Tras 18 años de compañía, Mercedes Ruiz prepara estos días el que será su décimo espectáculo en solitario, ‘Segunda piel’. Desde aquel ‘Dibujos en el aire’ estrenado en el Festival de Jerez en 2003, las creaciones de la bailaora jerezana han tenido una continuidad durante todos estos años, destacando el punto de inflexión que supuso en su carrera la incorporación de Paco López, con el que ya ha creado, si sumamos éste, seis montajes.

–¿Cuándo se estrena esta nueva propuesta?

–Bueno, el estreno está fijado para el día 9 de abril en el Teatro de Cusset, en Francia, que ya nos dio la posibilidad de estrenar ‘Tauromagia’ en 2018, y la verdad es que es un sitio con el que tenemos muy buen feeling y nos ofrece tiempo para poder ensayar o ver luces y eso es algo que favorece.

–Volverán a contar con Francisco López para la dirección escénica...

–Sí, con Paco López llevamos ya seis espectáculos si contamos éste y bueno, él siempre me intenta sacar el máximo y busca cosas nuevas. Creo que la mirada desde que fuera que te da es algo importante, es más, pienso que todo artista debería tener a alguien de confianza que desde fuera le dijera cuáles son sus pros y sus contras. Yo personalmente confío mucho en Paco.

–Entiendo que cuando uno repite es que hay sintonía...

–Por supuesto, hay una conexión y también hay cariño después de tanto años trabajando. Con él me siento muy cómoda, aunque a veces siempre tenga el no por delante. Pero bueno, para esos están los retos, y a mí me gustan.

Otro momento del ensayo.

–¿Y por qué ‘Segunda piel’?

–Bueno, el hecho de que sea el décimo espectáculo supone que sea una ocasión especial. Llevo bailando desde los cuatro años y el baile es parte de mi piel, parte de mí. La danza es una forma de vida para mí y una forma de poderme expresar, por eso el título.

–Después de tantos espectáculos, ¿cuesta ofrecer algo nuevo?

–Es difícil, la verdad, pero bueno, en mi caso lo tengo que hacer porque si no me aburro. El flamenco es muy amplio, muy difícil también e intento buscar palos que no estén en mi zona de confort para encontrar retos nuevos. Por ejemplo, en el espectáculo hacemos una seguiriya con palillo y bata completamente distinta a la anterior, que era con la que yo me sentía bien.

–Al plantearse un nuevo proyecto, ¿se mira lo que ya se ha hecho?

–En mi caso es complicado porque vengo de ‘Tauromagia’ que ha sido un espectáculo que me dejó vacía coreográficamente. A la vista está que he tardado como tres años en querer hacer algo nuevo. En este queríamos bailar un poco más libre, con la música de Santi (Lara) por supuesto, pero claro, miras también lo que has hecho antes, el grado de coreografía y el nivel de espectáculo. Siempre se quiere dar un paso más o buscar otras maneras, ahí está la superación y eso es algo mío, no soy una persona conformista.

–Esta situación por la que estamos pasando, ¿le ha hecho ver las cosas de otra manera?

–No sé si de otra manera, pero sí que, por ejemplo, este espectáculo nació de una idea que tuve en abril durante el confinamiento. Me surgió, se lo comenté a Paco (López) y así empezó todo. Ha sido tirar de un hilo y anímicamente, utilizar ese hilo para poder sobrevivir. De hecho, en todo el confinamiento creé una pieza entera y al final se ha incluido en el espectáculo.

–¿Cómo está viviendo la pandemia porque usted es una persona muy activa?

–Es una época complicada y si no tienes motivación y ganas de superarte, es difícil dedicarte al arte. Yo siempre me pongo metas, no entiendo la vida de otra manera, porque si no estaría en mi casa.

Paco López y Mercedes Ruiz, en otro instante del ensayo,

–La dirección musical, como ha comentado antes, tiene nombre propio en sus espectáculos...

–(Contesta Santiago Lara) Sí, uno intenta dar la vuelta a todo, y crear cosas que en este momento sientas. A veces no me apetece retomar cosas antiguas, no por nada, sino porque ya no las siento igual. Las tres personas que llevamos esto, Mercedes, Paco y yo, somos personas muy exigentes y nos gusta cuidar detallitos que a veces parecen imperceptibles, pero no es así. Es como cuando Paco de Lucía y Manolo Sanlúcar hacían un nuevo disco, se partían los sesos y cuidaban el milímetro, pues con esto igual. No es fácil asumir esto con la situación que vivimos.

