La familia Ruiz-Mateos sigue perdiendo bienes inmuebles, ya sea porque los venden o porque los bancos que se quedaron con ellos los sacan a la venta o los subastan. Es conocido que buena parte de los afectados por los pagarés de Nueva Rumasa residen en Jerez, lo que ha provocado incluso que una de las hijas del fallecido patriarca de la saga y su nieta pusieran en venta el piso en el que residían en la calle Manuel de la Quintana. Lo vendieron con éxito, apuntan a este medio solvente fuentes inmobiliarias de la ciudad.

A todo ello se puede unir la sede de la Fundación Teresa Rivero, sita en la plaza Rafael Rivero, nombre del alcalde que trajo el agua hasta Jerez a través de canalizaciones desde Tempul. El palacio que albergaba la Fundación fue vendido por la misma el año pasado, al parecer a un ciudadano vasco, y en la actualidad aparece en internet con una opción de alquiler de unos 5.000 euros mensuales. Otras fuentes aseguran que también está a la venta.

Lo último conocido de esta caída en desgracia ha sido que el domicilio familiar, ubicado en una gran finca en la localidad madrileña de Somosaguas, ha sido puesto en venta al precio de tres millones de euros. El declive de los Ruiz-Mateos es evidente, después de que sobre los seis hermanos pesen solicitudes de penas de cárcel por el caso de los pagarés, estando dos de ellos, Álvaro (el menor) y Javier encarcelados en el centro penitenciario de Navalcarnero, concretamente en sus módulos de respeto, evitándose de esta forma el contacto con delincuentes comunes.

Ambos cumplen una condena de dos años y nueve meses de prisión por un delito contra la Hacienda Pública que se perpetró en la venta del apartahotel 'Tres Coronas' de Peñíscola, en la provincia de Castellón. Además se solicita contra ellos una multa de 1,8 millones de euros que, en caso de ser impagada, elevaría la condena hasta más allá de los tres años de encarcelamiento.

La actividad empresarial de la familia Ruiz-Mateos ha provocado que en la actualidad tengan abiertos más de 50 causas judiciales por asuntos, en su mayoría, relacionados con defraudaciones a la Hacienda Pública.

La finca en cuestión de Somosaguas era la sede familiar de los Ruiz-Mateos, aunque también era el lugar donde se llevaban a cabo buena parte de los negocios que emprendía la familia del empresario roteño-jerezano.

Cabe destacar que la finca que ahora se ha puesto en venta se puede considerar una verdadera ganga. No en vano, en 2013 fue subastada sin que nadie se quedara con ella. El precio estimado del hogar donde crecieron los Ruiz-Mateos se estimó por entonces en el doble que en la actualidad, es decir, entre seis y ocho millones de euros.

El fallecido empresario José María Ruiz-Mateos tenía una hipoteca de 5,9 millones por dicha finca con el Banco BNP. La propiedad salió a subasta debido a los impagos que sufrió la entidad bancaria.

La finca de Somosaguas fue la residencia familiar y privada de la familia desde los años 80. El portal inmobiliario Idealista destaca en su web que la "excelente vivienda unifamiliar tiene 1.700 metros cuadrados sobre parcela de 6.871. La planta principal está distribuida a partir de un hall de entrada que da acceso a un gran salón comedor, sala de estar y despachos. También cuenta con cocina con office y despensa, junto a zona de servicio".

En la planta baja hay dos suites independientes con sala de estar, vestidor, dormitorio con terraza y baño en cada una de ellas. La planta primera consta de cuatro dormitorios todos ellos tipo suite con cuarto de baño completo incorporado. "También hay una zona de oficinas con diferentes despachos de 215 metros".

A la familia le queda aún, embargada, la casa de Vistahermosa donde falleció el empresario.