"Es el momento de comprar un coche"
Fernando Andrés López, empresario
Consejero delegado de 'Solera Motor' y 'Jerez Motor', se ha hecho en plena época de crisis con dos nuevas concesionarias: 'Jaracar Motor' y 'Guadalete Motor' · Entrevista con un empresario que va contracorriente
—Usted, un hombre con experiencia en la empresa, ¿ha vivido algo tan terrible como lo de ahora?
—He vivido crisis de ventas por debajo de las cifras actuales. Y hemos sobrevivido todos. Hemos pasado una época de vacas gordas, por encima de nuestras posibilidades a nivel personal y empresarial y ahora es un momento de reflexión y ajustes y cada uno debe tomar sus propias responsabilidades.
—Hace días se conocía la caída en ventas en un 49% del automóvil. ¿Qué es lo que le preocupa?
—Esa pasividad de los poderes públicos ante un crecimiento tan grande del paro. Los planes de austeridad en la empresa pública deberían de empezar ya a funcionar, porque creo que en toda España pero, especiamente en Andalucía, hay mucho abuso del gasto público. Y hay que flexibilizar posturas; no es bueno que se apueste por el que trabaja y no se apueste nada por el desempleado. En este asunto, creo que los sindicatos han perdido la onda.
—Si la banca recibe ayudas, ¿por qué no ustedes?
—La banca no ha pagado sus propios errores y ha sido la más beneficiada. Lamentablemente, vemos cómo no llega el crédito a las empresas como debían de llegar. Y que, probablemente, esos recursos que les ha puesto el Gobierno en sus manos sean para tapar sus propias situaciones irregulares del pasado.
—¿Durará mucho esta crisis?
—Nadie lo sabe. Pero cuanto más se tarde en adoptar decisiones drásticas por todos los agentes sociales, políticos y económicos, más va a durar. Es ahora momento de tomar decisiones importantes.
—¿Es tan diferente a la del 93, que se cebó en los concesionarios?
—Esta crisis tiene unas connotaciones diferentes a otras crisis. En España tenemos una crisis financiera, pero hay una más importante: la falta de competitividad en un mercado abierto, y lo peor es la crisis de la cultura: Aquí se ha generado una cultura de los derechos y muy poca cultura de las obligaciones. Los empresarios nos encontramos con personas que acceden a su primer puesto de trabajo y nos vemos obligados a cambiarles su cultura porque han tenido una vida fácil, de pocas responsabilidades. Esta es una crisis complicada: Por detrás no tenemos el espíritu de sacrificio y posiblemente ni siquiera la posibilidad de valorar lo que antes valorábamos más: el esfuerzo, el trabajo, la disciplina... y esa pérdida de valores hace que esta crisis sea muy grave.
—Y usted, ¿cómo se maneja?
—Hemos tenido que tomar decisiones y vemos tambien la situación como una situación de oportunidades, no sólo la parte negativa. Nosotros concebimos una concesión como una empresa de servicios: además de vender, nuestro peso específico es dar soluciones al servicio que estamos prestando. Cuando hemos visto esta situación, nos hemos comprometido con todo nuestro equipo de personal en el mantenimiento de los puestos de trabajo. Y esto es prioritario. Para ello también hemos pedido al personal que asuma sus responsabilidades, que se implique también en esta mejora en la atención al cliente. Hemos incorporado nuevos servicios, un horario continuado de doce horas al cliente, e intensificado la comunicación con éstos y hemos visto nuestros puntos débiles de calidad para tratar de superarlos. Todo esto nos hace ver la situación con un optimismo razonable.
—¿Por qué no bajan los precios de los automóviles?
—No es fácil, sería posible si disminuyera la carga fiscal que soportan. Pero nuestros márgenes comerciales son tan bajos que es difícil. Sí es verdad que en estos momentos las aportaciones de las marcas han mejorado para mantener el mercado. El Gobierno ha puesto el ‘Plan Vive’, buena solucion económica pero que no produce los efectos deseados. Se benefician de ello personas de un crédito que, probablemente, no necesitan y no aquellos con más necesidades de crédito a los que los bancos no se los facilitan.
—¿Prefiere volver al ‘Prever’?
—Me da igual como se llame. El ‘Prever’ garantizaba 1.100 euros por el coche con más de diez años de antigüedad. El ‘Vive’ ayuda a la financiación. En Alemania se dan 2.500 euros por vehículo desguazado. Quizás en el medio esté la virtud.
—Es usted un empresario que va a contracorriente...
—Este es un momento de oportunidades y hemos entendido que, por nuestro negocio y grupo, son buenas estas incorporaciones de marcas importantes: el grupo Fiat, una marca tradicional pero que no estaba bien representada en la zona, y Hunday, que es líder de calidad a nivel europeo y mundial. Seguimos invirtiendo. Ahora lo haremos en El Puerto y Algeciras.
—Esto parece lo de ‘a río revuelto...’
—No me interesa éso del río revuelto. Me gusta nadar en aguas tranquilas, tener un país con más educacion, más honestidad, más responsabilidad... Hemos perdido muchos valores y ahora lo vamos a pagar. Esos supuestos ‘grandes éxitos’ como fueron en su día Astilleros o Delphi, nos van a pasar factura. No han hecho un bien a la generalidad de la clase trabajadora. Es fundamental que las medidas sean generalizadas.
—¿Fue usted un gran vendedor?
—A mí la venta me apasiona. Es un camino de aciertos y fracasos. Y el buen vendedor es el que aprende de los fracasos. Y eso es lo que te da más oportunidades para la siguiente venta. Y el mal vendedor, como el mal empresario, es el que cree que la culpa es de otro.
—¿Su vida ha sido trabajo, trabajo y trabajo?
—Disfruto trabajando. Para mí esto es una vocación. El éxito nos ha sonreído y eso te da nuevas alas. Lo más importante es que siempre pensamos que el futuro será mejor, nunca pensamos en los riesgos. Pensamos que esto es un actividad digna y que cada uno debe procurar hacer lo que sabe de la mejor forma posible.
—¿Es el mejor momento para comprar un coche?
—Sin duda, es el mejor momento. Las concesionarias están haciendo una limpieza en sus stocks y, juntamente con los fabricantes, lanzan nuevas ofertas que antes no se encontraban en el mercado.
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