Lenguaje personal e intransferible

Diario de las artes

SILVIA LERMO

Sala Pescadería Vieja

JEREZ

Obra de Silvia Lermo expuesta en Pescadería Vieja.
Obra de Silvia Lermo expuesta en Pescadería Vieja.

LLEVO mucho tiempo contemplando pintura y la realidad de sus autores; observo cómo la linealidad es una nota muy dominante. Demasiadas veces todo se parece a todo; la narración es casi siempre la misma; la manera de contarlo difiere poco entre unos y otros; la morfología pictórica lleva, en la mayoría de los casos, los mismos trazos; al igual que la semántica del relato es organizada de la misma manera y en los mismos parámetros. Todo ello redunda en una pintura sin dientes de sierra y con una línea argumental muy plana y sin, apenas, gestos que rompan un sistema demasiado compacto e inalterable. Por lo mismo, aquellos pintores que formulan un cambio de registros, que abren perspectivas ‘ideológicas’, que se establecen en derroteros particulares y que marcan rutas con sello propio, sobresalen de los desalentadores episodios de una plástica previsible, aburrida y sin altibajos.

El lenguaje personal, la voz disonante, por potente, afinada, distinta y con poderío, en el coro de medianías que se os ofrece, es lo que, realmente se le pide a este arte donde la no alteración y lo políticamente correcto es, también en él, fórmula generalizada en una expresión artística muy sujeta a unas situaciones que son, ya, canónicas y patentizadas. Cada vez más se echa de menos algunos gestos que vulneren normas y se vuelvan evangelios apócrifos. Son altamente necesarios en unos desapasionados ambientes de igualdades. Además, la pintura figurativa sólo desentraña, sin apenas acogerse a planteamientos diferentes, lo que la mirada capta y lo que el entorno ilustra; quizás demasiado poco para tantas exigencias como platea un arte abierto que necesita adentrarse por esquivos recovecos, donde además de los necesarios postulados de la técnica pictórica, reluzcan asuntos que maximicen y fortalezcan la realidad planteada.

Silvia Lermo forma parte de ese grupo importantísimo de jóvenes artistas gaditanos que están llevando la figuración a las cotas más altas de artisticidad. Es de una aplastante juventud y, quizás, por eso - o no - su capacidad creativa no tiene límites. Lo hemos podido comprobar ya, en varias ocasiones y en todas afrontaba la figuración con resuelto descaro, sin cortapisas y abandonándose a un especialísimo planteamiento conceptual donde todo quedaba supeditado a una parcela realista de muchas connotaciones mediatas que dejaban entrever esa existencia pausada donde habita una realidad sin prisas. Ella es pintora con voz distinta, con tonos propios, con melodías nuevas que recrean versos desencuadrados, asumiendo los perfiles de una realidad diferente.

Otro lienzo de la exposición 'Levantar la tierra'
Otro lienzo de la exposición 'Levantar la tierra'

Su pintura relata posiciones que están al día, que ofrecen rasgos de lo que la vista contempla en esta humanidad, que ha sido prepotente, que se ha limitado a desenvolver los viejos sistemas que la tradición imponía y a olvidarse de muchas circunstancias que tienen lugar en la cercanía del juego existencial. Con un lenguaje desenfadado pero sereno, moderno pero de consideración plástica tradicional, de esquemas representativos habituales pero perfiles que asumen su condición de contundente juego trasgresor, Silvia Lermo sitúa su historia en unos horizontes de armonía donde cohabita una realidad sin voces estridentes, sin conflictos espurios por naderías; donde lo humano y lo natural juegan a un corro silente de voces, perfectamente acondicionadas, dentro de una historia de lúcidos encuadres.

Pintura con el personal estilo de la artista de San Fernando.
Pintura con el personal estilo de la artista de San Fernando.

Porque lo que la pintura de Silvia Lermo relata no es el cuento feliz de un paraíso donde se vive a medio gas; quizás por vértices demasiados bien dispuestos. En su obra hay una existencia poblada de felices realidades. Animales que forman parte de una vida sin sobresaltos, que pueblan una naturaleza edénica, que comparten posiciones sin voces chirriantes. Animales domésticos que viven una existencia plácida en un espacio donde lo real pierde muchas de sus posiciones y connotaciones, dejando entrever circunstancias ajenas a la realidad representada.

Otra de las obras que forman parte de la exposición.
Otra de las obras que forman parte de la exposición.

Junto a ellos una humanidad de serenas acciones, que vive y deja vivir, que ofrece su iconografía tatuada con lúcidos esquemas que no comprometen. Personas que habitan un universo pausado, hacia dentro, de intimidades. Escenarios llenos de pureza ambiental que dejan manifestar realidades pretéritas donde se conformaron muchos de los argumentos de esa verdad artística que, ya, se puede decir ‘a lo Silvia Lermo’. Porque la pintura de esta artista es un relato fiel salido del determinante y contundente laboratorio de una pintora que ofrece una nueva conciencia artística y lo hace con un lenguaje donde no caben medias tintas y todo está suscrito con la verdad consciente y actuante de una pintora única, de voz plácida y argumentos serenos.

En la pintura de Silvia Lermo se dan todas las circunstancias que habitualmente se echan en falta en esta creación donde linealidad impera y todo es casi lo mismo. Serenidad, lucidez, convicción, pureza… verdad. Silvia Lermo en estado puro.

stats