Jerez

La magia de los libros

 DESDEe que se iniciara en 1988 en este Diario, hemos venido apostando por los libros para niños y jóvenes como una excelente fuente de ocio: leer por el placer de leer. Claro que sin olvidar el montón de buenas consecuencias que trae consigo, de las que hemos venido hablando tantas veces.

Pero es esa capacidad para enriquecer la imaginación la que en la edad infantil va a resultar más patente, y con ello la capacidad para buscar soluciones y explicar el propio mundo, acercarse a las experiencias de los demás y desarrollar las emociones y la moral. Cuidado: no por leer más se es mejor persona y no por no leer se es mala persona o ignorante. Pero ser un buen lector es como tener más herramientas para arreglar y construir el mundo propio y el que se comparte con todos.

Y todo ello gracias a lo que aparece en un papel que antes fue blanco, a la combinación de un texto y unas ilustraciones: “Con lápiz y papel, todo es posible. ¡Es mágico!” decía Mario Ramos, el escritor belga recientemente fallecido y que homenajeamos hoy reseñando un libro suyo.

Pero estos veinticinco años llenos de libros maravillosos han ido asistiendo a muchísimos cambios en todos los ámbitos, también el de la lectura. No ya los soportes, donde han aparecido los pop-up y los libros electrónicos, sino sobre la propia idea de lectura. Basta con mirar las pruebas PISA o las de Diagnóstico y comprobaremos que se requiere saber leer para contestar, para seguir unas instrucciones profesionales, incluso para creerse lo que te da a firmar un banco. Ya no es leer para crecer y ayudar a crecer a quienes te rodean.

Por eso hoy, más que nunca, es necesario leer libros: porque está en juego la libertad hasta de pensamiento, ya que se emiten tantos mensajes falsos que no podremos elaborar un pensamiento libre y coherente a partir de los mismos. 

Y para cambiar todo esto que tenemos encima, toda esta vuelta atrás, vamos a necesitar un poco de magia: vamos a necesitar una generación que se forme en la solidaridad, en la ética del grupo, en la emoción auténtica, próxima a las vivencias de los demás… con lo que llegamos al principio de este escrito: la magia de los libros.

Cuando ya no estemos aquí para recordarlo y hacer sugerencias de esos libros mágicos, miles en estos veinticinco años, busquen y pregunten y recomienden también otros tantos títulos que esperamos y deseamos sigan apareciendo en nuestras librerías.

Y para no irnos sin más, he aquí una nueva recomendación divertida e interesante: un cuento que se envía por correo, en forma de postales, en varias entregas (ocho) y que una vez completo, formando un puzle, nos da la ilustración total del cuento. Es una idea de Raquel Díaz Reguera publicada por Tres Tigres Tristes Editorial y que, en el caso de la imagen que nos acompaña, habla de un ratoncito temeroso que (como en ciertas fábulas) encontrará su valor y lugar en el grupo: “El ratón más grande del mundo”.

¿No les gustaría enviar a algún niño o a alguna niña que conozcan este cuento en capítulos-postales? 


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