Un pequeño 'público' en zona de los grandes concertados

Una de las principales características del colegio público José María Pemán, que abrió sus puertas en la barriada de España en 1932, es que siempre ha tenido que estar en abierta competencia con el núcleo de colegios concertados que hay en la misma zona como la Compañía de María o La Salle. "A nosotros venían 'lo que sobraba' -reconoce el director, Salvador Pérez. Además, si lo hubiesen dejado en las condiciones en las que estaba antes hubiese muerto. Daba pena, pero desde que arreglaron las instalaciones ya cubrimos las plazas y está aumentando el número de alumnos por aula. Nosotros intentamos que tanto el profesorado como el alumnado y las familia que vienen se lleven una buena impresión".

El centro, que en la actualidad sólo tiene una línea de cada curso, celebró recientemente su 75 aniversario y se ubica en una parcela que era conocida como 'la antigua huerta Terry' "e incluso todavía -señala el director- personas mayores, como mi madre y tíos llaman a esta zona así". Otra de sus peculiaridades es que sus instalaciones son utilizadas por las tardes por el Conservatorio.

Salvador Pérez inssite en que "somos un centro abierto y muy familiar, nos gusta conocer a todo el alumnado desde que llegan con 3 años por sus nombres y apellidos y por supuesto, conocer a sus padres, tener siempre un trato abierto y dialogante e intentar transmitir a los alumnos valores de solidaridad, respeto igualdad, ciudadania democrática y conseguir la motivación necesaria para que el alumno sea el verdadero protagonista de su aprendizaje. En resumen, ofrecer calidad con equidad".

En estos momentos el director reconoce que "no podemos hablar de graves carencias en el centro, porque las obras que ejecutó la delegación provincial de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía nos dejaron unas instalaciones en muy buen estado. Lo único que actualmente necesita una reforma son las cubiertas, que gracias a la delegación municipal de Infraestructuras estamos arreglando".

El centro cuenta con un alumnado que procede fundamentalmente de la zona centro, con una proporción significativa de niños inmigrantes, sobre todo sudamericanos, también de la zona del centro, "un alumnado muy educado y agradecido -señala el director- como decía un profesor compañero nuestro ya jubilado, son como el alumnado nuestro de hace veinte años".

En cuanto al profesorado, a plantilla actual es definitiva en un noventa por ciento. "Es un profesorado joven -señala el director-, debido a las jubilaciones que se han producido en los últimos años".

Salvador Pérez llegó al colegio José María Pemán hace siete años como profesor de Educación Infantil. "El director de entonces -explica- Valentín, me ofreció la posibilidad de coger la dirección, lo que acepté hasta el día de hoy. En total llevo seis cursos de director y me queda uno más para cumplir mi mandato".

Imparte clases de Conocimiento del Medio y Plástica en tercero de Primaria. "Es algo que me gusta -dice- y me hace seguir estando en contacto con la docencia en el aula". No obstante, se queja de que "hoy día, la carga burocrática que tiene la dirección de un centro hace que tengas poco tiempo para otras cosas. El papeleo y las reuniones limitan mucho a la hora de poder ejercer la docencia".

De su relación con el Ayuntamiento dice que "es buena", aunque matiza que "debido a los problemas económicos en los que se encuentra actualmente el Consistorio, de todas las mejoras que hems solicitado sólo se ha llevado a cabo una en verano, que fue el alicatado de las aulas de Educación Infantil". Sus relaciones con la Administración educativa autonómica también la califica de "normal".

Sobre los padres de los alumnos señala que "se implican en el colegio, pero quizás echemos de menos que sean más, y por supuesto pedimos siempre mayor implicación en la educación de sus hijos, porque muchas veces se echa de menos esa falta de dedicación a la hora de hacer las tareas o simplemente leer un rato".

En su opinión, "la educación está pasando actualmente por una situación delicada. Yo veo demasiada preocupación de las familias por lo superficial, por lo vanal y poco por los valores y por la educación. No me gusta generalizar, pero veo en las familias poco interés por la educación". Pero sobre todo está satisfeccho porque el colegio ha incrementado el número de matriculas en estos últimos años, "gracias sobre todo a las obras realizadas que ha producido un gran cambio".