miguel torresconductor de maquinaria pesada

"Lo mejor fue que conseguí los carnés de conducir"

Miguel Torres durante el servicio militar y hoy en día.

Miguel Torres durante el servicio militar y hoy en día.

"El día que me licenciaron llegué al cuartel, pregunté por los amigos y me dijeron que ya habían acabado la mili. Pregunté qué pasaba y me dijeron que no sabían qué hacía yo todavía por allí. Ni me había percatado. Me acercaron chavales de la Policía Militar hasta casa para recoger el petate con la ropa de faena, que apenas salió de mi casa porque la verdad es que casi ni me la puse. Y es que era el chófer del coronel y entonces, para ir arriba y abajo, siempre iba vestido con el uniforme de 'bonito'. El otro apenas me lo puse y por eso tuve que ir a buscarlo. La suerte que tuve fue que el conductor que tenía se había jubilado y entonces buscaron a otro, y resulté ser yo el elegido. Hice el servicio militar en Artillería 74, en La Asunción, donde hoy está la Universidad. La verdad es que tuve suerte porque la pasé bastante bien, pero tampoco saqué nada en claro aparte de los carnés de conducir militares. Luego tuve que canjearlos por los civiles, lo que me costó unas 700 pesetas, que era un dinero en esa época. Todos los días salía del cuartel al tener el pase de pernocta. Hablando de la suerte debo decirle que una vez me movilizaron a San Fernando para unas maniobras que iban a durar una semana. Conduje una lanzadera con dos aviones de esos que van teledirigidos. Llegamos, montamos el dispositivo y los lanzamos. El primero de ellos se fue y desapareció. Nunca más se supo de él. El segundo se lanzó, empezó a subir y después comenzó a bajar y se estrelló. Y se acabaron las maniobras. Vuelta a casa. Estuve en la 'mili' entre unas cosas y otras un año más o menos. Con mi destino de chófer en muchas ocasiones llevaba a militares del Estado Mayor a la Base de Rota. Y esperaba. La verdad es que me pareció una pérdida de tiempo".

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