En el nombre del padre... de los Ruiz-Mateos
Los hijos se mantienen fieles a la estrategia de culpar al fundador de Nueva Rumasa · Admiten el uso de "paraísos fiscales" para evitar otra expropiación, no así el desvío de fondos a las matrices en el extranjero
Los hijos varones de José María Ruiz-Mateos siguieron ayer al pie de la letra la estrategia ideada por la defensa del fundador de Nueva Rumasa, la de responsabilizar a su padre de todas las decisiones y la gestión de las empresas del grupo en la causa que instruye la Audiencia Nacional por presunta estafa con la emisión de pagarés.
Tras la comparecencia el miércoles del patriarca de la familia, su esposa Teresa Rivero, y sus hijos Zoilo y Álvaro Ruiz-Mateos, ayer declararon ante el juez Pablo Ruz el resto de miembros del clan -los hijos José María, Pablo, Francisco Javier y Alfonso- y un sobrino, quienes en mayor o menor medida admitieron la existencia de una estructura empresarial en "paraísos fiscales" montada por su padre, que podría haber intercambiado movimientos de fondos con las sociedades radicadas en España.
Durante su declaración como imputado por los presuntos delitos de estafa, insolvencia punible y administración desleal a raíz del hundimiento de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos hijo aseguró que le "consta la existencia de empresas en Belice, porque mi padre dispuso esta medida que le protegía de nuevas expropiaciones" como la sufrida con el Gobierno de Felipe González.
Ruiz-Mateos hijo afirmó igualmente que "suponía" que se han producido movimientos de dinero entre las empresas españolas y las matrices "en el extranjero", aunque se negó a admitir una salida clara de fondos hacia el exterior.
Otro de los hijos varones, Pablo Ruiz-Mateos, admitió que el patriarca es el dueño de las sociedades radicadas en paraísos fiscales que son las propietarias últimas de firmas españolas como Dhul, Clesa, Hibramer o Carcesa, extremo ya conocido.
Respecto a las salidas de dinero desde esas empresas, que son la causa principal de que hayan entrado en concurso de acreedores, el administrador único de la tesorería de Nueva Rumasa, Zoilo Pazos Jiménez, sobrino Ruiz-Mateos, afirmó desconocer el destino del dinero que él mismo retiraba en efectivo y con cheques.
Pazos Jiménez dijo no recordar incluso que el 5 de mayo de 2008 realizó 51 retiradas de dinero de la cuenta de Carcesa de la que era el único autorizado, por un valor total de 54 millones de euros.
El sobrino de José María Ruiz-Mateos, que insistió en que "todo lo hacía por mi tío", mantuvo su versión pese a que la Fiscalía Anticorrupción le advirtió de que se consideraría que se había quedado con esas cantidades de dinero si no revelaba su destino.
Durante las declaraciones, los abogados que representan a los inversores en pagarés se han interesado también por los movimientos circulares de dinero entre sociedades españolas y extranjeras, sin que ninguno de los imputados haya dado dato alguno sobre esas operaciones.
Entre ellas, destaca el préstamo de 60 millones que Carcesa, propietaria de las marcas 'Apis' y 'Fruco', concedió en mayo de 2008 a Bamingo Canarias.
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