Marco de Jerez

La vendimia da un vuelco y se da ya por segura la caída de cosecha

  • l Los últimos pronósticos, muy dispares, apuntan a un descenso del 10 al 15% frente al aumento previsto con anterioridad l Crece la preocupación en la costa por la pudrición y la falta de grado

Vendimiadores en plena faena de la corta de la uva en la viña San Cayetano.

Vendimiadores en plena faena de la corta de la uva en la viña San Cayetano. / Manuel Aranda

La vendimia sigue rompiendo esquemas en un año tan impredecible como caro para el viticultor. Las copiosas lluvias de primavera enderezaron la campaña, muy seca hasta entonces, pero el exceso de humedad provocó la proliferación de enfermedades y plagas, con el consiguiente gasto añadido para los viticultores en tratamientos con los que mantener a raya a los hongos patógenos de la vid, caso de la botrytis o podredumbre gris, la última en aparecer y que, principalmente, trae de cabeza en estos días a los titulares de viñedos costeros, que acusan también una alarmante falta de grado.

Los distintos operadores del Marco de Jerez ya apuntaron la semana pasada en el último pleno del vino a los problemas de pudrición tanto en la costa como en las viñas de las zonas más bajas y frescas de interior, lo que redunda en la pérdida de calidad de la uva que entra en los lagares, que en los casos de exceso de glucónico a causa de la botrytis suele destinarse a vinos de baja calidad, nunca finos ni manzanillas, o a vinagre.

Conforme avanza la podredumbre gris, como también se conoce a este hongo, las blanduras nocturnas y ausencia de viento de levante de las últimas semanas que favorecen su propagación también impiden que la uva gane grado, lo que ha obligado incluso a algunos lagares a paralizar la actividad unos días al no alcanzarse los 10,5 baumé que se exigen en la Denominación de Origen para la recolección.

La vendimia está ya muy avanzada y, de hecho, el último parte del Consejo Regulador indica que a fecha 25 de agosto ya se habían molturado cerca de 46,3 millones de kilos en una treintena de lagares inscritos frente a los 57,3 millones alcanzados la campaña anterior, si bien la graduación media es de apenas 11,12º, con Sanlúcar y sus 10,7 grados como situación más alarmante.

Detalle de la corta de un racimo de uva palomino en estado sano. Detalle de la corta de un racimo de uva palomino en estado sano.

Detalle de la corta de un racimo de uva palomino en estado sano. / Manuel Aranda

El Marco asiste al cierre de los primeros lagares con 46,3 millones de kilos de uva vendimiados

Pero entre unos problemas y otros, las previsiones de un aumento de cosecha del 10% se han ido al traste, y tanto desde cooperativas como desde los viñistas independientes de Asevi-Asaja estiman que la producción final podría estar entre un 10 y un 15% por debajo de la de 2019, que ya fue una campaña corta para lo habitual en el Marco en los últimos años.

En Trebujena, donde las dos cooperativas –Albarizas y Virgen de Palomares– ya han dado por finalizada la vendimia, la producción final no ha llegado a los 6,3 millones de kilos frente a los 6,8 millones de la última campaña, lo que supone un descenso de cerca del 8%. El dato puede servir de referencia, pero el presidente de Albarizas, José Castillo, apunta a dos cuestiones a tener en cuenta: de un lado, empezaron con antelación y han acelerado la recolección por temor a una pérdida mayor de cosecha y, de otro, en este municipio han tenido algo de mildiu, no así pudrición.

Si la botrytis afecta a la calidad, el mildiu hace estragos en la producción y prueba de ello es que la merma en la palomino de viñedo ecológico molturado por la cooperativa que preside Castillo para bodegas Williams & Humbert asciende al 50%, entre otros motivos, porque los tratamientos en esta práctica respetuosa con el medio ambiente están muy limitados.

En cualquier caso, el presidente de Albarizas señala que en alguna de las grandes bodegas jerezanas que también han puesto fin ya a la vendimia, en este caso convencional, se habla de descensos de cosechas de hasta el 25%.

Trebujena ha puesto ya fin a la vendimia con una merma de cosecha del 8%, si bien hay bodegas que han cerrado con hasta el 25% menos

Hay mucha disparidad en las previsiones, como la había en los días previos al inicio de la recolección en el estado de madurez de la uva, con grandes oscilaciones no ya entre pagos, sino en un mismo viñedo e incluso en racimos.

En los próximos días se sucederán los cierres de lagares, sobre todo en el interior, en “un año malo para Jerez”, según lo califica a las claras el presidente de los viñistas independientes de Asevi-Asaja, Francisco Guerrero, quien recuerda que “la caída de la producción es nefasta para los viticultores” por aquello de cobrar por kilos, de ahí su reivindicación de establecer alguna compensación por grado, aunque este año, visto lo visto, tampoco habría sido un factor determinante para mejorar la rentabilidad del viñedo del Marco.

Desde el Consejo Regulador prefieren no hacer cábalas sobre la caída de la producción final, que dan por hecho, y tampoco se aventuran a dar fechas del cierre de la vendimia. El director general, César Saldaña, admite no obstante la creciente preocupación que hay en las zonas costeras tanto por la escasez de grado como por la pudrición.

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