HISTORIA LOCAL

Un paseo a fondo por la iglesia de Santiago

  • La exposición permanente de arte sacro amplía su horario en verano

  • El proyecto pretende promover el barrio junto al patrimonio histórico de esta parroquia

La ciudad del vino y del caballo es tradición. Sus calles, fachadas, recovecos, monumentos e iglesias relatan el pasado que encierra esta tierra. Una memoria histórica que sale a la luz gracias a personas que dedican su tiempo y esfuerzo en actividades, museos o presentaciones como, por ejemplo, la que se está realizando actualmente en la Iglesia de Santiago. Una exposición de arte sacro que abrió sus puertas el pasado 20 de febrero, siete meses después de la rehabilitación del templo, y por la que ya han pasado 1.811 visitantes, el 80% concentrado en los primeros meses de apertura. "La idea es que el proyecto se encuentre accesible de forma permanente" declara el párroco de Santiago, Diego Moreno Barba.

Dentro de la iglesia, en la sala de sacristía, una edificación silenciosa, de planta cuadrada, rodeada de piedra y con una cúpula ojival en su parte superior, se encuentra expuesta un conjunto de obras de orfebrería únicas provenientes del tesoro de la parroquia. Por ejemplo, la conocida como 'Custodia Procesional', un elemento exclusivo perteneciente al antiguo Corpus y elaborado en plata sobredorada con incrustaciones de pedrería. Es uno de los ejemplares más antiguos de toda la colección, realizado por el maestro Matheo Núñez en 1653.

El recorrido por la exposición continúa en la llamada 'Guardería de las clarisas', un muestrario que recoge la colección de imágenes del Niño Jesús cedida por las religiosas franciscanas clarisas de Jerez. El guía de las visitas, Rafael Puerto, explica que la 'Guardería' nace "gracias a los ajuares que las mujeres de los conventos regalaban al Niño Jesús hasta mediados del siglo XX".

La visita también permite el acceso al propio templo, lugar en donde se encuentra el famoso baldaquino de estilo neogótico, obra de diez metros y medio de altura que se encuentra situada detrás del altar de Santiago. "En un principio, el acceso al presbiterio iba a estar restringido durante la exposición, pero esta obra, que cuenta con tantos detalles, requiere de una vista desde cerca para poder contemplarla en todo su esplendor", confiesa Moreno. El baldaquino, realizado por el escultor jerezano José Gallegos Arnosa, está formado por un total de 43 piezas de mármol y 36 estatuas de bronce, que representan multitud imágenes como 'La Última Cena', los escudos nobiliarios de Garvey o cuatro ángeles de un metro de altura.

Frente al baldaquino, en el lado opuesto al presbiterio, se halla el cuadro titulado 'La Batalla de Clavijo', una obra de Rodríguez de Losada que homenajea el legendario enfrentamiento acontecido en los alrededores de Clavijo (La Rioja). Esta batalla, de la época de la Reconquista, ha cobrado importancia histórica por la supuesta intervención milagrosa del apóstol Santiago. Rafael Puerto narra que, para la realización de los guerreros que aparecen en el cuadro, "Losada encargó a unos trabajadores que se vistieran de caballeros". "Cabe la posibilidad de que los visitantes de Jerez encuentren a alguno de sus antepasados retratados en esta obra", concluye el guía.

Sin embargo, pese a todos los elementos que incluye la colección, la exposición permanente de arte sacro de Santiago está incompleta. "Estamos trabajando con las hermandades de la parroquia para que en una habitación, que tiene acceso en escalera de caracol, pongan su propia sala cofrade", afirma el párroco. El muestrario pretende recopilar los diferentes ejemplares que se retiraron para su restauración durante las obras de rehabilitación del templo. Es el caso de los cuatro medallones de los Evangelistas, que se ubicaban en la Capilla del Sagrario, o la lámpara, que durante años alumbró la iglesia de Santiago.

La exposición se encuentra abierta de lunes a viernes de 10,30 a 14,30 horas y, desde este verano, de 16,00 a 19,00 horas. "Estamos trabajando en la unificación completa del horario para que se pueda acceder sin interrupciones", señala el párroco. Para la entrada se pide a los visitantes un donativo de dos euros, uno para los diocesanos, que contribuirán al pago de las labores de reconstrucción del templo que finalizaron el año pasado. Moreno aclara que este proyecto "no busca beneficios ni lucro, sino la conservación del patrimonio de la iglesia y la promoción del barrio de Santiago".

El templo, construido entre los siglos XV y XVI y nombrado Bien de Interés Cultural en el año 1931, cuenta con una azotea en su parte superior que, por el momento, no es visitable. Sin embargo, no se descarta la posibilidad. "A día de hoy es imposible adoptar las medidas de seguridad pertinentes en esa zona con todas las obras que tenemos que afrontar, pero es una idea planteada para el futuro", declara el párroco.

Y uno de los proyectos por finalizar es la rehabilitación de la Catedral de Jerez. "Cuando se arregle la torre, queremos convertirla en una zona visitable para que todos puedan disfrutar de las vistas", concluye Moreno.

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