–(...)

–Santiago Lara: Nosotros siempre intentamos evolucionar pero dentro del clasicismo. El hecho de que hayas hecho una soleá en tu último espectáculo no quiere decir que en el próximo no vuelvas a hacerla. El flamenco es enorme como para que te aburras y puedes encontrar diversos caminos. Ahí es donde está la honestidad con el flamenco.

–¿Qué más tiene ‘Segunda piel’?

–Tiene muchas cosas, pero a mí personalmente me gusta mucho un concepto que hemos incorporado y que hemos llamado ‘antiguos modernos’, una parte que ha quedado muy bien. Son cosas de maestros pero que no han perdido actualidad.

–¿Cómo qué?

–MR: Como la farruca de Sabicas, fandangos de Granada, una bulería de Lola Flores a nuestra manera y lenguaje...Todo suena moderno y son músicas preciosas a las que se les pueden sacar mil matices.–SL: Es seguir nuestra línea de respetar a los maestros pero sobre todo coger su obra y actualizarla, aparte de crear tus propias composiciones y coreografías.

–Y al margen de Mercedes Ruiz y Santiago Lara, ¿quién compone ‘Segunda piel’?

–Todavía no tenemos claros los nombres, pero lo compondrá un cantaor más y un percusionista. Somos cuatro, baile, guitarra, voz y percusión-palmas.

–O sea que no tiene nada que ver con ‘Tauromagia’...

–MR: Claro, pero eso es lo bueno en el fondo, porque vienes de una música que te envuelves completamente por su sonoridad, y ahora estás más desnuda. Es otra mirada y con un formato más reducido. Sinceramente, de los diez espectáculos que hemos hecho, no sé de cuál estoy más orgullosa, pero sí tengo claro que éste es el más difícil. Porque al estar tan desnudo, es más complicado.

–Diez espectáculos ya. Le parecerá mentira...

–Sí, porque hemos tenido de todo, momentos buenos y no tan buenos pero yo estoy orgullosa de seguir al pie del cañón y con la energía y la fuerza para subirme a un escenario.

–De todas esas creaciones, ¿con cuál se queda?

–Con ‘Tauromagia’, porque era un espectáculo que lo veíamos como un imposible. Primero que Manolo (Sanlúcar) te diera la aceptación para llevarlo a cabo, que le pusieras danza a su música y luego poder estar a la altura de su obra. Para mí ese espectáculo ha sido hasta ahora el que más me ha costado y del que estoy más orgullosa. De todos modos, me quedo también con ‘Ella’, que se hizo en un momento muy malo para mí a nivel personal y poderlo llevar a cabo y sacar toda la angustia que tenía en mí, fue muy interesante.

–Por lo que cuentan, entiendo que ‘Segunda piel’ es un poco el resultado de un proceso evolutivo, ¿es así?

–Posiblemente. Date cuenta que en todo este tiempo he explorado bastantes cosas. He bailado con otros artistas, como Marco Flores en ‘Gestos de Mujer’ o Antonio Canales en ‘Ella’, he madurado como coreógrafa o me he sentido segura con una bata, con un mantón o con una bata y un mantón, sentirme segura en todo lo que hago. Antes era ‘¿podré hacer esto?, ‘¿lo lograré?’. Ahora es buscar matices porque ya siento una confianza plena.

–Estamos en febrero y el no ver tan cerca el Festival de Jerez, ¿no le resulta extraño?

–MR: Es cierto. Da un poco de pena porque en febrero siempre estás, sobre todo si presentas propuesta en el Festival, mucho más estresada, más tensa. –SL: Es como una rutina y se ve todo distinto. Lo importante es que la situación mejore y se pueda hacer en mayo.

–En este tiempo tan extraño como dicen, ¿qué está siendo una ventaja y qué un inconveniente?

–MR: Lo positivo es que ahora tienes más tiempo para desarrollar todo el proceso creativo porque antes, entre cursos y actuaciones por todo el mundo, es más complicado. –SL: Yo echo de menos subirme a un escenario, porque cuando el artista no se sube al escenario, pierde chispa vital. Para nosotros el aplauso del público es recoger el premio, y comprobar que todo el trabajo sucio que haces día tras día se ve recompensado ahí. Eso ahora no lo tenemos y si antes del Covid la situación era complicada, imagínate ahora.