas era más que merecedor de este galardón, que le entregó la delegada territorial Tania Barcelona.
Le siguió Cristina Cruces, una antropóloga que, con un recorrido profesional amplio, exhibió su satisfacción en todo momento, recibiendo un premio, el de la Investigación, más que merecido. Aplausos se llevó también Eulalia Pablo, otra de esas mujeres que pusieron su granito de arena a la inclusión del flamenco en la universidad, y que recibió el premio especial, recogido por sus dos nietos Alba y José, visiblemente emocionados.
La voz de Felipa del Moreno, puro almíbar, y la guitarra de Antonio Higuero, un artista cada vez con más pose y categoría, volvieron a engatusar al público, antes de que otro de los grandes, Juan Villar, recibiese el Premio a la Maestría, aunque en su lugar lo recogió María Vargas.
Otra maestra, la sevillana Ana María Bueno, fue proclamada con el Premio Nacional de Baile entre los vítores del público que llenaba la sala y arropada por José Antonio, ex director del Ballet Nacional, encargado de entregarle el reconocimiento.
El Premio Nacional de Cante, concedido este año a Mayte Martín, lo recogió José Gálvez, que excusó a la cantaora barcelonesa “por motivos profesionales”, y Juan Manuel Cañizares, uno de los guitarristas actuales más internacionales, que recibió el Premio Nacional de Guitarra de manos de María José Santiago, un reconocimiento que dedicó a su hermano Rafael.
Antes del final, José Méndez, otra artista jerezano de enorme experiencia, se acercó a la bulería por soleá de Jerez, acompañado por Antonio Higuero, y remató su faena por fiestas. El último galardón fue para Calixto Sánchez. “Andaluz de nación y pensamiento, maestro de devoción, maestro de profesión y maestro de vida”, como le definió Ortiz Nuevo en el vídeo exhibido previamente, también dio las gracias a la Cátedra por este reconocimiento, que obtuvo de manos de Javier Vela, de la Fundación Unicaja.
Antes de terminar, María José García-Pelayo reivindicó el papel de la ciudad como “foco de cultura” señalando que Jerez, aunque “tenemos que decir alto y claro que tenemos un gran futuro”, también sabe “conservar nuestras tradiciones y cuidamos de los nuestros”.
El acto concluyó con otro gran momento, ‘La canción de Andalucía’ de Manolo Sanlúcar, el himno que el genial guitarrista sanluqueño regaló a su tierra y que interpretaron con elegancia Lidia Hernández y la Orquesta Álvarez Beigbeder.
También te puede interesar