La plantilla del asilo San José se concentra por los impagos
Los trabajadores dicen que no pueden hacer huelga "porque los ancianos dependen de nosotros"
La plantilla del centro de acogida San José cumple hoy cinco jornadas de concentraciones por los impagos de las nóminas ante el edificio. Como a los trabajadores municipales, a estos empleados se les debe parte de la nómina de diciembre y la de enero, "y no sabemos cuándo nos la van a ingresar", remarcaron ayer desde la plantilla.
"Nosotros no podemos hacer huelga ni servicios mínimos porque nuestro trabajo es absolutamente imprescindible para las personas del centro. Los usuarios tienen que comer, asearse, tenemos que hacer las curas, incluso hay ancianos que son enfermos terminales... No podemos dejar de hacer nuestro trabajo", señalaron los empleados. De esta forma, la única vía que tienen para reivindicar el pago son estas concentraciones durante la hora del desayuno, unas protestas "que entendemos no tienen la misma fuerza que las de otros colectivos, aunque estamos reivindicando lo mismo".
La plantilla dijo entender la crítica situación de las arcas municipales y el colapso económico del Ayuntamiento "pero por lo menos podrían sentarse con nosotros y explicarnos la situación, darnos motivos de los retrasos y una fecha aproximada de ingresos de nuestros pagos". Los salarios de estos trabajadores -casi un centenar- oscilan entre los 600 euros a los 1.300 aproximadamente y de ellos dependen los cuidados de unos 110 residentes. Ante esta situación, la plantilla no abandonará las concentraciones diarias hasta que no se le abone la totalidad de la deuda porque "nosotros también tenemos familias que dependen de este sueldo para subsistir", apuntaron.
Hay que recordar que fue el pasado 8 de noviembre cuando los residentes se trasladaron desde las antiguas instalaciones de la calle Taxdirt al nuevo centro, ubicado en la calle Francisco Riba. El nuevo edificio está destinado a albergar un total de 110 ancianos, todos ellos asistidos. Consta de un total de 4.884,37 metros cuadrados construidos en dos plantas: baja y primera, lo que supuso una inversión de en torno a los 7 millones de euros.
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