La plantilla de Garvey se concentra para pedir que se vuelva a negociar

Los trabajadores del complejo Bellavista (Grupo Garvey), que se encuentran concentrados en asamblea permanente desde el pasado miércoles, protagonizaron ayer a primera hora de la mañana una concentración de protesta ante las instalaciones de la bodega en la avenida Reina Sofía (antigua carretera de circunvalación de la ciudad).

Los afectados por la extinción de contratos en la compañía, que ascienden a 38 personas, se concentran en asamblea desde el comienzo de su jornada laboral, a la 7 de la mañana, y continúan en dicha actitud hasta las 3 de la tarde. La presidenta del comité, Ascensión Liaño, destacó a este medio que "la concentración en la puerta ha sido a modo de protesta pero en ningún momento se ha impedido el acceso a nadie", lo cual no impidió que el vehículo que llevaba a la empresa a varios responsables de la firma pasara de largo ante la puerta principal cuando comprobó que había una protesta allí.

Según explicó Liaño, "nuestra principal pretensión en estos momentos es sentarnos de nuevo con el administrador concursal de la compañía, Adalberto Cañadas". Según explicó, tras entender los trabajadores que se había alcanzado una especie de acuerdo para que éstos recibieran sus indemnizaciones, "el pasado martes nos puso sobre la mesa unas condiciones que no eran ni siquiera admisibles". Según apuntó la presidenta del comité, "lo que queremos es mantener una negociación que vaya en beneficio de los trabajadores y que estos puedan pasar a otro estado laboral con cierta seguridad".

Según apuntó a este medio, en un momento se habló de que la indemnización se pagaría en el instante en el que los trabajadores rescindieran su relación laboral, "pero de ahí -abundó Ascensión Liaño a preguntas de este medio- hemos pasado a que el administrador concursal ni siquiera se comprometa a pagarnos al contado, no sabe qué cantidad se nos va a pagar, desconociéndose incluso si se nos va a remitir directamente al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) y además sin tener una fecha de cobro cierta". La derivación del Grupo Garvey al Fogasa sería realmente problemática, según el comité de empresa, ya que "el Fondo de Garantía Salarial sólo llega a los 27.000 euros de indemnización cuando hay gente en esta empresa que lleva más de 40 años trabajando para la misma. Lo que en la actualidad deseamos -destacó Liaño- es reconducir el asunto a la lógica teniendo en cuenta que lo que solicitamos los trabajadores es que se aplique la ley".

Cabe destacar que otro de los graves problemas de acudir al Fogasa es que los plazos de cobro son enormes, pudiéndose tardar hasta un año y medio en que el primero de lo trabajadores vea su indemnización ingresada en la cuenta. Igualmente, los trabajadores del Grupo Garvey dejan claro que lo que desean es que el pago que se les realice sea en efectivo, o en transferencia, "pero jamás una promesa o un acuerdo de pago".