Las noches de Feria, una buena ocasión para reunirse

Feria del carmen y de la sal 2010 Últimos encuentros en La Magdalena

Finaliza la Feria del Bicentenario con una gran afluencia de gente durante el fin de semana. Mejora el negocio de las casetas los últimos días, aunque también hacen el 'agosto' los comercios cercanos al recinto

1. El alcalde entrega el premio Fidelidad a uno de los propietarios de la Venta de Vargas. 2. El recinto ferial se llenó en su última jornada de caballos y carruajes. 3. En la caseta de Caridad, todos los que han colaborado han vestido una camiseta para pedir la participación como socio de la Fundación Carreras, que lucha contra la leucemia (foto: Nuria Reina). 4. Actuaciones en la Caseta Municipal para amenizar el ambiente. 5. Una joven vestida de flamenca, rodeada de caballistas.  6. Entre las atracciones sobresale la  noria. 7. Sevillanas para disfrutar de una feria típica. /fotos: rioja
1. El alcalde entrega el premio Fidelidad a uno de los propietarios de la Venta de Vargas. 2. El recinto ferial se llenó en su última jornada de caballos y carruajes. 3. En la caseta de Caridad, todos los que han colaborado han vestido una camiseta para pedir la participación como socio de la Fundación Carreras, que lucha contra la leucemia (foto: Nuria Reina). 4. Actuaciones en la Caseta Municipal para amenizar el ambiente. 5. Una joven vestida de flamenca, rodeada de caballistas. 6. Entre las atracciones sobresale la noria. 7. Sevillanas para disfrutar de una feria típica. /fotos: rioja
Paloma Costa-María Esquivel / San Fernando

19 de julio 2010 - 01:00

Sábado y domingo la Feria se llena. Pero no sólo los isleños que no han podido disfrutar de un momento de asueto durante el resto de la semana toman el recinto ferial. Es en fin de semana cuando los servicios especiales de transporte traen desde todas partes de la Bahía de Cádiz y la provincia a la gente que tampoco quiere perderse la penúltima noche de diversión, baile, música junto a sus familiares o amigos de San Fernando. Al cierre de esta edición se esperaba el fin de fiesta de esta Feria del Bicentenario, con el lanzamiento de fuegos artificiales, después de una jornada en la que los caballos tomaron el recinto.

Los jóvenes son, sobre todo, los que más acuden en masa, la mayoría con la pretensión de no dejar la Feria hasta la salida del sol, momento en el que las bebidas alcohólicas ceden su sitio a los churros y los gofres. Tomando el paseo como su territorio, su noche de Feria transcurre entre el césped, las casetas de baile y las atracciones. La mayoría proceden de Cádiz: "La Feria de La Isla es la que tenemos más cerca, en Cadiz no tenemos, por eso nos gusta venir". Las atracciones son uno de los mayores reclamos para estos jóvenes de fuera. Sin embargo, el encuentro con las amistades de la ciudad es la razón mayoritaria que los reúne para pasar una velada que esperan llenar de anécdotas y fotografías que luego inundarán las redes sociales.

El encuentro familiar es también uno de los motivos que traen más visitantes de fuera a la Feria. En las casetas, familias enteras residentes en distintas partes de la Bahía vienen vivir la Feria con sus allegados: "Los hermanos nos vemos poco, venimos porque es buena ocasión para reunirnos todos" dicen en una familia que disfruta comiendo en la Caseta Municipal. Los niños son también los grandes protagonistas. "Soy de Chiclana y he venido a estar con mis primas", dice riendo una niña, acompañada por las susodichas, presumiendo de sus trajes de flamenca. Los padres las vigilan: "Los niños lo pasan de miedo, y si es ya con sus primos, son incontrolables". Muchos coinciden en que los niños, cuando van acompañados de familiares de su edad, dejan atrás los cacharritos: "No quieren separarse, se divierten más bailando en el tablao o inventándose algún juego en la caseta".

Los encargados de las casetas se muestran contentos, ya que los ingresos del fin de semana componen el grueso de sus beneficios en la Feria. Sin embargo, muchas personas, sobre todo jóvenes, optan por comprar fuera del recinto ferial. De ahí que muchos de los comercios de alimentación, cercanos a la Feria, permanecieran abiertos hasta altas horas de la noche. A los jóvenes les sorprendía encontrarse con una carnicería abierta. Los comerciantes apenas tuvieron un momento de descanso para cumplir con la demanda de tan elevado número de clientes. A pesar del cansancio los comerciantes se encontraban contentos por los beneficios que iban a tener con estos días de Feria. Los vecinos apenas se quejaban del ruido de estos comercios abiertos, acostumbrados ya a convivir con una semana de Feria, ruidos y luces. Incluso varios de los vecinos habían decidido sacar las sillas de playa a la calle y disfrutar de una noche con un buen tiempo.

Los más jóvenes consideran que comprar fuera del recinto ferial les permite ahorrar algo de dinero, ya que el precio de estos comercios es más asequible para sus bolsillos, aunque el tiempo que tardaban en comprar las cosas era mucho mayor. "Llevamos cerca de media hora en la puerta y aún no hemos podido entrar", era de los comentarios más repetidos en las puertas de estos locales. Después, además, para llegar hasta su punto de encuentro, en el paseo, tuviesen que atravesar la marea humana que se encontraba en la Feria.

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