La lista de deberes de las bodegas para los nuevos eurodiputados españoles

La patronal bodeguera europea describe la compleja situación a la que se enfrenta e identifica las soluciones en el 'Manifiesto sobre el futuro del sector vitivinícola de la UE'

Los eurodiputados españoles ya electos tienen toda la información sobre los retos y prioridades estratégicos del sector para su defensa en la nueva legislatura europea

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Mauricio González Gordon y otros miembros de la comisión ejecutiva de la FEV junto a eurodiputados españoles en Bruselas.
Mauricio González Gordon y otros miembros de la comisión ejecutiva de la FEV junto a eurodiputados españoles en Bruselas. / FEV
Á. E.

12 de junio 2024 - 06:00

Las bodegas europeas han definido sus retos y prioridades estratégicas en el actual escenario de incertidumbre y gran complejidad al que se enfrentan y frente al que plantean una serie de soluciones que precisan, cuanto menos, de la complicidad de las instituciones públicas, incluidas las europeas, para garantizar un futuro próspero al conjunto de la cadena de valor del vino.

El sector vitivinícola ha identificado las soluciones para allanar el camino ante "los retos estructurales y coyunturales que ponen en riesgo su sostenibilidad a largo plazo", entre los que el jerezano Mauricio González-Gordon, presidente del Comité Europeo de Empresas Vitivinícolas (CEEV) cita: "Fenómenos meteorológicos extremos, inflación, aumento de los costes de producción, incertidumbre geopolítica, demonización de las bebidas alcohólicas...".

Estos retos y amenazas se describen en el 'Manifiesto sobre el futuro del sector vitivinícola de la UE' presentado recientemente por la patronal del sector, en la que se integra la Federación Española del Vino (FEV), desde la que se han mantenido diversos contactos y encuentros antes de las elecciones europeas con candidatos españoles para trasladarles las necesidades del sector.

El sector confía en la defensa de sus prioridades estratégicas, que los eurodiputados ya electos conocen de antemano, ante las instituciones europeas a fin de que se aplique un enfoque coherente e integrado en el marco de la nueva legislatura salida de las urnas. No en vano, el también presidente de González Byass recuerda que "el sector vitivinícola de la Unión Europea aporta beneficios significativos a nuestra sociedad, por lo que es nuestro patrimonio, nuestras zonas rurales y su economía lo que está en riesgo".

El sector esgrime que sigue siendo una piedra angular de la economía de la UE, sobre todo en las zonas rurales, donde desempeña una función crucial en la lucha contra la despoblación. Así lo avalan sus grandes cifras: 3 millones de empleos directos, 52.000 millones de euros de impacto fiscal positivo y más de 100.000 millones de euros de valor de mercado. Sin embargo, a pesar de su relevancia socioeconómica, los desafíos climáticos, regulatorios y sociales plantean barreras significativas a la sostenibilidad y competitividad del sector.

En respuesta a estos desafíos, la patronal europea ha identificado seis prioridades estratégicas destinadas a fomentar la resiliencia, la innovación y el crecimiento sostenible:

  1. Normativa: Reforzar una PAC orientada al mercado que impulse la competitividad y reduzca la complejidad administrativa.
  2. Nuevas demandas: Conciliar la tradición y la innovación en la legislación comunitaria para adaptar los productos vitivinícolas a las nuevas expectativas, demandas y tendencias de los consumidores, preservando al mismo tiempo la cultura del vino.
  3. Clima y sostenibilidad: Apoyar la resiliencia climática y la transición verde definiendo los principios de la producción sostenible de vino, priorizando las medidas de mitigación y reconociendo los servicios que el viñedo presta a los ecosistemas en los que se encuentra.
  4. Digitalización: Reforzar el mercado único de la UE y reducir los costos de marketing armonizando completamente las regulaciones, promoviendo la digitalización y facilitando el comercio electrónico para las empresas vitivinícolas.
  5. Comercio: Mantener una estrategia comercial ambiciosa para ampliar el acceso a los mercados, abordar las barreras comerciales y proteger los productos vitivinícolas en conflictos no relacionados.
  6. Salud: Adoptar una política sanitaria de la UE coordinada y basada en la ciencia que distinga entre el consumo moderado y el abuso de alcohol, promoviendo el diálogo entre todas las partes implicadas.

"Necesitamos un enfoque vitivinícola coherente en el ámbito político para actualizar las leyes y luchar contra determinados ataques injustos a nuestra cultura vinícola. Solo entonces podremos garantizar la fortaleza duradera del sector y seguir ofreciendo una diversidad, patrimonio y excelencia sin precedentes en cada botella", ha señalado Ignacio Sánchez Recarte, secretario general del CEEV.

Entre las prioridades que plantean de cara a la nueva legislatura europea apuntan igualmente a la necesidad de que haya un mayor enfoque de agricultura y vino en todas las políticas que puedan afectar al sector, el refuerzo de la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo y el mantenimiento del Intergrupo dedicado al vino, así como una mayor coherencia en las distintas legislaciones y participación del sector ante nuevas propuestas legislativas.

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