las consecuencias de las estrellas Michelin

La ‘milla de oro’ de la gastronomía

  • A los chefs con estrella Michelin Juanlu Fernández e Israel Ramos se unirá en marzo otro firme aspirante de la cocina local, Isidro López

  • La zona de Aladro y San Andrés atraerá nuevos negocios. “Los locales vacíos se van a llenar”

Mantúa, en primer término, y ‘Lú, Cocina y Alma’, al fondo. Dos estrellas Michelin en apenas unos metros.

Mantúa, en primer término, y ‘Lú, Cocina y Alma’, al fondo. Dos estrellas Michelin en apenas unos metros. / Miguel Ángel González

La ‘milla de oro’ gastronómica de Jerez se ubica entre la plaza Aladro, la calle Zaragoza y las inmediaciones de la plaza San Andrés. Los restaurantes con estrella Michelin suelen suponer una enorme proyección para los equipos de cocina y de sala que los regentan, con sus cocineros al frente, y además suponen una fuente de riqueza para la ciudad en la que se ubican. No en vano, se cuentan por miles las personas que en España preparan una escapada con el objetivo de conocer uno de esos nuevos templos de la gastronomía que la guía francesa presenta anualmente cuando el año está a punto de acabar.

Jerez, desde esta semana, ha pasado a tener dos restaurantes con estrella Michelin. Es el caso, bien sabido, de ‘Lú Cocina y Alma’ que la consiguió en la gala de presentación del año pasado y ‘Mantúa’, que lo hizo hace apenas unos días.

Por norma, los restaurantes con estrella Michelin tienen una clientela que se mueve en los porcentajes de 8 a 2 o 6 a 4 en lo que a afluencia de turistas de fuera de Andalucía se refiere. Ganan los primeros, si bien la presencia de comensales del propio Jerez y de la provincia va aumentando año tras año. Los clientes de vienen de fuera (entiéndase de otras provincias andaluzas y del resto de España) son personas con un poder adquisitivo medio-alto y alto.

Juanlu Fernández, chef y propietario del restaurante ‘Lú, Cocina y Alma’ y ‘Maisson Lú’ en Marbella, asegura que “los restaurantes Michelin son una fuente de atractivo para las ciudades en las que se ubican. No en vano, según nuestros estudios un 30% de los comensales que vienen al restaurante suelen pernoctar en la ciudad, lo que supone un valor añadido”. Como se puede comprobar, son personas que vienen a disfrutar y entre sus planes jamás entra volver el mismo día a su lugar de destino.

Y es que el turismo de las ‘Estrellas Michelin’ existe y además se cuentan por miles las personas que en sus días de ocio no dudan en desplazarse cientos de kilómetros con el único objetivo de encontrar nuevas formas de entender la cocina. Hay quienes sostienen (vaya por delante que es una leyenda) que para tener tres estrellas tienen que venir en avión a comer en tu restaurante. Es mentira, pero da una idea de hasta donde llegan muchos ‘foodies’ .

“La zona de la plaza Aladro -destaca Juanlu Fernández- era un enclave un tanto olvidado, dejado de la mano de Dios y los cocineros estamos consiguiendo que vuelva a revivir”. Como anécdota, ya narrada por este medio de comunicación, se encuentra que es imposible encontrar dos restaurantes con estrella Michelin que estén más cerca que los establecimientos jerezanos: ‘Lú’ y ‘Mantúa’. Ambos distan apenas 30 metros entre sus puertas.

Israel Ramos es de idéntica opinión: “Atraemos turismo y sobre todo personas que pernoctan en los hoteles de la ciudad, si bien a cada mes que pasa vemos mayor interés por comer en nuestros restaurantes a personas que viven tanto en Jerez como en el resto de la provincia”.

A todo ello se unen nuevos proyectos. Uno de los chefs locales con más proyección en estos momentos es Isidro López Lozano, chef y propietario de ‘Tuétano’ y ‘Tiemar’. Este joven de 26 años abrió la semana pasada en la ‘milla de oro’ de la gastronomía jerezana, justamente en la calle Zaragoza, en la esquina de Canterbury. Pero no acaban ahí sus aspiraciones. No en vano tiene en mente reabrir el próximo mes de marzo en la calle Rosario (seguimos en la ‘milla’) su restaurante ‘Tiemar’.

Y lo hará por fases: primero la planta baja, que se llamará ‘Gastroshow’ y la segunda planta la abrirá en septiembre. Llevará por nombre el del chef, Isidro López’. Las dos formas de entender la cocina irán juntas en el edificio que durante años ocupara la conocida tienda de electrónica ‘Lalana’ en la referida calle Rosario.

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