Jerez entra en velocidad crucero. Los principales indicadores de actividad económica y empleo moderan su evolución tras la fuerte recuperación experimentada en los primeros meses de la nueva normalidad, ya sin las restricciones de la fase aguda de la pandemia durante la que el Gobierno se sacó de la manga o de la chistera los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) sin los que el impacto de la crisis sanitaria habría tenido consecuencias demoledoras para la sociedad española, en general, y la jerezana, en particular.

Las aguas vuelven a su cauce, dentro de un contexto de crisis sobre crisis –primero fue la financiera acompañada del estallido de la burbuja inmobiliaria, luego la del covid y ahora la de la guerra de Ucrania y la inflación desbocada–, como se extrae de las estadísticas sobre empresas en los municipios andaluces, que en el caso de Jerez se aproximan ya a las cifras de prepandemia, en concreto con 13.434 establecimientos con actividad económica en septiembre, apenas siete menos de los que había en la ciudad en 2019 por las mismas fechas.

El año de la pandemia, 2020, se tocó suelo con 13.091 establecimientos en activo , es decir, 343 menos que los actualmente computados y de los que poco más de un centenar se recuperaron en el ejercicio anterior, el de 2021, que según los datos del Servicio Andaluz de Empleo, contaba en septiembre con 13.199 negocios abiertos.

La creación de empresas se ha duplicado con creces en los últimos doce meses en Jerez, que acumula 235 aperturas de establecimientos, entre los que figuran algunos que se vieron obligados a cerrar temporalmente sus puertas por problemas de caja y otros muchos de nuevo cuño al frente de los que hay autónomos que se lanzan a emprender porque lo llevan en su ADN o porque no encuentran alternativas medianamente atractivas para incorporarse al mercado laboral por cuenta ajena.

En términos relativos, el número de establecimientos apenas dista cinco décimas del que había en la ciudad antes de la pandemia, tras la que el municipio registra una subida en este apartado del 2,6% en el bienio 2021-22, si bien este último ejercicio concentra la mayor parte de la recuperación, con un incremento del 1,7%.

En este trayecto, la actividad económica industrial sale reforzada frente al sector servicios, al que le cuesta recuperar los índices de la etapa previa a la fase aguda de la crisis sanitaria, no así a la construcción, que vuelve a estar a la par.

Los escasos datos de ámbito municipal disponibles en la materia, indican que el grueso de la actividad económica se concentra en el sector servicios, al que se adscriben 11.479 de los 13.434 negocios que hay en funcionamiento en el término municipal (el 85,4% del total), aunque son 14 menos de los que había en 2019. En el último año, los servicios lideran la creación con 281 nuevos establecimientos en , valga la redundancia, servicio.

Los servicios pierden14 establecimientos con actividad económica desde 2019, la industria gana 7 y la construcción no registra variación

La industria, por contra, abandera 877 establecimientos activos (6,5% del total), siete más que los contabilizados en septiembre de hace tres años y una decena más de los reflejados en las estadísticas al cierre de septiembre de 2021.

Entre uno y otro se sitúa la construcción –que tras el auge en los meses previos afronta un nuevo periodo de incertidumbre por el encarecimiento de las hipotecas a causa de las subidas de los tipos de interés–, que cuenta en su haber con 1.078 negocios (8% del total), exactamente los mismos que constaban en septiembre de 2019, pero 36 menos que los inscritos por estas fechas un año atrás.

Curiosamente, los establecimientos con actividad económica del municipio vinculados al sector del ladrillo en septiembre de 2020, el año del confinamiento con el consiguiente cese de toda actividad no esencial en los primeros meses de la pandemia, ascendían a 1.108, es decir, una treintena más que los actuales.

Sin embargo, el sector industrial por aquellas fechas contaba con 851 negocios, 26 menos que ahora, mientras que el sector servicios apenas alcanzaba los 11.132, 347 menos que los registrados en septiembre de este año.

Desempleo vs. demandantes

En cuanto al empleo, en el último trienio, es decir, de antes de la pandemia a septiembre de este año, la ciudad acumula un leve aumento de 150 parados, desde los 26.350 a 26.499, que en términos relativos apenas suponen seis décimas más (+0.6%).

Llama la atención, sin embargo, el crecimiento experimentado en el mismo periodo por los demandantes de empleo, que además de a los parados registrados y otros grupos enclavados en lo que se denomina demandantes no ocupados (Denos), también engrosan trabajadores que no están satisfechos con su actual ocupación y buscan una mejora de sus condiciones laborales.

De acuerdo con las estadísticas del Servicio Andaluz de Empleo, el número de demandantes en septiembre de este año asciende a 34.202 frente a los 33.647 que había hace tres años, por tanto, hay 445 más que entonces, lo que se traduce en un incremento del 1,6%, un punto por encima de la subida del paro registrado.