La leche de cabra no se regala

Los cabreros de la provincia, cansados de los precios irrisorios que paga el 'monopolio' de la industria láctea y que no cubren costes de produccion, se movilizan · Exigen la intervención de las administraciones.

Vertido de leche de cabra en una protesta protagonizada por COAG la semana pasada en las inmediaciones de Medina.
Vertido de leche de cabra en una protesta protagonizada por COAG la semana pasada en las inmediaciones de Medina.

28 de octubre 2010 - 01:00

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos -COAG- de Cádiz organizaba la pasada semana un acto de protesta protagonizado por un grupo de cabreros que, de forma simbólica, derramaron unos 2.000 litros de leche, tras parar a uno de los camiones que hacía la ruta de recogida de leche en la comarca de La Janda, más concretamente en las inmediaciones de Medina-Sidonia (zona de El Berrueco).

Esta acción reivindicativa, repetida en otras provincias andaluzas, es consecuencia de la desesperación de unos ganaderos que han visto cómo en tan sólo unos años, desde que la práctica totalidad industria láctea cayera en manos dos grandes empresas a nivel nacional, el litro de leche de cabra se paga a unos precios ridículos que ni siquiera cubren los costes de producción, haciendo absolutamente inviables las explotaciones, sobre todo las intensivas, lo que ha llevado a la ruina a muchos cabreros.

"No hay más que meterse en internet y ver cuántas explotaciones de cabras están a la venta", afirma Juan Casas, ganadero de Medina-Sidonia afiliado de COAG Cádiz y propietario de unas mil cabezas de ganado. "De dos años para acá -explica-, desde que se hiciera con el monopolio de la industria láctea andaluza Forlactaria (comprada además una multinacional francesa), los precios que nos pagan por litro ronda los 0,30 céntimos, mientras que tan sólo un kilo de cereales para alimentar al ganado puede salir por más de eso. Estamos perdiendo dinero".

Hay que destacar que la cabra es un animal delicado a la hora de alimentarse y que requiere de bastantes cuidados y suplementos alimenticios, sobre todo si la explotación es intensiva.

Ante este panorama, Juan Casas lo tiene claro: "O las administraciones toman medidas urgentes e importantes y cambia la cosa, o desaparecemos todos. Es necesario que se actúe y que se regule el mercado. No puede dejarse el mercado en manos de gente sin escrúpulos y a los que nada les importa, por ejemplo, la tradición de la cabra mediterránea, la excelente calidad de la leche, su decisiva función medioambiental cuando está en extensivo, manteniendo, por ejemplo, limpios los cortafuegos… Nada de eso parece importarle a nadie y, mientras, los cabreros estamos asfixiados porque en la práctica se puede decir que sólo una empresa a la que vender la leche y, por lo tanto, impone el precio ridículo que le da la gana".

A Juan Casas hablar de este tema le duele: "Lo que ya es increíble e inconcebible es que esta misma empresa pague el doble a los cabreros franceses. ¿Por qué? Si nuestra leche cumple con las mismas normas comunitarias y es de una excelente calidad. La leche que producimos en la provincia de Cádiz es de primerísima calidad y cumple con las exigencias sanitarias y con la normativa de bienestar animal. No en vano, los ganaderos hemos hecho importantes inversiones para estar al nivel europeo y muy por encima por la calidad de la leche".

Y no duda en afirmar que "en la actualidad, tenemos la mejor cabaña de caprino de toda la historia de España y la están destruyendo. Hemos estado haciendo muchos esfuerzos desde hace 30 años, cuando entramos en Europa, y en tan sólo dos o tres años las multinacionales lo están expoliando todo".

Para este ganadero que cree en lo que hace, "o se pone la leche a 100 pesetas (0,60 €) o en dos años no queda nada, tan sólo los que tengan las cabras en el monte y los que puedan elaborar sus propios productos artesanales en su explotación o en cooperativas, por ejemplo. Ésta es precisamente una de las demandas que le estamos haciendo al Gobierno andaluz, que nos facilite las cosas a los productores para que podamos elaborar de manera tradicional queso, cuajada…".

En la producción artesanal y en la excelencia de la tradición tiene puesta su ilusión este ganadero que relata con entusiasmo cómo un queso de pura leche de cabra puede conservarse por 5 años: "Yo lo he comprobado en mi casa, metiendo el queso curado en aceite y está riquísimo"

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